XII

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Un día completo ya había transcurrido. Sólo faltaban seis días para la desintegración de Jennie si es que está no rompía el pergamino, eso seguía en pie. El querubín dentro de ella no iba a ser capaz de salvarla pues ya ese era su destino.

La pelea estaba siendo demasiado fuerte. Se escuchaban truenos, el cielo temblaba y de más. Los gritos de Urano eran poderosos al igual que los de Jennie.

Todos dentro del Olimpo se preguntaban que iba a pasar. Ya tenían horas peleando y no sabían quién iba ganando ni perdiendo.

Lisa estaba despertando y Rosé se acercó a ella igual que Jisoo que, desde el primer momento ayudaba a los dioses con sus heridas.

— Jennie ¡Jennie! — se despertó de forma brusca — ¿Donde esta Jennie? — miró a todos lados buscando a su amada.

— Lisa, calma — le dijo Jisoo.

— ¿Donde esta Jennie? — repitió.

— Ella esta peleando — Lisa se puso de pie con ganas de salir ¿como era posible que Jennie estaba peleando? Su Jennie, por el amor a cristo ¿no pensaban o que?

— ¡¿Como es que ella esta peleando con un maldito titan?!

— Lisa, relájate un poco. Ella es un querubín.

— ...¿Que?

— Ella tiene la capacidad de matar a un titan si se lo propone — explicó Rosé — digamos que, nosotros somos del primer cielo, los titanes del segundo y Jennie pertenece al tercer cielo, lo que significa que ha tenido un querubín dormido durante mucho tiempo.

— Ella... entonces ella no morira — dijo Lisa con esperanza.

— Si ella rompe el pergamino morirá y como elegida tiene que hacerlo o su alma se consumirá en el viento, ya sabes lo demás.

— Su alma se consumirá en el viento porque es más que un simple dios — Rosé asintió — tengo que ir a ayudarla.

— ¿Que crees que vas a hacer allá afuera? — preguntó Jisoo algo irritada por todo — ¿fusionarte con ella como en dragón ball? — Lisa miró hacia abajo — ella ha estado allí afuera durante horas, así que relájate un poco que si necesitará ayuda ya sabríamos ¿es que no sientes como tiembla la tierra? Ella está dando todo por ti, Lisa.

— No dejare que rompa el pergamino.

— Sabrás lo que pasara si no lo hace.

— Daré mi alma por la de ella — todo quedó en silencio. Afuera del lugar y dentro del Olimpo — ¿que pasa?

— Ella ganó — hablo Zeus — ella acaba de matar al cielo... — Lo supo porque sintió como su corazón dolía por segundos, después de todo, el también era una pequeña parte de ese cielo.

Las puertas del Olimpo se abrieron con fuerza mostrando una reluciente figura blanca que no se reconocía por todo el brillo que emanaba. Cuando sus pasos adentraron al lugar, vieron aquella cara morena destrozada. La sangre brotaba de su cabeza, sus alas ya no estaban y su ropa estaba rasgada. De su mano llevaba una cabeza; ella lo ha decapitado. Tiró la cabeza en el suelo y ella cayó después dándole a entender a todos que estaba totalmente desmayada. La mayoría se acercó corriendo a ella y Lisa la tomó del rostro.

— Ella consiguió el tercer libro — dijo Freen — Dios mio, esta mujer es asombrosa.

— Pasa algo malo — comentó Apolo — toda la fuerza que usó para la batalla la ha consumido, ella no despertara hasta nuevo aviso. No creo que tome mucho.

— Falta menos de una semana para el día que ella tiene que romper el pergamino — Lisa negó al comentario de Zeus.

— No dejaré que lo haga, daré mi alma por la de ella. Si llegase a despertar después de todo, ya no estaré a su lado.

Una gota de ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora