¿Y si te siguiera? (Crossmare)

Por derecho

Todo a la mañana siguiente parecía en armonía, los hermanos Joku y los invitados estaban a mitad de un desayuno, que lastimosamente era un poco incómodo para todos.

La tensión entre Killer y Cross era bastante, pero, Nightmare estaba más interesado en su hermano, quien, desde que había llegado, no había pronunciado palabra, parecía tener ojeras por haber llorado; tenía un pañuelo que nunca le había visto, y parecía temblar.

Se veía que no había tenido una noche agradable.

Night volteó a ver hacia sus amigos, estos estaban teniendo un pequeño pelea de comentarios pasivo-agresivos, pero, son lo suficientemente grandes como no pelearse por cosas así.
-Dream, ¿me acompañas a la cocina?-.
Dijo la pesadilla y en soñador asintió algo apenado.

Ambos hermanos se fueron con dirección a la cocina del hogar. Una vez ahí, el de corona lunar empezó a interrogar al de corona regular.
-¿Todo bien, Dream?-.
-Si, ¿por qué preguntas?-.
Su voz sonaba destrozada como si hubiese estado gritando toda la noche.
Nightmare tomó valor, acercándose a su mellizo y quitándole de un tirón aquel pañuelo del cuello.
Había una venda debajo, se veía con marcas de sangre seca, esto encendió de inmediato las alarmas de la pesadilla.
-¿Ink te hizo esto?, ¿para eso fuiste con el?-.
-¡No!, Ink-.
Eso hizo doler la garganta de Dream.
-No fue Ink-.
Se sonrojó al mismo tiempo que susurraba esas amargas palabras a su hermano.
-¿Quién fue?-.
-No te lo puedo decir, quedamos en que solo iba a ser un secreto y que tú más que nadie no debías saber quién era-.
-¿¡Por qué mierda no!?-.
-Porque lo golpearías y lo sacarías de tu grupo de amigos-.
-¿Es de mi grupo de amigos?-.

El chico dorado se quedó en completo silencio.
-Si, pero, eso es todo lo que diré-.

Volteó su cara, no dejaría verse débil ante esa situación. Nightmare siguió revisando a su hermano.
-Quítate esa mierda del cuello-.
-Bien, no tengo problema-.
Se quitó la venda del cuellos, dejando ver una marca de ahorcamiento conjunta a una gran mordida a media cicatrización.
-Mierda Dream, esto es horrible-.
-Jeje, eso no es lo peor-.

Rodó los ojos para luego enseñarle sus muñecas, hombros, parte de su cintura y espalda.
Sus muñecas tenía marcas de haber sido atadas; sus hombros mordisqueados, su cintura llena de arañazos, al igual que su espalda, solo que está además de eso, tenía mordidas y marcas de cortes.

-¡Mierda!, debemos llamar a la policía, esto es -.
-Yo lo consentí-
-¿Qué mierda me estás diciendo?-.
-Yo lo dejé hacerlo, por eso no te preocupes, no fue en contra de mi voluntad, solo...-.

Se bajó su suéter cubriendo sus partes íntimas.
-Hizo algo que no me gustó del todo, pero, lo resolvimos y no volverá a pasar-.
-¿Se puede saber que es?-.

La mente de Dream comenzó a divagar entre pensamiento y pensamiento hasta recordar lo sucedido, la noche anterior estaba tan lúcida en sus recuerdos que casi lloraba al recordar sentirse vulnerable.

-Nada importante-.

Dream salió de escena, yendo hacia su habitación, no sin antes pasando por la sala, viendo cómo sus invitados casi estaban por agarrar a golpes.

Subió las escaleras lo más rápido que pudo, yendo hacia su cuarto, tomando ropa limpia y una toalla para terminar yendo hacia el baño. Se encerró ahí, desnudándose y metiéndose a bañar. A los pocos segundos comenzó a llorar, se sentía horrible consigo mismo, pero, a la vez, como si alguien lo hubiese limpiado de aquello que lo atormentaba día y noche.

No era secreto para nadie que todos los amigos de Nightmare querían con Dream, los mismos amigos de Dream, querían con Dream, hasta en una ocasión, Ink trató de sobrepasarse con el; lo único que alguien había logrado con él era un beso o algo así, nada fuera de ahí, nadie había sobrepasado esa línea hasta que, un día, comenzó a hablar mucho con uno de los amigos de Nightmare, quien desde un inicio le dejó clara sus intenciones, pero también, que quería algo serio.
Pasaron los días, las semanas, los meses y se habían vuelto buenos amigos, eso, hasta que le propuso una relación, pero, a escondidas de los ojos. Eso había sido hasta anoche.
Estaban a mitad del aquel acto, ese acto que ya había sucedido más de una ocasión pero que nadie les prestaba la atención debida para saber lo que sucedía entre ellos.