Hora de ser estudiante.

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Hola, hola, para quienes me leen siento no haber actualizado en mucho tiempo, pero tenía un proyecto muy importante, el cual terminé ayer, estoy por terminar mi secundaria (sí, soy pequeña :v) y han puesto bastantes productos finales. Si los maestros nos dejan en paz por bastante tiempo posiblemente actualice un día sí, un día no. También es algo difícil tener contenido nuevo y bueno, puesto que hay días en las que tu imaginación es cero y hay días en los que puedes escribir milhojas pero simplemente algo en el destino no te deja hacerlo. Sin más explicación empezaré con el capítulo.

Por fin empezaba las clases, por fin ya era un alumno y podría tomar mis clases restantes, incluyendo mecatrónica, esa materia por la cual llevaba un extraño empeño y que se me hacía sencillo destacar en la materia, pero era nuevo país así que no sabía que me iba a encontrar aquí. Tal vez había gente mil veces mejor que yo e incluso (digamoslo de manera no tan fea y discriminadora) gente peor que yo. Pero eso no importaba, por fin tomaría la carrera y nada me obstaculizaría en mi camino, por fin cumpliría mi sueño, en condiciones diferentes pero eso ya daba igual.

Me bañé, desayuné algo que había en las gavetas que había llenado de comida el fin de semana, por fin tenía mis cereales, mis galletas y mi fruta, con eso bastaba para sobrevivir un apocalipsis zombi o sobrevivir siendo yo.

Bajé ahora sí con mi mochila y saludé a Mónica.

-Hola Mónica.- Dije feliz, en realidad estaba feliz, saber que por fin iba a subir el primer escalón hacía mi sueño era increíble.

-Hola Guillermo, ¿qué tal amaneciste?.- Dijo mientras revisaba unos papeles detrás de lo que era la recepción.

-Genial, por fin empiezo las clases, de manera oficial soy chico universitario!.

-Que bien!, cambiando de tema. Es tu primer semana también aquí, ¿piensas hacer algo especial? no digo que cada semana tienes que hacer algo, solo por ser la primera.

-Pues no lo había pensado, no tengo idea de que podría hacer, aparte no he hecho muchos amigos.- Eso era verdad, aparte de Samuel y ella, los demás eran solo compañeros, solo entablaba conversación mientras llegaban los profesores, pero de ahí a salir o sentarme con ellos en el almuerzo jamás lo había hecho.

-Pues debes de hablar con algunos, mira, el viernes estoy libre, puedo invitar a algunos buenos amigos y tú a los tuyos para que seamos más e ir a cenar a algún lugar o ir a alguna discoteca.- ¿Yo de fiesta?, ¿con gente que no conozco?. No estaba muy seguro, tal vez me rapten por ser chino, o me devuelvan a mi país (eso de los comentarios de gente asiática ya se me hacía normal, incluso yo me burlaba de mi). QUE VA! tengo que salir, conocer gente y hacerme de amigos... y amigas.

-Me parece bien, el viernes te veo, escoge tú el lugar y la hora.- Como ella ya tiene tiempo aquí sabrá cual es el mejor... para raptarme. BASTA. Nadie te querría robar, así que calla y acepta.

-Bueno, suerte en tu primer día oficial!.

-Gracias!.- Dije mientras me alejaba del lugar.

Tomé el taxi como siempre. Tenía que aprender a usar el metro ya que el taxi aquí es demasiado caro para lo poco que avanzo, es más el tiempo que nos quedamos en el trafico que el del recorrido normal. Solo imaginando un Guillermo en medio de una estación sin saber que hacer y a dónde ir me daba mal rollo, ya sentía el miedo de sentirme perdido, como cuando vas al supermercado con tu madre y por estar viendo los juguetes te pierdes o el miedo de cuando te dejan el la caja registradora sin dinero para pagar. Eso sentiría yo, pero con la diferencia de que ya tengo 22 años y no estaría con mi madre.

Tenía bastante tiempo para pensar en quienes invitar  y hacerme amigo de algunos cuantos. Ese sería mi reto de la semana; encontrar amigos. Pero no cualquiera, aunque aun no me topaba con mala gente (excepto Christina la fresa de la escuela, la de la clase de español)

Siempre tuyo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora