CAPITULO 6

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Al fin libre

Las únicas cosas que traía conmigo era mi anillo de bodas y la nota que Renjun dejó en mi cama esa mañana.

El papel está con un color amarillento, la tinta ha amenazado con borrarse, pero por una razón, sigo sintiendo el perfume de sus manos sobre este pedazo de papel.

"Te esperaré en el Yeouido Park 03:30 p.m.

Siempre tuyo,

H.R."

Y pensar que hace seis años era un simple pedazo de papel. No sabía que podía ser tan poderoso y quitarme seis años de mi vida.

Todo comenzó con una nota donde mi esposo me invitaba a una cita.

Donde él murió y fui inculpado por ello.

No sé en qué estaba pensando cuando decidí ir a esa cita.

Me ha llevado seis años haciéndome la misma pregunta. ¿En qué estaba pensando?

Nadie me iba a decir que la pena por homicidio en Corea es de veinticinco años. Para una persona como yo sin antecedentes penales, puede ser rebajada a quince, lo que al final por buena conducta, un buen abogado y muchos sobornos al juez y fiscal, han sido seis años.

Hoy seré libre.

Libre de un crimen que no cometí, y el cual se me fue condenada injustamente. De no haber estado encerrado en esta prisión que se ha convertido en un martirio para mí, no hubiese trazado la mejor de las venganzas.

Seis años de mi vida.

Seis años perdiendo mi vida, la que ahora se encuentra en la nada. Siendo una persona consumida por el resentimiento, venganza y dolor.

Seis años que lo único que me mantuvo cuerdo fueron esas malditas cartas que Renjun dejó para mí.

Un líder del círculo. Un asesino en mis propias palabras.

Seis años me tomó trazar la que ahora será mi nueva vida.

Estando encerrado con el tiempo se deja de sufrir, sólo deja de importar porque se vuelve cotidiano.

La venganza jamás será cotidiana para mí. Debo vengar su muerte y la mía porque yo morí mientras estuve aquí.

Renjun no debió dejarme estas cartas, porque ahora quiero saber más.

Quiero conocer ese mundo, sé que no será fácil. Me tomaré un tiempo. Necesito una ducha de verdad, comer algo que no haya sido escupido y dormir en una suave cama.

Ahora tengo más dinero que nunca. Me puedo dar ese gusto.

Todo comenzó con una cita, una última cita, donde cada noche puedo recordar el susurro, sentir su aliento en mi cuello y recordar pronunciando en mi mente y a veces en voz alta aquellas últimas palabras:

Te amo en esta vida, y la que sigue.

Confía en mí.

No solamente murió... fui inculpado por ello y necesito saber quién lo hizo.

Todo el mundo tiene que conocer al nuevo Na Jaemin.

—Buen viaje, Jaemin — el guardia de seguridad se burla de mí—Te vamos a extrañar, no todos los días podemos ver a una belleza como tú encerrado.

Me rio con ironía.

—Lo superarás—El da la señal que abran el portón para mí. Siento el polvo bajo mis pies, llevo mis puños apretados pero la cabeza levantada.

𒉽𝚂𝙲𝙴𝙻𝙴𝚂𝚃𝚄𝚂𒉽|| ᴺᴼᴹᴵᴺDonde viven las historias. Descúbrelo ahora