2. Golpe de realidad

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No recuerdo cuando comenzó, no recuerdo como las sensaciones llegaban a mí, pero estoy segura de que lo que siento es dolor, dolor de muchas formas posibles, pero algo siempre permanencia y era el ardor que me recorría todo el cuerpo, o tal vez solo una parte.

Sentía tantas cosas y a la vez me confundía el no sentir el control de mi cuerpo como si estuviera encerrada en mi conciencia, en un momento sentía que me ahogaba y después que perdía la noción de todo, dolor en punzadas continuas o uno que persistía pero siempre aumentaba, me sentía agotada y nunca paraba.

No veía nada todo era oscuridad, no controlaba nada no sentía mi cuerpo y conforme pasaba el tiempo más olvidaba la sensación de lo que era controlarlo. A veces intentaba recordar cómo se sentía el viento en mi cara, o las caricias de un simple roce, la presión en mis pies cuando me ponía de pie, pero no me podía concentrar, el dolor siempre interrumpía mis pensamientos hasta el punto de que ignoraba lo demás.

Cuando sentía que ya no podría más, que ya no resistiría el dolor, la asfixia, el ardor, cuando sentía que podría volver a morir en ese momento cambiaban de tortura, comencé a pensar que estaba en el infierno que no tendría salvación ni descanso, y en algún punto pensé en mi familia, sus muertes fueron mi culpa si yo no existía ellos seguirían vivos, si yo no hubiera hecho justicia por mi propia mano todo hubiera sido distinto.

Merecía el dolor, merecía sufrir por la eternidad, sin duda si había un dios hiso lo correcto en dejarme sufrir en el infierno.

No se cuanto tiempo paso, y no me interesaba ya había perdido la fe, pero seguía consiente o eso creía, solo para recordarme cada cierto tiempo que me lo merecía. Si pudiera describirlo solo me mantenía consiente para hacer mi pena mas profunda, era lo que me merecía después de lo que hice.

Cuando perdí todo cuando ya no sabia que eran mis pensamientos y que el dolor, cuando mi dolor se sentía parte de mi y no recordaba otra sensación más que la tortura en ese momento abrí los ojos.

El dolor paro y mi conciencia volvió a mí, y eso se sintió mal.

Yo no recordaba nada, comencé a parpadear por instinto, quería hablar, pero me comencé a ahogar, tenia algo en la garganta. Al sentirme que me ahogaba sentía una sensación familiar, como si eso fuera normal.

El ruido alertó a unas enfermeras que de inmediato checaron mi estado y cuando vieron todo en orden comenzaron a desintubar.

— Señorita, no se mueva traeremos al doctor no intente hablar posiblemente su garganta necesite reposo.

Solo asentí con un movimiento de cabeza. Conseguí un chequeo médico completo, parecía que me miraban y veían un milagro. Nadie menciono una palabra que no fuera sobre mi salud, por lo que mis dudas aumentaron.

Pero la ventana que tenia a un costado podía enseñarme que era hora de dormir y yo quería hacerlo, quería descansar y no sentirme agotada por que creo que eso era lo que sentía. Pero al cerrar los ojos el miedo hacia que los abriera impidiéndome dormir por el miedo de quedar atrapada de nuevo en esa tortura.

Con el pasar de las horas comencé a pensar que todo fue un mal sueño que mis padres en cualquier momento entrarían por esa puerta, no podía sobrevivir a tres disparos tal vez alguien me noqueó en el torneo o me dejó en coma soy una mujer lobo pero no soy invencible y mucho menos con acónito en la sangre. Tal vez todo lo soñé por leer libros, una persecución y cazadores en el siglo veintiuno es una locura.

Cuando el sol comenzó a salir la puerta se abrió azotándose y yo quería ver a mis padres entrando por esa puerta con dulces como cuando siempre me lastimaba de pequeña y siempre me daban uno para alegrarme.

Lobo Solitario (Merlina xTn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora