Capítulo IX

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Recordando lo que hablaron Haila y Wendy en la cena que las invitó la señora Jean:

INT. casa de la señora Jean - Cenando

-Jean: ¿chicas desde cuándo se conocen?
-Haila: diría que de toda la vida
-Wendy: somos casi contemporáneas, con tres años de diferencias
-Haila: ¡yo soy la hermana mayor!
-Jean: han sabido adaptarse por lo tanto se han convertido en eso lo que son: grandes amigas.
-Haila: recuerdo desde pequeña veía a todos los niños esperar el autobús escolar por las mañanas a otros andar por la calle y de venir a jugar del parque, en ese entonces era una niña de seis años, según lo que cuentan mis padres lloraba incesantemente y eso así que mi mamá se desconsolara. A Grace la conocieron ya que fue mi niñera por ocho años, con mi mamá conviví siempre desde su vientre hasta los seis años cumplidos, pasamos juntas eramos inseparable pero tuvo que decidir trabajar al igual que mi padre para mis tratamientos y acondicionar la casa y que no me hiciera falta nada, absolutamente nada inclusive sin eran lujos o lo que pidiera, de alguna manera ellos creían con eso que podrían aliviar por la situación que enfrentaba por mi enfermedad.
-Wendy: es mi hermana desde que tenía tres años, fui o soy su compañera de juego.
-Jean: dentro de poco serás mayor de edad, ¿tienes en mente algún sueño o meta?

Antes de contestar Haila, con el cuchillo corta la carne y con el tenedor la pincha, la mueve hacia el aderezo y la prueba:

-Haila: usted es experta en la cocina, este platillo es delicioso
-Jean: ¡te agradezco por el halago!, si hace unos años fui aprendiz en un restaurante de un italiano amigo mío...

Wendy las escucha y queda viendo a Haila fijamente, sus ojos están un poco lloroso, se acordó de la conversación de esa vez con Haila de que cuando cumpliría veinte haría un viaje sin retorno.

Haila la abraza para reconfortarla y lo logra

-Haila: desde que estamos juntas hemos tenidos aventuras recientes y de ya vieja data...
-Wendy: ¡déjame contarle!, cuando no éramos adolescentes aún, en los halloween salíamos a pedir dulces como las niñas inocentes y que es por hoy todavía los somos. A Haila le brillaban los ojos de ya querer estar afuera con los demás niños, de los trajes que me acuerdo que usábamos de ella era una momia y el mío de una brujita con mi escoba. Pedíamos dulces en todas las casas con los demás niños hasta noche, eran amigables..
-Haila: pero ya estamos grandes ya no podemos andar pidiendo dulces como niñas....
-Wendy: ¡eso es lo malo de crecer!
-Jean: ¡tienen historia!
-Wendy: a pesar de eso nunca ha podido conmigo de dormir juntas en mi casa o de pasar la tarde hasta el día siguiente de antes que salga el sol.
-Haila: ¡para eso estamos así de que se vuelva realidad!, ¡seremos vecinas, ni siquiera a la vuelta de la esquina, si no a la par!
-Jean: desde ahora pueden visitarme cuando quieran...
-Haila: sería por las noches
-Wendy: ¿su esposo, no se enojaría por nuestras visitas inesperadas?
-Jean: ¡al contrario!, él estaría contento con ustedes ya que me harían compañía... Nuestra hija y nieto viven lejos, ¡casi no los vemos!
-Wendy: ¡ya termine de cenar!, le puedo decir que después de Haila, su comida es rica tiene un toque... ¿Cómo lo digo?
-Haila: ¿a ver cómo?
-Wendy: es un toque... ¡Eh!, ¡cómo decirlo!, ¡Haila ayúdame!
-Haila: un toque casero, si adivino las verduras son orgánicas y en las especias no es invasiva...
-Jean: ¡sabes de cocina!
-Wendy: ¡sí!, cuando me quedo en su casa al día siguiente ella me consiente con los desayunos...
--Haila: yo me preparo mi almuerzo y hago la cena para tres, mi mamá Selma y mi papá Lowell y yo por supuesto. Aparte de eso me encargo de la limpieza de la casa y de lavar la ropa...
-Jean: ¿y con tus estudios?
-Haila: ¡no hay mucho que decir!, siempre ha sido en línea...
-Wendy: ¡cuéntale todo!,
-Haila: mis padres me han permitido de estudiar en una escuela nocturna, entrando a undécimo grado de preparatoria
-Jean: ¡a pesar de todo eras una chica feliz!
-Haila: sin mis padres que se aman y me aman y por Wendy mi hermana amiga y ángel guardián no lo sería.
-Jean: ¿chicas quieren probar mis malteadas?
-Haila: en otra se las aceptamos, ¡toca despedirnos!
-Wendy: yo quería...
-Haila: ¡no seas gorrona!

INT. casa de Haila - Noche

Selma y Lowell viendo su serie antes de irse a dormir, Haila se le acerca para uniserles a ver la serie...

-Selma: ¿hija cenaras?, para calentarte la cena...
-Haila: ¡ya cené con Wendy!, en la casa de la señora Jean, ¡nos invitó!, tomaré un vaso de leche y me iré a descansar
-Selma: yo te lo llevare a tu recámara, vete a poner tu pijama ¡quiero charlar con mi hija!
-Haila: ¡está bien!

INT. Recámara de Haila - Noche

-Selma: te traje tu leche le eche cocoa, aparte un emparedado de pollo...
-Haila: quedare tan llena que no podré dormir...

Haila sentada en su cama junto a su mamá, come el emparedado con sus dos manos, en su labio inferior le quedó un pizca de mayonesa, en eso 5oms su vaso con leche y bebe un sorbo grande...

-Haila: si le fuésemos aceptado las malteadas a la señora Jean estaría por explotar mi estómago...
-Selma: una amiga más en tu vida
-Haila: ¡eh!, su calor humano es cómo de una abu...
-Selma: ¡como de una abuela!
-Haila: ¡exacto!, su energía es como de una mujer joven con experiencia en la cocina, ya ni hablar de su gatito, ¡que es tan lindo!
-Selma: déjame recogerte el cabello para que duermas cómoda, humectare tu piel así que ponte cómoda.
-Haila: ¡ok!

Al terminar Selma, le apaga la luz de su cuarto llevándose el vaso y la bandeja, cierra no sin ante despedirse...

-Selma: ¡buenas noches, cariño!
-Haila: ¡que descanses mamá!

Después de dos horas Haila no concilia el sueño, lo que la hace decidir salir afuera a su patio trasero no si antes escribir su carta y atarla al globo como lo hacía antes cuando estaba nostálgica y deprimida por su encierro...

Xeroderma XPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora