¡Nojoda, Jungkook! || Jeon Jungkook

19. ¿Mejores amigos?

Punto de vista de la quesua de Kiara.

Ya era de noche, no había visto a Jungkook desde el incidente puesto que salí del cuarto para evitar verlo, y él tampoco ha salido, pero inevitablemente le tendré que ver la cara cuando vaya a dormir, coño de la madre.

Marico, en qué estaba pensando yo, tenía el cerebro en el culo, o no, de hecho, estaba pensando con la cuca, es la única razón lógica que se me ocurre ahora.

No voy a mentir, yo me la paso diciendo 27/9 que quiero tirar, que quiero besuquearme a alguien así a lo desgraciado, que quiero que me escupan caroreña en la boca, pero mano, ES MENTIRA, cada hombre que se me acerca me da miedo, pensé seriamente en si a mí de pana me gustaban los hombres, no me explicaba por qué carrizo los apartaba a todos.

Bueno, casi todos, a Jungkook no, pero entiendan, Jungkook es Jungkook, no forma parte del montón.

Casi tiro en mi cuarto, en ese chiquero, con mis papás al lado, me iban a matar a palo, a mí y después a Jungkook. Profanar su casa, a metros de distancia, que pecado.

Ahora mismo estaba sentada en la cocina bebiendo un cóctel pelabolas, o sea, dragón con glup, ese ron de dos dólares me va a mandar pal' hospital, oyó. Tenía la misma ropa que hace rato, ni siquiera me había cambiado, NI SIQUIERA PODÍA ENTRAR AL CUARTO. Con qué cara veía yo a Jungkook después de quitarle la toalla, nagueboná, ese momento de valentía me duró poco.

Escuché unos pasos que venían del pasillo. Verga, mi mamá me va a ver que ese dragón va palo abajo cuando se supone que era para mañana.

Sí, porque nos vamos a Tucacas mañana.

Mi mamá apareció en la cocina toda arreglada, y atrás venía mi papi con un súper traje y una corbata que casi que tenía luces led. Verga, como que van a salir.

No me dejen sola con Jungkook, se los suplico.

—Eh, ¿V-van a salir? —pregunté cagada, marico, no, qué será de mí sola con ese hombre.

Mi mamá caminó hasta la sala en busca de su cartera, andaba hasta entaconada, aquí van a rodar cabezas, o peor, himenes.

Mi papá abrió la nevera y empezó a buscar un pastelito de carne mechada que había guardado de ayer. —Conchale, sí, es la boda de una amiga de tu mamá, yo le dije que esa relación no iba a durar mucho, pero mira, como que sí.

Mi mamá negó con la cabeza. —Eres un malvibroso, sí duraron.

—Les doy dos meses.

Jai papá, y ahora. —¿A qué hora van a volver? ¿Los espero despierta?

—Noooo hija, tú sabes cómo es tu papá, se va a echar unos palos y no hay quien lo regrese a la vida. Pero llegamos temprano, que mañana hay que viajar. —Contestó mi mamá mientras agarraba su cartera y las llaves de la casa —Y pilas con una vaina, tú sabes que no conozco a ese muchacho, Kiara, mira que de todo yo me entero.

Reí nerviosamente, más evidente no puedo ser —Él es súper de confianza, mamá, no te preocupes.

—Mira que si lo dejamos quedarse fue porque confiamos en ti, no abuses.

Negué —No, nada pasó, nada va a pasar.

Porque esa es otra vaina, yo no quería que él se fuese a un hotel, no sabía español, se iba a volver un culo, y tampoco tendría cómo comunicarme con él, entonces le dije a mi mamá que ese era pana mío desde 2014, lo cual, es verdad, más o menos, de que lo conozco hace años, lo conozco, y ella no puede decir que no sabe quién es él porque todos estos años le he hablado de ese joven, solo que como fan, no como si nos conociéramos, pero epa, eché teipe, simplemente le dije que venía de visita y vaina y que se iba pronto.