Capítulo 19

20.1K 1.8K 164
                                    

Despierto a duras penas en una superficie blanda que supongo será mi cama, me giro en ella y me quejo del dolor. En ese mismo instante todo lo que paso la noche anterior viene a mi mente. El concierto, Mark, el vocalista del grupo salvándome de una fuerza invisible...

-¿Vamos a estar así toda la puta vida, Gabriel?

Esa voz la conozco, es la del chico nuevo. ¿Luciano, verdad? ¿Qué mierdas hace en mi casa?

-No lo se, Lucifer. - contesta otra voz que me resulta familiar, la del vocalista de Rikum. - ¿Qué quieres hacer? No quiero que tenga esta vida.

Escuchó un suspiro por parte de Luciano. No los puedo ver y tampoco me quiero mover para poder seguir escuchando a escondidas, pero de donde provienen las voces tienen que estar justo en la puerta de mi habitación, fuera.

-Mira angelito. - dice con algo de odio Luc. - Se que la quieres proteger pero a este paso vas a conseguir que la maten.

No contesta. No escucho absolutamente nada de su parte.

-¿Ya estáis discutiendo otra vez?

¿Otra voz? ¿De otro tío? Esto es un puto cachondeo.

Me levantó haciendo el menor ruido posible y me acerco a la ventana. Sigo oyendo voces pero no las escucho, me centro en abrir la ventana sin hacer ruido y me siento en el marco con una pierna dentro y otra fuera. Miro dentro de mi habitación y veo las sombras que crean a través de un hueco de la puerta entreabierta esos tres tipos hablando, miro fuera y veo todo oscuro.

Cierro los ojos y paso la otra pierna por el marco, respiro profundamente y salto aún con los ojos cerrados. Cuando mis pies tocan el suelo flexiono las rodillas para causar el menor daño posible. Bajo mis pies y manos noto el frío del césped y me mantengo unos segundos allí para recuperarme del impacto. Del segundo piso de mi casa al suelo no hay mucha distancia, pero aún así es un gran salto.

-¡No está! - Grita alguien encima de mi, en mi cuarto.

Se han dado cuanta que me he ido, mierda. Miró con desesperación mi alrededor y solo veo bosque, y corro. Corro como nunca lo había hecho, siento mucho miedo por lo que les pasa a esos tres tipos y el porqué estaban en la puerta de mi habitación.

Se que me están siguiendo, pero no me voy a rendir fácilmente. Siento que algo que faltaba en mi ha vuelto, que estoy completa.

No se cuanto tiempo llevo corriendo, tampoco cuando mis pies han empezado a arder y yo no sentir el calor, ni cuando las ramas de los arboles se abrían paso en mi carrera, ni en el momento en que el aire se movía a mi compás. No me he dado cuenta de nada, solo se que es todo parte de mi.

Paro de golpe y contemplo el fuego que se ha extendido solo por mi cuerpo, desde las puntas de los pies hasta de las manos. Veo como una brisa de aire me envuelve y las ramas se mueven. También siento como empieza a llover pero no me molesta mojarme, me siento parte del agua. Me siento parte de todo.

Caigo de rodillas extendiendo los brazos para que el aire y el fuego me envuelvan más, los necesito sentir con mas intensidad. Al momento, unos hilos morados aparecen con el aire y lo reconozco al instante, el espíritu.

-¡Skyler!

Ese grito me saca de mi trance y todos los elementos desaparecen menos uno, el fuego. Me giro para ver el propietario de la voz, y me encuentro con un chico de pelo azul y ojos oscuros, alto y atractivo.

-Skyler... - repite como para si mismo en un susurro.

-¿Como sabes mi nombre? - hago la pregunta más estúpida que pasaba por mi mente.

Guerra de DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora