12. Sinclair

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Enid me colocaba mi corbata para el funeral del alcalde, a pesar de ser totalmente capaz de hacerlo por mi cuenta sabía que no quiere pensar en cierta persona.

Pero tal vez no fue lo mejor ya que me estaba durmiendo mientras estaba parada, veía mi rostro por el reflejo de la ventana, ojeras de mapache y piel de vampiro, abrí mi boca para ver mis colmillos mas grandes de lo normal, pase la lengua sobre ellos y me corte, maldición ya había superado la molestia en el interior de la boca al comer.

— Maldición así no era.— Mi atención se dirigió a Enid.

— Eso parece una bola de estambre en lugar de un nudo para corbata. — Xavier se reía mientras miraba mi cuello.

— Un último intento o te pondremos un moño. — Asentí. — Perfecto.

No fue un intento ni tres ni cinco en realidad no sé cuántos fueron hasta que Enid se frustro y me dejo con la corbata enredada por toda la cara.

— Por qué no haces el nudo de siempre Keyron y dejas en paz la última neurona de la rubia. — Xavier se reía mientras miraba a Enid que se encontraba en mi cama cansada, pero eso no impidió que viera a Xavier con odio.

— Se me olvido como hacerlo. — Respondí mientras me quitaba la corbata arrugada de la cara y tomaba otra planchada. — pero tal vez recuerde como hacerlo.

Comencé a hacer el nudo que más me gustaba, un Trinity o trinidad, cuando estaba completo Mire a Enid con sus ojos llorosos y desate el nudo de nuevo.

— No me acuerdo como se hace, Enid si no puedes me voy sin corbata.

— Tus esperanzas no serán en vano. — Xavier se golpeó la frente y salió de la habitación. — Estoy segura de que es de esta forma.

Llegamos al lugar mientras todos vestían de negro y la lluvia se hacía presente. Los funerales eran muy sombríos siempre lo han sido y siempre lo serán, pero me siento como una hipócrita porque ni siquiera conocía al alcalde. Solo de vista, y ver a su hijo llorar por su padre al cual amo con su vida y yo no sentir nada, se siente mal como si algo faltara en mí.

Jamás logre despedirme de mis padres ni siquiera he visitado sus tumbas y hago todo lo posible para no ir a mi cita obligatoria de un bar en la ciudad más cercana. Enid me jalaba hacia otro lado dejando mis pensamientos a un lado.

La ceremonia había acabado y no me di cuenta, Merlina parecía ver algo en lo profundo del bosque, pero entendía que ella tiene sus propias batallas y que Enid me necesita. Ya la hice pasar por muchas preocupaciones, dejare de hacerlo por un rato.

— Entonces hay alguien en ese frio corazón. — Escupí el licuado de proteína. — Parece que si Uyyy. — Divina me miraba.

— Es alguien que conocemos. — Yoko sorbia un poco de sangre mientras se acostaba en su cama y me molestaba ya que yo estaba sentada en el suelo recargándome en su cama. — ¿Quién conquisto tu duro corazón?

— Solo disfruto de la soltería. — Di otro trago. — No hay nadie en particular, nunca lo ha habido.

— ¿Significa que ya estas disponible? — Asentí. — Porque yo conozco algunas chicas que te quieren clavar un colmillo o dos. — Divina sonreía.

— También hay algunas pieles que quieren calentar tu cama.

— ¡Enid! — Me cubrí mi rostro con mis manos para ocultar mi sonrojo. — No dejare que mi soltería opaque tus problemas de matrimonio con tu roomie.

— ¿O cierto porque te enojaste con Merlina? — Yoko me dejo de molestar y cambio a una mirada curiosa dirigida a Enid.

Las horas pasaban, Enid exageraba algunas cosas, pero no se olvidaba de dar hasta los más mínimos detalles lo que provocaba que las dos vampiras no les quitara la vista de encima, mientras yo miraba el techo escuchando la mayoría de las cosas que ya sabía.

Lobo Solitario (Merlina xTn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora