⊹ ₊‧Unas demonios.. ¿Peculiares?‧₊⊹

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La miré y me quedé pensando durante un rato, por muy improbable que sonase, me estaba convenciendo. Quizás tenía que ver con la herida de mi cabeza, quién sabe.

-¿En serio? -Pregunté.

-No, te estoy tomando el pelo. -Se burló de mí- Pues claro, nunca me agradó.

-¿Y quién.. o qué era esa cosa..? -Me referí a su acompañante, que ya no estaba aquí.

-Esa era Red, es una contraparte mía. Creo que puedes suponer que no es que nos llevemos muy bien. -Me respondió.

-Y si es cierto que no te gusta comer humanos y todo el rollo... ¿Por qué hay reportes de que has sido vista realizando dichas acciones? 

Algo no cuadraba, eso estaba claro. Así que fui directa y la pregunté.

-Ah, eso. Puedes echarle la culpa a Red, ella toma el control de mi cuerpo cuando le place y hace cosas que yo nunca haría. Es como una especie de espíritu, sin ser uno. Por cierto, me llamo Layla. -Me explicó brevemente.

-Ah, ya. Entiendo. -Mentira, me perdí a la mitad.

-Y en cuanto a por qué te salvé siendo una cazadora... No es que yo sea una demonio mala, ¿sabes? -Me dijo.

Ahora que lo pienso, olvidé mencionar que también recibí un corte bastante profundo que cruzaba mi rostro desde el lateral derecho de mi mandíbula hasta sobrepasar un poco el ojo de dicho lado. Quizás por eso no le presté atención a aquel cálido 'líquido', la sangre, que notaba que recorría mi rostro. La herida era suficientemente profunda como para haberme dejado ciega, o casi, de aquel ojo. Aunque juzgando por lo que veía ahora y todo eso, aparentemente eso no había sucedido. Puede que aquella demonio tratase la herida a tiempo, aunque sinceramente no sé que pensar.

-Ya, entiendo... -Respondí.

Por la mirada que tenía la contraria, creo que dedució que me perdí a ratos, pero simplemente lo dejó pasar. Parecía que sería algo largo de explicar y, además, pronto iba a amanecer.

-Bueno, dejando todo eso de lado, ¿crees que podrás apañártelas sola a partir de aquí? -Me preguntó.

Yo asentí, después volví a mirarla a los ojos.

-..Gracias. -Le agradecí, después de todo, demonio o no, me había salvado la vida.

Ella sonrió un poco, aunque apenas se podía notar.

-No tienes que darlas, si me disculpas, nos vamos ya. -Después de decir eso, cumplió con su palabra y se fue dios sabe dónde.

Mientras volvía hacia la finca estuve pensando en todo lo recién sucedido y dándole mil vueltas con cada vez más preguntas.

Una cosa tenía segura, tenía que contárselo a los demás. Eso no era algo que se viera todos los días y, sin duda, era digno de mención.

Una vez llegué a la finca fui directa al salón, dónde me encontré a Tanjiro, Nezuko, y Kaneshiro, quiénes se encontraban conversando. Me acerqué y les saludé.

-¡Holaa! -Exclamé.

-¡¡Hola!! -Me saludaron los demás.

A excepción de los demás, claramente Nezuko me saludó de forma no verbal, con la manita. Como siempre, seguía siendo la misma niña tierna.

-¿Están los demás? -Pregunté para ver si podría reunirlos a todos y contarlo de una vez.

Kaneshiro negó con su cabeza, después habló Tanjiro.

⊹La historia de Miley Hanamisaki⊹ ₊‧[Demon Slayer AU]‧₊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora