Siempre tuyo.

Primer día.

Primer día en este nuevo país, con nuevo departamento, nueva vida, nuevo yo.

Bajé a buscar algo de desayunar en la cafetería que se encontraba cruzando la calle, casi muero aplastado, jamás cruzaré de nuevo una calle con mi mente en España y es que aparte del jetlag que me pescó desprevenido me encontraba sumergido en mis pensamientos, ¿cuándo sería capaz de dejar todo eso atrás? pero el hambre en estos momentos me puede más que los recuerdos así que ordené un café y un desayuno medianamente llenador, ya que me esperaba un largo día, pues tenía que ir por mi paquete con las cosas de mi departamento pasado. No iba a ser difícil, ya que no soy de esas personas que necesitan tener todo ordenado y en simetría. Desayuné y le pagué al señor después de agradecerle. Volví a cruzar esta vez viendo a ambos lados como mi madre solía decirme.

- Disculpa Mónica, ¿No ha llegado una caja para mi?

-Díaz, ¿Cierto?

-Sip.

-Aquí tienes, parece algo pesada, ¿necesitarás ayuda?

-No, puedo yo solo, en España estuve yendo al gimnasio, ¿sabes?

-Oh, y ¿eres asiático o algo así?

-No, soy Español, nacido y crecido en España, ¿porqué te parece que soy asiático?

-Supuse por tus ojos, y pensé que habías vivido mucho tiempo en España, por eso la explicación del porqué hablas español.

-Estem... pues no, me despido, gracias por el paquete.

-Hasta luego señor Díaz.

-Dime Guillermo.

Y me encaminé a mi departamento con esa extraña conversación con Mónica y es que ya me habían dicho que tenía los ojos ligeramente rasgados pero jamás pensé que me pudieran confundir con un chino. Ellos no creo que tengan si quiera ojos, pero yo puedo asegurar que veo bien, bueno, si es que no me estoy partiendo de risa y de vez en cuando tenía que abrir más los ojos, pero nada que una persona con pequeños ojos no pueda hacer.

Las puertas se abrieron y con todo y caja llegué al departamento y coloqué todo en la pequeña repisa que tenía en mi habitación. Me encontré con pequeñas fotos familiares con mis padres y mi hermana. Pequeñas cartas de mi madre diciéndome que me cuidara y que regresara y eso quería y es que ella no

quería tenerme lejos, pero siempre quiso anteponer mi felicidad con la de ella y con mil ruegos de su parte para que no me marchara me dejó ir. Encontré mi figurilla de trotuman, y es que como amaba esa tortuga, siempre me han gustado y planeo comprar una, pero será mejor ya que esté bien estabilizado y con mis estudios regularizados.

-JODER!

¿Cómo se me pudo olvidar mi primer día de clase?. Por suerte entraba a las 12 de la mañana. Revisé el móvil y...

-9:43 y son 2 horas de camino, voy tarde, no llegaré a tiempo. ME CAGO EN TODO.