¿¡Ren!?-Priscille se sorprendió-¿Qué hacéis con mi hermano? ¿Quiénes sois? ¿Qué está pasando?
Cállate, gafotas.-le espetó Albert-Este niño está aquí por voluntad propia. Desde hoy, es uno más de la Pax Nekra. Él mismo ha decidido enrolarse.
Escucha, buitre.-Michelle avanzó un paso-Deja de mandarnos callar a todos, ¿vale? Vais a explicarnos ahora mismo qué diablos es vuestra Pax Nekra, qué tenéis que ver con todo el caos que hay en la ciudad ahora mismo, por qué tenéis a Ren y para qué nos habéis metido aquí si no queréis salir muy mal parados...pero que muy mal.
No es el momento para que sepáis tal cosa, lo siento mucho.-dijo Albert-Sólo debéis saber que somos vuestros enemigos y que, con nosotros cerca, corréis el más grave de los peligros. En realidad tendríamos que ser camaradas, pero vuestra estupidez os convirtió en nuestros enemigos...una lástima.
¿De qué vais?-continuó Michelle-¿Qué es todo esto?
Esta reunión no es más que un aviso.-el chico de cuerpo robusto, Maximilianne, tomó la palabra-El día menos pensado, la semilla caótica florecerá en Tokyo y todos seréis asolados. Os damos una última oportunidad para cooperar con nosotros o, de lo contrario, seréis borrados antes que el resto de la ciudad.
¿Cooperar con vosotros?-se burló Myo-No nos conocemos de nada y nos estáis dando la impresión de ser unos psicópatas, unos neuróticos y unos pirados. No vamos a hacer nada junto a vosotros...
¡JAJAJAJAJAJA!-la chica se empezó a reír-¿Tan tristes son vuestras vidas que elegís la muerte ante la única posibilidad de salvación? ¿Tan mal os ha ido? Sois más patéticos de lo que imaginaba...
Albert golpeó a la chica fuertemente en la espalda con un antebrazo.
Nadie te ha dado permiso para hablar.-le espetó.
¡Oye, desgraciado!-gritó Michelle-¿De qué vas? Golpeando a una chica... ¡esto es la guerra!
Angelica se levantó y, sin cambiar la expresión de su rostro, hizo una reverencia de disculpa.
Esa arpía se lo busca siempre.-dijo fríamente Ren.
¡Ren!-exclamó Priscille-¿Cómo puedes decir eso?
Es la verdad.-respondió el hermano menor-Por cierto, senpai, yo no quiero cooperar con éstos.
¡JAJAJAJAJAJAJA!-se rió Albert-Qué gracioso es el nuevo...aunque razón no le falta. Dan asco. Cuatro maricas bobalicones con una fe ciega en lo inexistente...
¡REPITE ESO SI ERES HOMBRE!-gritó Michelle mientras corría hacia Albert con los puños apretados.
¡Alto ahí!-gritó Albert mientras Maximilianne agarraba a Ren del cuello y lo levantaba-Queréis al chico de una pieza, ¿verdad?
¡Cobardes!-gritó Myo.
Pris...-intentó decir Alice al ver la cara de su amigo-...cille...
No vais a tocar a mi hermano nunca más.-dijo Priscille taimadamente.
Una estrella dorada apareció encima de Ren, creando una pirámide de luz que lanzó a Maximilianne por los aires. Angelica y Albert, que estaban cerca, salieron expelidos también.
¡Nadie te ha pedido que me ayudes!-gritó Ren.
Ren agitó las manos y en ellas aparecieron unos guantes de color violeta oscuro con largas uñas negras brillantes. Volvió a agitarlas y los guantes se estiraron, fustigando y rompiendo la pirámide.
¿Qué ha sido eso?-preguntó Myo alarmado.
Es...-dijo Alice-...lo...lo tiene...
Ren volvió a agitar las manos. Sus guantes volvieron a alargarse, como si fueran mangas muy largas, y se dirigieron hacia Priscille con sus afiladas garras.
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Triple S -SSS- [Yaoi / BL / Gay]
FantasyTokyo. Siglo XXI. Están ocurriendo algunos sucesos extraños en la ciudad. ¿Por qué algunas mujeres caen víctimas de horribles mutaciones que las convierten en monstruos deseosos de forzar y asesinar a hombres? El miedo se apodera tanto de ellos como...