•Vendida al Alfa•
— Muy bien es suficiente Axael, deja a Lilian en paz— Amenazó con la mirada Aarón. El chiquillo bufó cruzándose de brazos.
— Padre, siempre la defiendes. ¿Por qué yo no puedo acompañarte a los recorridos de la manada y ella sí? —. La loba se hizo pequeña en su lugar juntando sus delgadas piernas. Se aproximaba en el calendario de celebración, la noche en qué los Licanos veneraban a sus antepasados, incluida la diosa Luna. Una noche especial donde se era bendecida la casa con nuevas crías y sobre todo fortalezas.
— Porque ella es tu hermana mayor Axael. Y las hembras siempre acompañan al líder en el recorrido antes de la celebración—. Explicó Aarón preparando su caballo. Un hermoso corcel de sangre pura. Su especie había concluido en la extinción por la caza de los humanos hace miles de años atrás. Siendo el único de su especie, mantenía su talento oculto, talento que solamente Aarón era consciente. Entendía que pronto debería compartirlo con Lilian. De hecho creía que ese podía ser su regalo de transformación, justo en una década más.
— ¡Ella ni siquiera es mi hermana! No es un Alfa, solo es una asqueroso Re…— Lilian gritó del susto al ver a su padre convertido y furioso sobre el pecho de su hermano. Sus largos colmillos hicieron temblar al pelirrojo. Por un instante las respiraciones de todos cesaron.
— No vuelvas a llamarla de esa manera. Ella es tu hermana y lo será siempre. De lo contrario te impondré un castigo que jamás olvidarás— Axael Asintió lentamente con la cabeza, pocas veces había visto a su padre tan furioso como esa ocasión.
— ¡Aarón!— Antonella corrió arrodillándose a un lado de su hijo. Frunció el ceño en cuanto el Alfa se retiró. —¿Qué mierda estás haciendo?
—No interrumpas nuevamente mi disciplina Ella. No lo permitiré en otra ocasión.
—¿Por qué pelean? ¿Qué hizo está vez tu hijo?
— Le faltó el respetó a su hermana con sus origines — La luna de la manada Persver miró con recelo a la pequeña niña de ojos azules.
— Esa Licana no es su hermana biológica. Ni siquiera una loba de nuestra especie. No vuelvas a enfadarte con Axael. Solo decía la verdad.
— ¡Basta! Les ordené que se le tratase cómo otra de la familia. Lilian, vamos, es hora de montar—. El rencor de la mujer de cabellos rizados empezaba a envenenar sus entrañas.
—¿Por qué padre quiere más a Lilian que a mí mamá?— La loba gruñó entre dientes. Un año después de que esa Rebelde llegase a la manada, la Luna de Sangre apareció más rápido que antes, incluso que el día de la celebración de bendiciones, trayendo la más esperada para Antonella. Axael nació siendo un Alfa legítimo. El próximo en ocupar el lugar de Aarón. Aunque este último aún se planteaba la idea de colocar a Lilian en el puesto de líder.
La pequeña que recién había pasado su octava primavera, tenía un espíritu libre, compartía paz y tranquilidad con todo aquel que llegase a conocerla. Tan solo su mirada era capaz de colocar de buen humor al Alfa. En cambio, dentro del espíritu de Axael, aparecía un resentimiento palpable, temía que en un futuro las acciones de su luna ante su hijo, provocarán la caída de su unión.
— ¿Y el Alfa?— Demetrio entró a la sala de reuniones esperando encontrar a su gobernante, en su lugar Antonella le miró sonriente.
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Sometida al Lobo (+21)
WerewolfSu corazón estaba por morir en ese calabozo. Alguna vez fue llamada hija del Alfa, pero al descubrir su verdadera naturaleza, es encarcelada y torturada. Los Licanos de Raza Rebelde, son impuros. La destruyeron fibra por fibra, haciéndola responsab...