𝗱𝗼𝘀 - ¿𝖽𝗂𝗏𝖾𝗋𝗀𝖾𝗇𝗍𝖾?

3.7K 367 3
                                    

Me despierto de un sobresalto, por un instante pensé que estaba en el edificio de osadía, en la noche que todos estaban en una simulación.

Me peino mi cabello con mi mano, mi pulso está algo agitado, veo por las ventanas y el sol a penas se asoma dejando un paisaje morado. Me levanto y visto, los cordiales pensaban darme algunos vestidos, los rechacé rotundamente, los pantalones son más cómodos al momento de pelear, no sé por qué, pero necesito estar alerta.

—Necesito mis notas —me digo al ponerme un chaleco sobre mi camiseta, en el edificio de verdad tenía guardado todo lo que he escrito en estos años, porque estando aquí estoy segura de que olvido algo importante. Salgo de mi habitación y camino al exterior, voy por el viñedo y al estar mirando a otro lado me tropiezo y caigo, en el suelo doy un gruñido y empuño mis manos, me voy a levantar cuando escucho unos pasos aproximarse, por instantes me quedo quieta hasta que los escucho hablar.

—Es muy importante, debemos decirle a Johana —comenta una mujer, he escuchado su voz antes, pero no sé dónde.

—Natalie esto es un tema delicado, no podemos divulgarlo como si nada —no olvido esa voz, Marcus.

—Eso no importa, Jeanine ya debe tener la caja en sus manos, hay que comentarle a Johana al respecto y tenemos que aprovechar ahora antes de que pueda abrirla y eliminar el mensaje—. Otra voz, la de un hombre. Sus pasos continúan y pasan a un lado de mí, agradecí el que hubiese varias hojas y estuviese algo oscuro, así no me vieron.

Una caja.

Jeanine la tiene.

Yo, tengo que recordar.

Me levanto y agachas los sigo con cautela, llegan a un granero algo alejado del edificio principal, ellos ingresan y me acerco a la puerta, la abro un poco y los escucho, agradecí el silencio del entorno.

—Johana, necesitamos contarte la verdad —Johana está en silencio hasta que Marcus sigue hablando—, Jeanine no atacó abnegación por nada, más bien fue por algo, un objeto muy valioso.

—Es la clave —comenta Natalie—, con ella Jeanine podría impedir que algún día salgamos de aquí.

¿Salir?

—¿Salir? —pregunta Johana.

—Al exterior, fuera de la valla —comenta Natalie, mi corazón se detiene junto a mi respiración, estoy procesando todo lo que dicen, lo tengo en la punta de la lengua, Es algo que recuerdo y a la vez no, una caja, el exterior, Jeanine teniendo aquel poder sobre todos.

—Es un problema, no solo por el mensaje que contenga la caja, si no por cómo se abre —comenta el hombre que no reconozco.

—¿Cómo se abre? —pregunta Johana.

—Con divergentes. Un divergente debe estar al cien por ciento conectado a las facciones para poder abrir la caja, eso significaría la pureza humana —comenta Natalie, frunzo el entrecejo.

Este lugar.

¿Por qué fue creado?

¿Cuál es la razón de la existencia de la valla?

Claro, los genéticamente perfectos, cómo pude olvidar eso, es fundamental en la tercera parte.

A ver, qué más decía... Natalie, Natalie Prior es de afuera, la madre de la protagonista es genéticamente perfecta, así que eso explica la perfecta divergencia de Tris la protagonista. Afuera están observándonos, no recuerdo cómo, hay una extraña sensación en mi mente, como si algo me bloqueara mis recuerdos, necesito mis notas.

Cierro mis ojos e inhalo y exhalo lenta y profundamente, al abrir mis ojos veo como a la distancia el sol comienza a salir, me aparto de la puerta del granero y me oculto a la vuelta, los tres; Natalie, Marcus y el otro (que lo identifico como el padre de Tris), salen. Johana los ve desde la puerta y la cierra quedándose ella dentro, los tres comienzan a caminar de regreso al edificio principal.

—Ahora o nunca ¿No? —digo, comienzo a avanzar hasta donde están los tres, Natalie se gira al oír mis pasos y algo agitada los observo. —Tenemos que hablar —digo al ver a la madre de Tris—, sólo nosotras —le destaco, ella se gira para ver a Marcus y su esposo.

—Estaré bien, continúen —dice, ellos dudan, pero siguen caminando, al menos unos metros, Natalie me observa y muestra una suave sonrisa, digna de abnegación— ¿Escuchaste todo?

—Sí, pero no vine a preguntarte sobre la caja o qué mensaje trae, porque lo sé —ella me observa algo curiosa, es la misma mirada de Tris. —No puedo explicarte cómo lo sé, pero lo sé. Lo que necesito decirte es que Jeanine no descansará hasta encontrar un Divergente completo, uno Genéticamente Perfecto que abra la caja, y yo conozco a dos ahora, tú y Tris.

—Lo sabes ¿entonces has sido enviada por David? —otro nombre que reconozco, el líder que se encargó de crear la valla, el que envió a Natalie aquí a Chicago y el encargado del experimento.

—Algo así, por ello sé cosas—. Tenía que mentirle, sino cómo explico lo que sé. Natalie ahora asiente al verme.

—Ya sabía que Beatrice es Divergente, no sabía que había alcanzado la pureza, pero ahora que lo mencionas es posible que ella no esté a salvo, no si Jeanine insiste en abrir la caja.

—Debes hablarle de esto, ella merece saber lo que sucede y quién es ella en realidad, por ahora omite lo del gen perfecto, eso será para después —digo, Natalie asiente, es una mujer amable y serena.

—Lo haré, es momento de que sepan la verdad —dice ella, doy un suspiro al ver que me entendió— ¿tú igual eres genéticamente perfecta no? Después de todo David te envió —frunzo el entrecejo, estuve en tanto movimiento que no me di cuenta de algo, nací aquí en Chicago, mis padres son veraces, en mi prueba salió osadía ¿cómo entonces estuve despierta en el suero? ¿soy divergente? Pero si fuese divergente sería inmune a los sueros como le sucede a Tris, pero estuve bien en mi prueba del paisaje del miedo.

—Yo-

—Natalie ¿Está todo bien —pregunta Marcus al acercarse, se ve intimidante, como en el paisaje del miedo de Cuatro, pero ahora que lo veo más de cerca, no es tan alto—, viniste con mi hijo ¿no?

—Sí, Soy Grecia —dije, él asiente.

—Grecia, espero que entiendas que lo que oíste es algo muy delicado, que no debe ser comentado como si nada, porque no creo que estés aquí por coincidencia simplemente —dice Marcus al sonreír.

—Al principio sí, pero no es el tema. No hablaré de nada con nadie, de todos modos, no me creerán ciegamente si digo algo ¿no cree? —él sonríe sin gracia, es una sonrisa falsa.

—Gracias por hablar conmigo —le digo a Natalie, ella asiente con una sonrisa y después de mirar a Marcus comienzo a trotar de regreso al edificio principal. El sol ya salió, y veo a varios cordiales ir al comedor a desayunar, no dudo en ir y tomar mi bandeja, tomo algunos alimentos y camino a la mesa donde está Cuatro, Tris y Peter.

—¿Dónde te arrastraste? —pregunta Peter al verme, bajo mi mirada y efectivamente estoy algo sucia de barro y tierra seca, hago una mueca y me siento junto a Cuatro.

—Me caí en el viñedo, salí a tomar aire y termine comiendo tierra —Entierro el tenedor en un cuadrito de manzana, lo llevo a mi boca y observo a Tris quien tiene la cabeza algo baja, mirando directamente su comida— ¿Qué le sucede?

—Ha estado así un tiempo, quizás planea matarnos a todos —dice Peter al comer pan y sonreír divertido.

—¿Tris? —pregunta Cuatro, ella nos observa como si su mente se despejara y tuviese una meta clara.

—Hay que matar a Jeanine—. Peter se atraganta con el pan y bebe agua para recuperarse, Tris no está jugando, habla muy en serio. 

𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐒𝐔𝐋𝐓 - 𝖨𝗇𝗌𝗎𝗋𝗀𝖾𝗇𝗍𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora