Capítulo X

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INT. Jardín de la casa de Haila - Noche

Haila está indecisa de sujetar la carta al globo, lo cual la lee por segunda vez:

-Haila: en lo más profundo de mi corazón siento que vendrán cambios a mi alma, esos cambios alegrarán mi vida para bien, he salido con más frecuencia al exterior de noche, Wendy estará más cerca de mí, pronto estudiaré presencialmente, están conmigo siempre mis padres a mi lado apoyándome, tengo una nueva amiga mayor, continuó con lo que me apasiona el dibujo espero que esto me haga salir adelante en la vida, quiero convencerme que Dios me curará de mi enfermedad, como mariposa saldré de mi capullo, como pétalos de una flor me abriré, como pajarito alzare vuelo a los cielos desde el nido. Que todo lo que haga sea de agrado para Dios y sean positivas para mi ser... Espero que esta carta sea la última en llevarse mis miedos, angustias y desespero...

Haila observa el globo marcharse alto muy alto, se distrae con lo estrellado del cielo nocturno, con sus dos manos en posición de orar con los ojos cerrados le ruega a Dios. Al dejar de orar abre sus ojos y ve al cielo otra vez, pasa una estrella fugaz en segundos, Haila queda anonadada, en vez de pedir un deseo lo toma como una señal divina... Haila da las gracias a Dios y se dispone a ir a descansar...

INT. Recámara de Haila - Día

Tocan a la puerta de la recámara de Haila, era Selma que se tomó el día libre para pasar a solas como madre e hija. Selma se sienta a la orilla de la cama y observa a Haila dormir, Haila al tener la puerta abierta de su recamara siente el olor del desayuno que preparo con esmero Selma, con lo que se despierta frotándose los ojos...

-Selma: ¡buenos días hija!

Selma con su calor de madre la abraza y le da un beso en la mejilla. Haila se siente reconfortada...

-Haila: ¿te tomaste el día libre, por qué?
-Selma: ¡sí! Lo hice para pasar con mi hija favorita.
-Haila: ¡ummm! ¡Que extrañó!

Selma se suspende al pensar que Haila estaba acostumbrada a no pasar tiempo de calidad con ella...

-Selma: ¡dime!, ¿qué es lo que te extraña?
-Haila: ¡eh!, de que sea tu hija favorita... Cómo no lo voy hacer si soy tu unigénita
-Selma: ¡estas en lo correcto!, tu eres lo más valioso de mi vida... Recuerdo una frase de tu padre antes de casarnos, cuando eramos novios inclusive en los votos matrimoniales me dejó en claro.
-Haila: cuéntame...
-Selma: desde que nos enamoramos, el paso a segundo plano, que yo sería su prioridad y que cuando tuviéramos un hijo yo lo amara más a ese hijo que a él. En pocas palabras el paso a tercer plano...
-Haila: tengo una duda, ¿por qué él a tercer plano?
-Selma: tú para mí a primer plano, yo misma a segundo plano y él por lo tanto a...
-Haila: tercer plano... ¡Entiendo!
-Selma: sal de esa cama, ¡iremos a desayunar!
-Haila: ¡ok!

Ya habiendo desayunado, Selma quiere conversar a gusto con Haila...

-Selma: ¡hija!, ¿quieres beber algo caliente para el frío?
-Haila: ¡ummm!, leche de avena con chocolate y...
-Selma: sandwiches con extra de queso con pavo.
-Haila: ¿quisieras ver una película conmigo?, no es de terror... No sé qué pasaría si Wendy apareciera y mira la televisión por unos segundos...
-Selma: a estas horas está en clases ¡relájate!
-Haila: iré por un suéter

Haila baja de las escaleras, al sentarse al sofá, Haila se apega más a Selma y la ve a los ojos sonriendo...

-Selma: mi tiempo y atención serán solo para ti... Podemos ver televisión, conversar, jugar con cualquier juego de mesa, preparar juntas en almuerzo.
-Haila: Hagamos todo eso, ¡es tiempo de madre e hija!
-Selma: tu padre vendrá temprano posiblemente a la hora del almuerzo, ¿quieres salir con nosotros?
-Haila: ¿a dónde irán?
-Selma: aún no decidimos si de ir a cenar a un restaurante elegante o al cine...
-Haila: ¡a cenar está bien!, ¡no haré mal tercio!
-Selma: ¡no!, además tenemos un rato de no salir como la familia que somos...
-Haila: ¿el código de vestimenta será causal o algo elegante?
-Selma: ¡casual!
-Haila: ¡ok!, ¿y de almuerzo que cocinamos?
-Selma: lomo pinchado, con ensalada y arroz combinado con maíz tierno.
El menú lo eligió tu padre...
-Haila: el juego de mesa lo dejamos después de almorzar.

Preparando el almuerzo Selma y Haila, continúan hablando esta vez Selma la aconseja

-Selma: hija, cuando te sientas agobiada y sola, puedes hablar conmigo, yo estaré para ti siempre, si en las horas laborales no te respondo lo haré al inmediato en la hora de almorzar o de salida. Por las noches puedes despertarme y hablaré contigo, si quieres desahogarte puedes llorar en mi hombro. Si has tomado una decisión importante para ti futuro puedes contarme yo te apoyare en todo. Si con los años hay tratamientos eficaces para tu xeroderma, para que puedas estar al exterior intentemoslo. Cuentas conmigo, tu padre y con Wendy recuerda...
-Haila: a partir de hoy prometo que cualquier decisión o lo que me pase te lo diré a ti primero. Te consultaré y te haré parte en todo en mi interior y exterior. ¡Gracias por ser madre y ser tan buena!

Las dos de abrazan, se salen unas cuantas lágrimas en las dos. Selma limpia las lágrimas de su hija. A los segundo huele a quemado y Selma se concentra en continuar cocinando.

A la hora del almuerzo, Lowell llega a casa justo a las doce del medio día, al entrar a la puerta principal Selma lo recibe, él le da un beso en laa mejia y pregunta por Haila...

-Lowell: ¿Haila, se ánimo de salir a cenar con nosotros?
-Selma: ¡sí!, ella se dispone al cien por ciento
-Lowell: ¿está en su recámara?
-Selma: ¡no!, en la cocina termina de hacer la ensalada

Los dos caminan hacia la cocina...

-Lowell: ¿cómo está mi adorable hija?
-Haila: ¡eh!, bien, papá quítate el saco, vete a lavar las manos para almorzar...
-Lowell: ¡ok!

Pasan la tarde conviviendo como lo que son una familia, se divierten armando un rompe cabeza de una pintura de Vincent van Gogh...

-Haila: lo que resta de la tarde ni así completaremos la mitad de la mitad del cuadro de la noche estrellada.
-Lowell: cada domingo podemos avanzar...

INT. Restaurante - Noche

Sentados en la mesa, el mesero les da a cada uno la carta.

-Selma: Haila, yo comeré lo mismo que tu pidas.
-Lowell: ¡no te contengas hija!, pide lo mejor y sin ver el precio.
-Haila: ¡ok!

Cuando el mesero toma la orden, el teléfono de Haila suena, la llamaba Wendy. Haila duda en contestar, Selma habla:

-Selma: responde debe ser Wendy, algo importante tendrá que decirte...

Haila con su teléfono en el oído derecho responde:

-Haila: ¿dime amiga?
-Wendy: fui a tu casa, ¡no hay nadie!
-Haila: estoy con mis padres cenando en un restaurante.
-Wendy: ¡eh!, te dejo, ¡me iré a casa!
-Haila: ¡escucho tu voz apagada!, ¿durmamos juntas!, como en dos horas llego... Si se puede antes te mando un mensaje.
-Wendy: ¡está bien!

Mientras los tres comen, padre e hija, Haila les dice que la escucho triste...

-Haila: ¡me preocupa Wendy!, ¡algo le sucede!
-Selma: cenamos rápido y nos vamos

Lowell mira su reloj de su muñeca derecha.

-Lowell: han pasado como veinte y dos minutos, en una hora nos marchamos, ¿te parece Haila?
-Haila: ¡estoy de acuerdo!
-Selma: tu padre te dirá algo importante.
-Lowell: compartir tiempo de calidad con mis mujeres y amores para mi es importante, si algún día quieren salir me dicen o si necesitan cualquier cosa díganme sin ningún problema. Por lo que he dicho te abriré una cuenta de ahorro a tu nombre con un depósito inicial de cinco mil dólares y mensualmente depositaré Cierta cantidad hasta que cumpla veinte y cinco.
-Haila: papá, lo que harás siento que es demasiado.
-Lowell: eso lo debo de hacerlo desde que naciste
-Selma: no pienses que no creemos en ti de qué seas una mujer capaz de independizarte, de salir adelante por ti misma
-Lowell: sos lo más valioso para mi y tu mamá, para mi eres lo más sagrado que tengo junto a Selma. ¡Si me pasa lo peor en el futuro no quiero dejarlas desamparada.
-Haila: con lo que me has dicho papá lo aceptaré de corazón...

Xeroderma XPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora