Norte de Estonia. Bosques del norte.
Manada Täiskuu ( Plenilunio)La gran figura del Alfa hizo temblar a los presentes. No esperaban su llegada tan repentina. Alekai necesitó de todo su autocontrol para evitar que su lobo lo poseyera. Estaba furioso, ambos lo estaban.
— ¿Me pueden explicar qué mierda está pasando?
— Alfa— Su consejo bajó la cabeza en señal de respeto. Las decisiones de la manada siempre las tomaba el Alfa, no obstante el consejo de lobos, le guiaba en dudas que pocas veces, llegaba a tener.
— ¿Qué es lo que está pasando?
— Son dos intrusos. Llegaron a las fronteras pidiendo alojamiento y ayuda médica— Hizo una mueca. Ese tipo de problemas no eran importantes para convocar una junta, para traerlo desde su retiro al bosque.
— Señor, vienen de la manada Persver— El pelinegro alzó la vista. Para cruzar hasta su territorio era un viaje en mar durante días.
— ¿Dijiste que buscaban refugio?— Doracal asintió, el lobo ajustó sus lentes leyendo un informe.
— Mencionan tiraría en la manada Persver, han tomado a varios omegas como esclavos, no hay recursos, y…— El lobezno encargado de la organización, miró con temor al Alfa retirando sus lentes. — Encontramos Forvar en su sangre. Los están envenenando— La última declaración fue lo suficientemente importante como para que la figura imponente del líder se colocará rígida.
—¿Quién? ¿Enemigos?— Doracal negó.
— Su Alfa y Luna. Rey, están esclavizando a su gente— su rostro se contrajo en una mueca de asco. ¿Cómo podía ser eso posible? Había seguido las últimas noticias de Persver, saber que el Beta en realidad era un Alfa y ahora líder a lado de Antonella, no le había parecido descabellado. Pero esto, esto si era un problema.
Ese metal venenoso no podía ser usado en lobos de la misma especie por los regentes, era una aberración.
— Quiero hablar con ellos. ¡Ahora!— Rugió.
— Lamentablemente uno de ellos llegó en un estado deplorable, le fue imposible al doctor salvarle la vida. No obstante, su hija está viva.
—¿Hija?
— Si, una cachorra de trece años— La mirada de Gerdal se oscureció.
— Inspeccionen el barco en donde llegaron— Alekai se dio la vuelta, tenía que hablar con esa niña lo antes posible.
— Señor…— regresó la mirada a Nordoc, otro de sus subordinados. —Ellos no llegaron en barco— Su expresión aún notaba incredulidad.
—¿Qué?— El Alfa esperó cualquier repuesta menos la que sería dada. No había manera de cruzar a su residencia por tierra.
— Nadaron Alfa. El lobo mayor traía un pedazo de tabla amarrado a la cintura donde la loba descansaba. Él agotó todas su energías para dejarla a orillas del territorio.
Apretó la mandíbula. Algo estaba pasando al oriente. Y no estaba dispuesto a esperar, se convirtiera en una amenaza para Täiskuu.
La larga gabardina se movió con elegancia mientras el viento soplaba a su frente. El camino a las cabañas médicas no fue lento, al contrario. Estaba más que apresurado por hablar con esa lobezna.
Al entrar al centro hospitalario, el personal le brindó un asentamiento de cabeza en señal de respeto.
— Alfa— La doctora en jefe. Sharles, le miró con preocupación. — ¿Está aquí por el caso de los intrusos cierto?
— La loba. Quiero verla.
— Está en cuidados intensivos. Estamos tratando de retirar el veneno de su sangre. Su estado actual no es muy favorable.
— La necesito con vida, es la única que puede decirme que demonios está pasando en su manada.
— Haremos lo mejor posible Alfa.
Alekai ordenó la presencia de Goran, su Beta. Odiaba tener que darle la razón, posponer una visita a Persver había terminado en caos para esa manada. No podía arriesgarse a que Demetrio su nuevo Alfa, intentará tomar poderíos que no le corresponden.
— Alekai, ¿Qué sucede? Los rumores de una loba moribunda en las costas ya están en todas partes.
— No es un rumor. El Alfa y Luna de la manada del oriente está esclavizado a su propia gente, tenemos que detenerlos ahora mismo.
— No puede ser. ¿Entonces cómo…
— La loba venía acompañada de un macho, perdió la vida. Nadaron hasta aquí en las aguas frías del mar. Hay Forvar en su sangre— está información logró causar impacto en las expresiones de Goran.
— Que aberración.
— Prepara las cosas. En cuanto tenga el testimonio de la niña. Le haremos una visita al Alfa, y no estoy seguro de que sea solamente una tarde de té — Sonrió de lado.
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Las nubes envolvieron el cielo, impidiendo cualquier paso de los rayos del sol. Alekai no se despegó de los corredores en el centro médico. Su paciencia estaba empezando a agotarse, apenas minutos atrás, los doctores lograron estabilizar a la loba colocando sanadores.
— Alfa— Sharles tenía una expresión seria en el rostro. — Logramos extraer el veneno, la transfusión de sangre le salvó la vida, sin embargo una de las heridas en su brazo izquierdo no logró sanar a causa del veneno, la carne empezó a podrirse. No pudimos salvarle el brazo, fue necesario amputar debajo del hombro.
Un suspiro cansado se atoró en la garganta del enorme lobo.
— Aún está sedada. Pero debe poder responder algunas preguntas— La mujer de cabellos cortos le guío hasta la sección de habitaciones. Un cuerpo pequeño se asomaba entre sábanas blancas. La loba estaba esquelética. Conectada a varias intravenosas. Sus ojos apenas abiertos. Pero al reconocer el olor a un Alfa, tomaron vida, observando con sumo terror la figura imponente del antiguo.
—¿Cuál es tu nombre? — Preguntó en tono bajo.
—Jarlie Alfa— respondió débilmente.
— Bien, Jarlie, nadie te lastimará en mi manada. Eres una refugiada de ahora en adelante. Solo necesito que respondas una serie de preguntas. Lamento lo de tu padre— agregó. Nadie lo había identificado aún. Pero Alekai sabía que la única persona capaz de salvar a la loba, debería ser un familiar en primer línea.
— Él, esclavizó a cualquiera que intentara oponerse o ayudar a otros. Mataron a muchos y después, después nos esclavizaron, las flechas— apretó los ojos derramando lágrimas — Eran de Forvar, había veneno líquido en ellas.
— ¿Quién hizo todo esto Jarlie?
— El Alfa Demetrio— Susurró con gemor.
El lobo interior de Alekai encendió una mecha cuya única manera de apagar sería con la sangre.
— Descansa. Estás a salvo en mis tierras. Te darán alimento, vestimenta y una nueva vida— Salió de la habitación. En el pasillo ya le esperaba el Beta y la doctora.
— Nos vamos. Zarpamos al amanecer.
Goran presenció algo en su líder que hacía mucho no notaba en su interior; El Rovdyrer había despertado.
Y eso no era bueno.
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Sometida al Lobo (+21)
WerewolfSu corazón estaba por morir en ese calabozo. Alguna vez fue llamada hija del Alfa, pero al descubrir su verdadera naturaleza, es encarcelada y torturada. Los Licanos de Raza Rebelde, son impuros. La destruyeron fibra por fibra, haciéndola responsab...