El silencio

19. Nervisismo

La noche acechaba y los asaltantes estaban muy asustados. El jefecillo estaba sudando. Transmitió el nerviosismo a sus propios compañeros. Él sabía que los nervios puede acabar con la operación. Así que decidieron relajarse antes de entrar. Se fueron a un bar de copas cerca de la casa. El bar se llamaba 'Paquinho'. Se trataba de un bar brasileño que debía solo copas de coñac y whiskey. Se tomaron tres cada uno. Iban cambiando. Se relajaron y regresaron a la casa del líder de los D.E.P.

Empezaron la operación investigando la manera de entrar en la casa. El más pequeño de todos encontró una rendija. Llamó a todos para qué vieron lo que había dentro. Dos pistolas y tres granadas. Estaban alucinando. Cogieron todo. Entraron a la casa por la puerta principal. En esa época se solía dejar las casas abiertas por la poca criminalidad que había. Lo primero que vieron era el salón. La televisión estaba encendida, siempre iban juntos. Cada miembro tenía un franco para apuntar. Siguieron por la cocina que estaba enfrente del salón. El cabecilla, con una sonrisa en la cara, comía un par de salchichas que había en la nevera.

Subieron las escaleras muy despacio para que no hagan demasiado ruido. El suelo era de un tipo de madera bastante antiguo que al pisar hacía mucho ruido. Así que decidieron descalzarse todos. Había dos habitaciones y un baño. La primera habitación era el salón de juegos. Se sorprendieron de lo grande que era. Tenía una diana, un billar y hasta un futbolín, sin el sofá que tenía que le acompañaba la gran televisión para ver películas o documentales. Intuían que la segunda estaba el líder durmiendo con su esposa, la señorita White. Con sigilo se fueron de la primera habitación. En el rellano alguien piso de más y si no bastante. Y se pararon todos para a ver si se había despertado. No escucharon nada. El pequeño entró el primero en la habitación. Se pusieron todos detrás del chiquito. Cada uno se puso en una esquina de la habitación. No vieron nada en la cama.

De repente escuchan varios tiros en la calle. Se asomó un miembro y vio a más de diez personas esperando a que salieran. El líder intuyo que le habían seguido desde el aeropuerto. Fue el jaque a esas personas. Bajaron muy despacio por las escaleras para salir y que pasará lo que dios quiere.