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Después de la conversación que tuve con el señor Hirai me sentí más tranquila, aquellos malos pensamientos que se apoderaban de mí se esfumaron después de compartir un agradable desayuno con la familia de Momo. Era agradable estar rodeada de personas que te apoyan y te aceptan, por lo que no podía dejar de sonreír.

— ¿De qué hablaste con mi papá? — Preguntó Momo en cuanto regresamos a su habitación para prepararnos para salir a dar un paseo.

— Es un secreto —, la molesté, ella me miró con un puchero y no pude evitar sonreír.

¿Por qué tiene que ser tan linda?

— ¿De verdad no vas a decirme? — Preguntó con la misma expresión. No puedo negarle nada cuando me mira así, y ella lo sabe. Suspiro en derrota y ella sonríe, sabiendo que ganó.

— Solo me hizo algunas preguntas sobre nosotras mientras bebíamos té —, le dije, esperaba que eso fuera suficiente para saciar su curiosidad.

— Entonces él si te estaba interrogando —, se quejó Momo. Su rostro se llenó de preocupación. — ¿Él te hizo sentir incómoda? — Cuestionó, pero sin esperar mi respuesta, agregó: — Hablaré con él, no puede ponerte en esta situación...

— Momo espera —, la interrumpí. La tomé de la mano y la hice mirarme. — A pesar de que no esperaba esta conversación con tu papá, estuvo bien, él en realidad fue muy amable.

— ¿De verdad? — Preguntó, asentí con una sonrisa.

— Además, compartir esa conversación con él me hizo sentir más tranquila, estoy feliz de que tu familia nos apoyé —, le dije. La expresión de preocupación desapareció y fue reemplazada por una sonrisa.

— Si fue así entonces me alegro de que mi papá hablará contigo —, dijo. — Ahora, tenemos que prepararnos para salir. Te llevaré a conocer muchos lugares.

[...]

Había pasado casi tres horas desde que Momo y yo habíamos salido de su casa. Durante ese tiempo, mi novia me llevó a varios lugares, era agradable estar de esta forma con ella. Sin una agenda que seguir y sin una cámara que nos esté filmando. Solo éramos Momo y yo, bromeando sin sentido, comiendo lo que quisiéramos y tomadas de las manos.

— ¿Puedo probar eso? — Pregunté mientras miraba la vitrina de un puesto de postres en donde se exhibían unos dulces. — ¿Qué es?

— Por lo general las personas preguntan qué es, antes de decidir probarlo —, se burló Momo con una sonrisa. — Se llama Yatsuhashi y contiene harina de arroz, canela y está relleno —, me explicó. — Hay de dos tipos, el horneado -, dijo mientras apuntaba una especie de galleta larga y curvada —. Y este no está horneado por lo que es más suave —, dijo señalando el otro, que tenía forma triangular.

— ¿Cuál es el mejor? —, le pregunté, ella me sonrió y me guio adentro de la tienda.

— Puedes probar ambos y decidir —, dijo mientras nos acercábamos al mostrador del lugar. Ambas saludamos a la empleada, pero Momo fue la encargada de realizar el pedido.

Mientras la empleada de la tienda empacaba nuestro pedido, pude sentir sus ojos observándonos. ¿Ella nos había reconocido? Momo y yo usábamos gorras y mascarillas, pero aun así su mirada me puso nerviosa.

— ¿Quieres probar otra cosa? — Me preguntó Momo mientras observaba todos los dulces exhibidos en el mostrador, ella no pareció notar la curiosa mirada de la empleada.

— No, estoy bien con lo que tenemos —, le dije. Ella asintió y pagó lo que había seleccionado para luego guiarme hasta una mesa del local para poder comer.

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⏰ Última actualización: May 03, 2023 ⏰

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Really Really ↠DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora