21. Hotel.

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Punto de vista de la protagonista más salada, Kiara.

Bueno, salió mejor de lo que pensaba.

Jungkook y yo estábamos ahora recogiendo nuestras cosas, mis papás habían llegado un poco más tarde con la excusa de que estaban haciendo mercado para el viaje de hoy. Sí, ya íbamos a salir a Tucacas y no estábamos ni enterados.

Jungkook optó por llevarse una de sus grandes maletas, yo seguía sin creer como fue posible que haya arrastrado eso de Corea a Maiquetía, y luego aquí a San Felipe, es una cosa que me parece sumamente ilógica. Estaba metiendo sus cosas, al igual que yo, pero en una maletica de Barbie esperolada que tenía guardada por ahí.

Traje de baño, toalla, ropa, chanclas y protector solar, mucho, demasiado.

El ambiente ahora estaba muchísimo más tranquilo, no se sentía esa tensión de antes, pero sí la ansiedad, al menos de mi parte. Debemos llevar esto con calma, creo que nos precipitamos demasiado y hay que hacer las cosas bien.

—¿Ya metiste todo? —preguntó Jungkook cerrando finalmente su maleta.

—Bueno, creo que sí, sino no importa, sobreviviré. —Le resté importancia y cerré la maleta igualmente.

Se sentó en la cama luego de tomar la bolsa que había dejado al lado del clóset. Por supuesto que la había notado cuando la compró, de bolas, pero no iba a preguntarle directamente.

—Quería darte un regalo, no significa demasiado, pero de verdad lo necesitas, espero no ser muy pesado. —extendió la bolsa hacia mí y no dudé en tomarla.

Eché el ojo en la bolsa y no pude ocultar mi sorpresa.

Un teléfono.

Pero no, no un teléfono, era EL teléfono.

—Naguará, Jungkook, júralo. —exclamé con sorpresa al sacar la caja de la bolsa —Es uno de esos Samsung arrechísimos que cuestan un ojo de la cara.

—Sí, no sabía si te gustaba más ese o un iPhone, pero si me veían comprando otro teléfono que no fuese Samsung me asesinarían al pisar Corea.

Negué con la cabeza —No, chico, me encanta, no era necesario, muchísimas gracias.

Me acerqué a abrazarlo inmediatamente. No sabía cómo sentirme ahora, ¿Será un método de pago por tenerlo aquí en mi casa? Bueno, no lo sé, me sirve.

Mi papá tocó la puerta del cuarto, pero no la abrió. —Muevan ese culo o se van a quedar en el aparato.

Traducción: Ya nos vamos.

Me separé de Jungkook —Tenemos que irnos, espero no sufras demasiado.

—¿Por cuántos días nos quedaremos?

Que arrecho que este mamaguebo solo sabe cuándo se va pero no cuándo regresa, muy yo diría mi mamá.

—Coño, como 3 o 4 días, no sé, acuérdate que hay que pasear por toda Venezuela antes de que te vayas a... a Corea, sí, en algún momento.

Asintió. —Bueno, una nueva aventura para Shrek y Burro.

—Yo soy Shrek.

—No, tú eres Fiona. —atacó.

Le metí un carajazo —Respeta, cabeza e' guebo.

—¡Pero tiene más sentido que seamos Shrek y Fiona! Mira, yo, tu salvador, vine a buscarte a tu castillo recóndito luego de atravesar miles de obstáculos para reclamar tu mano, somos ellos.

¡Nojoda, Jungkook! || Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora