Guerra de Dioses

Capítulo 13

Abro los ojos y lo primero que veo es el hermoso rostro de Gabriel iluminado por los rayos de sol que entran por la pequeña ventana de su habitación.

Sonrío sin poder evitarlo, se le ve tan tranquilo y tan guapo... Con su pelo negro resuelto y sus labios entre abiertos...

Me inclino para darle un beso delicado sin querer despertarlo. Él, inconscientemente, coloca su brazo sobre mi cadera y me atrae hacia él.

Pero empiezo a ver todo negro, ya no siento el brazo de Gabriel. Solo vacío. Soledad. Estoy sola.
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Noto un intenso dolor por todo mi cuerpo pero consigo abrir los ojos para ver donde me encuentro.

Negro. Solo veo negro. A lo mejor estoy muerta.

Mi cuerpo esta entumecido y siento como si una corriente eléctrica no parase de viajas por él. Intento incorporar me poco a poco pero caigo de nuevo al duro y polvoriento suelo.

-Si sigues así te vas a romper en dos. - murmura una voz cercana a mi, la reconozco al instante. Lucifer. - No estas muerta, por desgracia, pero tampoco ciega si lo estas pensando, sólo estamos encerrados entre cuatro paredes.

Chasqueo los dedos para crear una pequeña llama, parpadeo un par de veces hasta que me acostumbro a la nueva luz y puedo vez.

Veo a Lucifer atado con unas cadenas en las muñecas, tobillos y cuello. Y al resto, algunos aturdidos y otros inconscientes.

-¿Como...? - murmuro a duras penas.

-Zeus creyó que seria divertido si estuviesemos encerrados entre cuatro paredes. -contesta indiferente.- El dragón Dorado cayó.

Levanto mi mano para impulsar a la pequeña bola de luz a lo alto y nos haga de Sol. Miro a Bairon y tiene al dragón Rojo a su alrededor esperando que vuelva en si.

Me siento en el suelta a duras penas e intentando no gritar de dolor.

- Princesita del infierno- me llama Lucifer, le miro a los ojos. - ¿Te acuerdas lo que hiciste con tu hermano? La energía que acumularse que emitía un color azul celeste.

Asiento con la cabeza porque me acuerdo perfectamente. Sin poder evitarlo, imágenes de mi hermano medio muerto aparecen delante de mi. Intento apartarlas aunque con poco éxito.

-Haz lo contigo misma. - termina de decir el demonio.

-¿Funcionará? - pregunto dudosa. ¿Por qué me tendría que fiar de él?

-Si, cree en mi por una vez. Por favor, mirame - dice con una sonrisa de lado- Si te matase o cualquier cosa yo seguiría aquí encerrado y eso no me conviene.

Eso es completamente cierto. Pues haya vamos.

Coloco mi mano sobre mi pecho y cierro los ojos para concentrarme mejor. Concentro toda mi energía y elementos en mi mano, como la última vez. No se si lo lograré...

Voy notando un calor en la mano de la acumulación de energía en ella, abro un poco los ojos para verlo pero no es celeste... Es negro, es similar al negro del humo demoníaco.

Con rapidez lo lanzo lejos y da a las cadenas de Lucifer, justo en del pie derecho.

-¿¡Pero que haces animal!? - grita el demonio.

Las cadenas empiezan a ponerse rojas. Pero de golpe, del rojo pasa a un negro enfermizo y de ahí se convierte en polvo.

He destrozado las cadenas.

-Haz lo otra vez. - me ordena el rey del infierno.

-Voy a intentar lo mio, y si te portas bien, después lo tuyo. - le contesto burlona.

Vuelvo a cerrar los ojos cara concentrarme, poco a poco noto toda la energía en mis mano y esta vez, son del color que quería, celeste. Coloco de forma rápida las manos en mi pecho y noto una corriente de electricidad que me obliga a tunbarme de nuevo. Mi cuerpo se va recuperando mientras el resplandor celeste va desapareciendo hasta que punto que me puedo levantar del suelo sin ningún problema.

-Ahora,¿me ayudas o que? - pregunta el rey del infierno.

-¿Como se pide? - le digo en todo burlón.

Su cara se transforma en ira pura, lo que me causa una carcajada.

-Ya voy, ya voy. - le contesto entre risas- No te impacientes.

Me mira con maldad todo el tiempo en el yo realizo el proceso para liberarlo de las cadenas.

-¿Que hacemos ahora? - le pregunto cuando esta liberado.

-¿¡Estais todos despierto!? - pregunta a gritos ignorando mi pregunta.

Se escuchan varias afirmación, y veo a Bairon y al resto de hijos viniendo hacia mi y Lucifer. Igual que Alex con lo que queda de su manada.

-Vamos a hacer lo que yo os diga o nunca ganaremos. - dice Lucifer cuando están todos juntos. - Bairon, Jace, el dragón y un ejercito de demonios que dejare al mando de Bairon contra Zeus. Ryan y Malli se van a por Poseidon con otro ejercito demoniaco. Y por último, Alex y su manada, Skyler y yo vamos a por Hades.

Nadie dice nada, todos estamos asimilando el plan de Lucifer. Al final yo soy quien se decide a hablar.

-¿Eres gilipollas? - le pregunto muy seria- Si no podemos todos con un dios, ¿que te hace pensar que dividiendonos podremos?

-A Zeus solo lo puede matar Bairon, a Poseidon solo Ryan y a Hades solo tu. Es una tontería que estemos todos luchando contra el mismo teniendo en cuenta que solo uno puede matarlo. Por eso digo que nos dividamos, cada uno tiene apoyo suficiente.

-Yo voto que sí - dice Bairon con decisión.

-Y yo- le sigue Malli.

-Lo veo - dicen a la vez Ryan y Jace.

Se me quedan mirando esperando mi aprobación.

-De acuerdo. Hagamos lo así.

-Perfecto. - sonríe Lucifer. -¡Hermes, nos tienes que llevar a unos al infierno y otros al mar!

Hermes no aparece, esperamos un rato y sigue sin aparecer. Se que no se quiere entrometer, pero tiene que pensar que si los Dioses ganan el y el resto estarán perdidos.

-¡Hermes, joder! ¿¡Nos vas a dejar tirados!? ¡Esta guerra también te afecta a ti! - grita Ryan perdiendo la paciencia.

Esperamos. Esperamos. Y esperamos. Es lo único que podemos hacer, esperar a que Hermes se decida o venga Zeus.

La llama que creé cuando desperté para poder ver algo de donde estábamos desaparece sin que yo se lo ordene.

Que sea Hermes.

Que sea Hermes.

Que sea Hermes.

Oh por todos los dioses que sea Hermes.

Y, por lo que parece, mis plegarias son oídas y es Hermes.

Vuelvo a crear la bola de fuego para que nos sirva de antorcha.

-¿Que queréis? - pregunta molesto.

-Lleva a Ryan, Malli y un ejercito demoniaco a los aposentos de Poseidon. Y a Alex, su manada, Skyler y a mi a las entradas del infierno para ir a por Hades.

Hermes suspira y se lo piensa dos veces antes de contestar, se que quiete ayudarnos pero a su vez no quiere ir en contra de los dioses.

-De acuerdo. -sus ultimas palabras antes de chasquear los dedos y desaparecer. Cada uno hacia un sitio diferente.

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No está corregido, sorry por las faltas y por tardar taaaaaaaaaaaanto en subir <3