Llegué a la finca del patrón antes de lo esperado, normalmente me tomaba más tiempo llegar hasta allí.
En cuanto avisé de mi llegada, él se acercó a recibirme con una sonrisa.
-Buenas tardes mi niña, pasa. -Una vez dijo lo último, se echó a un lado para dejarme pasar.
Le saludé también e hice una pequeña reverencia estando de pie antes de pasar. Fuimos al salón y me ofreció té, a lo que yo acepté.
Una vez el té estaba servido y nosotros sentados, comenzó a explicarme el motivo por el que me había reunido ahí.
-Verás Miley, tanto yo como los hashiras hemos estado comentando acerca de este tema y todos, bueno, casi todos están de acuerdo conmigo. Hemos pensado que tienes la madera para ser una hashira, así que pensé en reunirte y contártelo. Tienes más que fuerza suficiente para ello, así que, si quieres, puedes tratar de pasar la prueba. Estoy seguro que será prácticamente pan comido para tí. -Me explicó con toda la amabilidad y tranquilidad del mundo.
No me podía creer lo que escuché, me quedé procesando la información un tiempo.
-Oh, ehh.. M-Me encantaría, pero creo que todavía me queda un largo camino que recorrer... -Respondí.
-Cómo veas tú, pero si te sientes preparada para tomar la prueba cualquier día, comunícamelo. -Me contestó él, con una sonrisa.
-Claro. -Sonreí.
Oyakata-sama y yo nos quedamos conversando un rato.
[Pasaron un par de horas]
Después de un tiempo me despedí y me fui. Ya era tarde y, además, dudo que sea bueno para la enfermedad de oyakata-sama hacer más esfuerzo del necesario, aunque solo se trate de hablar.
Pensaba ir a la finca, a ver a mis amigos. Hacía ya algún tiempo que no nos veíamos. Desde que conocí a Kane, me emparejaban con él a menudo. En verdad, eso nunca me molestó y, aunque fueran muy pesados, podía soportarlo. Kane me gusta, o eso creo, aunque no estoy muy segura. Me empezó a gustar hace no mucho, por ello aún no puedo confirmar nada.
Miré la hora que era, bueno, mejor dicho lo adiviné por la posición de la luna. Era demasiado tarde y probablemente no estarían allí. O bien estarían en alguna misión, o estarían dormidos. Como no quería molestar, me dirigí hacia mi hogar. Era una humilde cabaña, pero tenía espacio de sobra. No sé que pasó con mi antiguo hogar, pero en caso de que siguiera por ahí prefería no volver ya que sólo me traería nostalgia.
[A la mañana siguiente]
Me desperté temprano y salí a dar una vuelta por el bosque.
Al ser de día, no tenía mucho de qué preocuparme, así que podía salir sin mi katana. Eso sí, seguía saliendo con mi uniforme, solo que desde el incidente del rayo, llevaba como una especie de haori para cubrir mi cicatriz, de la cual era muy insegura.
Si tenía tiempo pensaba tratar de diseñar mi propio haori, por si lograba pasar la prueba y convertirme en una hashira. Y pensaba hacerlo basándome un poco en el diseño del tipo que usaba para cubrir mi cicatriz.
Mientras caminaba por el bosque, aproveché la tranquilidad y el aire puro que había ahí ya que rara vez se podía notar mientras estaba de servicio.
De repente, noté una silueta delante mía, así que salí de mis pensamientos. Era una joven mujer de unos 21 años, su pelo era algo ondulado y de un canela muy blanquecino, viéndose más blanco que otra cosa. Tenía unos ojos de color azul, que eran preciosos y la hacían resaltar aún más. Llevaba dos pendientes que tenían forma de algún tipo de gema, aunque gran parte de ellos estaba cubierta por el pelo. Tenía la tez de la piel de un tono mucho más pálido que el mío, y llevaba pintalabios de un rosado leve, quizás melocotón, quizás no. También llevaba una linda flor con dos hojas en su pelo, en el lado izquierdo superior. La flor era de un azul muy clarito, como si de un color pastel se tratase. En cuánto a la ropa... Llevaba el uniforme del cuerpo de matademonios, al igual que yo. Su falda era más corta que la mía, y sólo llegaba a la altura de sus rodillas. Al contrario que la parte superior de mi uniforme, el suyo sí era cómo el de la hashira del amor, Mitsuri.
En ese momento, olvidé cómo hablar, literalmente (en este momento ya tengo alrededor de 22-23 años). Entonces, ella me saludó y se presentó.
-¡Hola! Me llamo Keith, fui la tsuguko de la antigua hashira de las flores. -Me dijo con una cálida expresión.
Se me hizo extraño que no dijera su apellido, ya me acostumbré a presentarnos con el nombre completo, pero en ese momento no le di apenas importancia.
-Y-Yo ehh,... Ummmm... -Estaba quedando como una idiota, pero las palabras no me salían.
La contraria se rió, pero no de mí, o al menos eso decía.
-Perdón, perdón, es que te ves tierna. No me malinterpretes, pero cada vez que le pasa eso a alguna persona en frente de mí se me hace tierno. -Me explicó ella, entre risas de.. ¿ternura?
Tardé unos pocos minutos en recuperar el habla, pero ella esperó pacientemente. Todavía estaba procesando, no entendí qué me había pasado. Pensé en que, quizás luego, podría ir a consultarlo con mis amigos y... mi crush.
-P-Perdón, yo soy Miley. -Respondí con una pequeña sonrisa.
No quise decir que soy aspirante a hashira ya que yo me consideraba demasiado inferior aún. Ni siquiera me consideraba la mitad de fuerte que el pilar más débil, aunque ellos pensaran distinto.
-Encantada de conocerte, Miley. -Me respondió con una linda sonrisa.
Empezamos a charlar y me acabó acompañando en su paseo.
Sentí pena por ella, ya que su maestra murió antes de poder enseñarla todo lo necesario, sim embargo, se las apañó muy bien. Me enteré también de que el motivo por el que no se presentó con su apellido es porque no lo conocía ni ella. Me dijo que se quedó huérfana de muy pequeña, cuando no tenía apenas 3-4 años y que las hermanas Kocho la acogieron. Aunque nunca llegó a pertenecer ''legalmente'' a aquella familia, entre todas se consideraban como una sola. Ella, al igual que yo, sentía que no debía apropiarse de un título que ''no le correspondía'', y que por ese motivo no se proclamó como Keith Kocho, sino, simplemente, Keith.
Su historia me hizo sentir mucha lástima por ella, y acabamos siendo amigas. Entonces la prometí que seríamos inseparables y que siempre estaría para ella, al igual que al contrario (ella para mí).
También la comenté el ir a presentarla a mi grupo de amigos (y al que 'me gustaba'), ella parecía contenta por la idea, pero algo fallaba. Yo la pregunté el motivo de por qué se veía tan entusiasmada, y al mismo tiempo sin querer que eso sucediera. Su respuesta fue simple, era demasiado tímida, aunque conmigo no lo fue, y pensaba que quizás saldría mal. Aparte de eso, no tenía buenos recuerdos sobre ''amistades'', pero no entraré en detalles sobre eso.
Al final logré convencerla para que estuviera bien con aquella idea, y los presenté después de unos días conociéndonos. Keith, el grupo y yo hicimos buenas migas desde el primer momento, y la 'familia' iba creciendo.
CONTINUARÁ...
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⊹La historia de Miley Hanamisaki⊹ ₊‧[Demon Slayer AU]‧₊
FantastikEsta historia va a tratar sobre un OC de kny que creé recientemente, y va a ser contada desde la perspectiva de ella. Se describirá a cada personaje en su dado momento. Intentaré hacer la historia lo mejor posible. ¡¡Espero que os guste!!^^