Capítulo IV

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En un lapso de menos de una hora, ya todo estaba listo para que las chicas disfruten de la noche a solas. Ya con anterioridad Grace encendió la fogata en el jardín y las deja a solas para que terminen de acondicionar el jardín con las bebidas bien frías en la cubeta que Haila lleno con hielo, ya la comida mexicana les llegó hasta la puerta de la casa, en lo que Wendy a puesto una mesita para poner tanto la comida y las bebidas ahí.

-Wendy: Haila, ya casi todo está listo, nos falta la música y de tener al ladito las bolsas de dormir.
-Haila: ¡acuérdate!, la cámara, ya con esto, es todo...
-Wendy: ¡ok!, entonces nos toca ir al jardín.

Estando en el jardín, se sientan en banquitos de madera y comienzan a comer y a charlar cálidamentre entre ellas...

-Haila: préstame tu teléfono para descargar la aplicación de la tienda oficial del teléfono...

Haila descarga la app sin contratiempos y le dice a Wendy que elija entre sus canciones favoritas para escuchar.

-Haila: haremos una play lista de diez canciones las que más no gustan de cualquier género musical, abriendo la app los teléfonos se sincronizaran automáticamente y la música sonará al mismo tiempo.
-Wendy: que sea al azar, para cantar o bailar.
-Haila: ¡pasó!, no me atrae ni cantar ni bailar...
-Wendy: ¡no seas aburrida!, pues yo lo haré, así que con tu permiso bailaré y cantaré.

La quinta canción que suena es una de las que agregó Wendy y precisamente su principal favorita con lo que le nace cantar, se para del banquito de madera y con su mano extendida se imagina que tiene un micrófono en la mano, Haila la observa, Wendy baila muy mal, pero lo de cantar lo hace bien.

Estando detrás Haila de Wendy, decide encender su cámara y grabarla sin que se de cuenta por el momento. Dando vueltas Wendy ya apuntó de terminar su canción, se marea y se tropieza y cae boca a bajo. Haila quiere reírse y deja de grabar ya que mira que Wendy no se levanta y piensa que fue sería la caída. Haila al intentar de auxiliarla, se arrodilla, Wendy la agarra de la cintura con sus manos y la embiste para hacerle cosquillas, en lo que lo logra.

-Wendy: te haré cosquillas hasta que decidas bailar y cantar conmigo o llores de tanto reírte y me pidas que te deje en paz siempre y cuando aceptes lo que te diga.
-Haila: ¡ummm!, te atreves de nuevo en retarme, la que llorará aquí serás tú, llorarás tanto que perderás la compostura y te orinaras.
-Wendy: ¡no creo!

Se arma una batalla campal de cosquillas en todo el patio trasero, Haila se para del suelo y se corre de Wendy al saber que esta perdiendo, Wendy la sigue, las dos se cansan y deciden de irse a sentarse de nuevo. Wendy toma una bebida de la cubeta la destapa y bebe su contenido, Haila réplica lo mismo. Haila ve fijamente a Wendy a la cara y le dice que mire la hermosura de la luna ahorita que el cielo esta despejado.

-Haila: quiero presentarte a mi amiga que me acompaña en la oscura y fría noches.

Wendy no entiende y se queda con una percepción extraña en su mente.

-Haila: esa amiga es la luna, tan bella y brillante la que no me lástima
-Wendy: me presentó luna, me llamó Wendy actualmente soy una adolescente de catorce años, soy el ángel guardián de Haila.
-Haila: ¡no te burles!, yo te lo dije en sentido metafórico ¡jajaja! Ya ni sé lo que te digo.
-Wendy: esa luz que la luna refleja en las noches, esa luz precisamente es del sol.
-Haila: ¡creo, que es eso!, lo que me fascina de la luna. Es como un ángel guardián que me protege, es la que me permite estar aquí afuera en la noche de disfrutar. Eso es parte lo que la luna hace por mí...
–Wendy: ¡óyeme!, me cambiaste por la luna... ¡Yo soy tu ángel guardián!
–Haila: ¡no!, tú eres mi amiga hermana
–Wendy: ¡ummm!, me encanta saber que me tienes tanta estima y me consideres parte de tu familia.

Xeroderma XPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora