Salimos todos juntos por las grandes puertas y la señora Pomphard se despidió de nosotros, volvió a entrar en el palacio con las puertas cerrándose tras ella.
Lo peor ya había acabado.
Subimos al autobús que nos esperaba en el aparcamiento y me senté al lado de la ventana.
Me puse mis cascos y apoyé la cabeza contra el cristal. Observé como el palacio desaparecía en la distancia.
Llegamos al instituto y bajamos del autobús.
Cuando todos ya estábamos fuera, la señora Bush nos mandó a clase, excepto a mí, que me pidió que la siguiera.
Avanzábamos por los pasillos del instituto con todas las personas mirándonos. Había aprendido a evitar sus miradas que ya no me incomodaban.
Llegamos al despacho de la directora que estaba sentada en su gran sillón leyendo unos papeles. En cuanto nos vio entrar, me indicó que me sentara y a la señora Bush que se marchara.
Me senté en una de las sillas que estaban en frente de su escritorio.
Unos segundos de silencio después, la puerta se abrió y apareció Ashley que se sentó en la silla que había a mi lado.
Me sonrió de forma burlona mientas se colocaba el pelo.
-Bien chicas.- dijo la directora.- Me he enterado de lo que pasó durante la excursión y me parece una falta de respeto enorme.- empezó a regañarnos diciendo que habíamos dejado mal al instituto y esas cosas. Chorradas. No atendí mucho.
-Fue todo culpa de Rachel- empezó a decir Ashley.- Yo estaba tranquilamente cuando empezó a atacerme sin ningún motivo- dijo con cara de inocente. No sé como la gente siempre se traga lo que dice.
-Eso es mentira.- dije levantándome de la silla.
-Rachel, por favor, sientate.- dijo la directora.
Lo hice a regañadientes.
-No sé quién empezó la pelea y me da igual, las dos estáis castigadas.-La semana que viene os quedaréis dos horas después de clase en el aula de castigo.
La verdad es que ese castigo no me importaba. Prácticamente me quedaba todos los días castigada después de clases así que...
-¡¡Pero eso no es justo!! Rachel siempre se queda castigada después de clases. Eso no es un castigo para ella.- Hija de su madre. ¿Para qué tiene que abrir su bocaza?
-Cierto Ashley.- dijo la directora pensando.- Entonces... La semana que viene es el baile de fin de curso y necesitamos gente para que decore el gimnasio y prepare todo lo necesario para la fiesta.
-¿Quee?- dije sorprendida- ¡Me estás diciendo que tengo que preparar un baile al que ni siquiera voy a ir!
-Eso mismo estoy diciendo, y por supuesto que tienes que ir, para asegurar que todo esté en orden. Ya podéis iros.- Me levanté de golpe. Ashley parecía satisfecha con mi castigo. Cogí mi mochila y salí de la habitación dando un portazo.
Me dirigí a casa de Joe. Al menos era viernes y tenía todo el fin de semana para hacer el vago.
Abrí la puerta y Joe estaba sentado en el sofá viendo la tele.
-¡Ya estoy en casa!- grité mientras subía las escaleras.
-¡No hace falta que grites!- gritó Joe
-¡Valee!- le volví a gritar.
Tiré la mochila nada más llegar a mi habitación y me senté en la ventana.
Entonces me llegó un mensaje al móvil. Era Kate.Baja de la ventana vaga, te esperamos en el parque Lara, Jason y yo
Cogí mi gorra, el móvil y salí de casa despidiendome de Joe que estaba muy centrado viendo la televisión y prácticamente no me hizo caso.
ESTÁS LEYENDO
El secreto de la chica de la gorra
HumorRachel "Ray" Sanders ha sido siempre una chica un tanto especial. No es como las demás chicas ni de lejos. Ella prefiere ir a jugar al fútbol a ir de compras. Odia los toda la ropa femenina (sobre todo los vestidos), el color rosa a muerte y todas l...