Capítulo III

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INT. Casa de Wendy - Noche

Wendy antes de entrar a su casa con Haila, desde las afueras se dirige a una de las ventanas principales a verificar que su madre Grace no esté cerca. Esto lo hace con el objetivo de no ser acribillada con tantas preguntas como por qué tiene la camisa manchada o del por qué se vinieron antes de lo previsto.

-Wendy: hay que entrar como polizones o si no tendremos que dar explicaciones...
-Haila: ¡estas loca!, entremos y ya, además, ¿qué puede pasar?

Haila le quita las llaves de las manos a Wendy, en lo que inserta la llave, se abre fácilmente la puerta, al parecer Grace no está.

-Wendy: ¡ufff!, ¡no está!, de las que no salvamos.
-Haila: ¡eh!, puede ser que este en el baño.

Cuando Wendy y Haila por fin entran a la casa, Grace va detrás de ellas sin que se percaten. Cuando Wendy cierra la puerta, Grace interpone su pie derecho para que no se cierre totalmente, Wendy con la vista baja observa que hay un pie, al subir la vista, se da cuenta que era Grace...

-Wendy: ¡eh! Eres tu madre, ¡que sorpresa!
-Grace: antes que nada, ¡buenas noches!

Wendy tantea no dar explicaciones y le agarra la mano a Haila...

-Wendy: ¡ven, amiga!
-Grace: ¡esperen jovencitas!, a donde van. Cómo Wendy no me responderá y le dará vuelta al asunto te pregúntare a ti Haila. ¿Qué les pasó?, han venido temprano de la cancha y además Wendy trae su camisa manchada.
-Haila: ¡eh!, todo tiene una explicación, al estar en las gradas de la cancha, Wendy fue a comprar unos hot dogs y al bajar las gradas hasta donde estaba yo, le dieron con un balonazo y es por eso que trae su camisa hecha un desastre. Al no pedirle disculpa él que le ocasionó todo eso, me enoje y trate de irle a reclamar al tipo, en lo que Wendy me detuvo y decidimos venirnos para acá.
-Grace: ¡entiendo!, pensé mal, me imagine que Wendy había discutido con la alguna otra chica.
-Haila: Mas bien Wendy fue la que me detuvo de no ocasionar un pleito en la propia cancha, por el tipo que ni siquiera dio la cara.
-Wendy: mamá, ¡eh!, será que puedas mediar por nosotras para que los padres de Haila permitan que se quede a dormir conmigo.
-Grace: haré el intento, de hecho vengo de haya de conversar un rato con ellos. Los llamaré, a ver qué dicen.
-Wendy: ¡toca esperar!, espero buenas noticias.

Grace llama, alrededor de nueve minutos cuelga y suspira, ya tanto Haila y Wendy saben que la respuesta fue negativa.

-Grace: ¡lo siento chicas!, Lowell solo permitirá que Haila se quede hasta las once y cuarenta de la noche.
-Wendy: todos nuestros planes se fueron al carajo.
-Grace: ¡oye niña!, yo no te enseñado ese vocabulario.
-Wendy: ¡disculpa madre!
-Haila: me parece bien hasta cierto punto, respeto la decisión de mi papá, sé que trata de ser complaciente a su medida.
-Grace: no se desanimen la noche es joven, ¿qué planes tienes Wendy?, yo sé que estás presente con ideas locas...
-Wendy: ¡eh!, no se me ocurre nada,
-Grace: ¡que tal!, si les preparo algo de cenar o mejor dicho calentar, hay lasaña, ¿de beber que prefieren?
-Wendy: ¡madre, siendote sincera!, no creo que sea lasaña casera, ¡cualquier bebida, estará bien para tomar!
-Grace: ¡ummm!, no me hagas que me enoje, por cierto hija, ¿culminaste con tu tarea de matemáticas?
-Wendy: ¡eh!, se me había olvidado por completo, ¿Qué haré? ¡Dios santo!
-Grace: Halia, ¿podrás ayudarle con eso a Wendy?
-Haila: ¡ok!, trataré de explicarle para que después resuelva los ejercicios
-Wendy: ¡esta noche será demasiada larga y sin entretenimiento.
-Grace: en cuanto cenen y hagan digestión les daré un café bien cargado...

Ya habiendo cenado y hecho digestión, Wendy sale de su habitación con un cuaderno y dos libros en sus manos, se quedan en el comedor, Grace quita los platos y limpia la mesa, Haila agradece no sólo por la cena si no también por ocuparse de los platos, Wendy acerca su silla a la de Haila y le enseña el cuaderno de lo que se le complica

Xeroderma XPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora