Rem x TN

Capítulo 2: Compartir coche

La luz del interior del coche finalmente había llegado a su clímax y cegó toda la cabina. TN podía escuchar que el auto comenzaba a acelerar y el viaje se suavizaba.

¿Estaba flotando el coche? ¿Se había tirado por un precipicio? No podía hacer que sus ojos miraran hacia adelante a una luz tan intensa.

La sensación continuó durante lo que se sintió como los segundos más largos de su vida, pero toda la atención de TN estaba ocupada por la sensación de la mano en su hombro.

Y antes de darse cuenta, la mano se había ido, y tan pronto como lo hizo, la luz comenzó a atenuarse, hasta que finalmente se convirtió en una luz más cálida, casi como la luz del sol, ya no era el blanco brillante y abrasador de antes.

Con los ojos aún cerrados, empezó a sentir el ruido del coche.

¿Estaba el coche de vuelta en la carretera? No. Este estruendo era demasiado consistente para ser natural. Ladrillos tal vez. Un camino empedrado.

YN luchó por abrir los ojos, que antes de cerrarlos aún estaban acostumbrados a la oscuridad de la noche.

Su visión, aunque borrosa, comenzó a volver a aparecer. Mirando hacia adelante, TN pudo comenzar a ver un área que estaba bien iluminada, así como voces, como si estuviera parado en una multitud. Cuando su vista se aclaró aún más, se pudo distinguir lo que parecía ser un carruaje tirado por caballos, y se estaba acercando muy rápidamente.

TN pisó los frenos con todas sus fuerzas y tiró del volante.

Evitando por poco destrozar su auto, en su lugar se estrelló contra una pila de barriles y cajas de madera, rompiendo y destruyendo muchos antes de que los frenos finalmente pusieran fin al deslizamiento destructivo del auto.

?: Mi inventario! ¡Ay, esto no puede ser!

¿Qué? Cajas ? ¿Barriles? ¿Inventario? YN pensó, analizando la situación, sus ojos revoloteando tratando de entender lo que acababa de pasar.

TN: ¿Es... es de día?

TN bajó la ventanilla y miró hacia el cielo. Era un día ligeramente nublado, pero por lo demás brillante y soleado.

Una mujer mayor vino corriendo desde el otro lado del carruaje que TN vio momentos antes de su accidente.

Mujer: ¡Dios mío! ¡Está todo arruinado! ¡Esa caja de metal debe haber salido volando de uno de los carruajes de dragones terrestres que pasaban!

Un hombre bastante corpulento, vestido con un delantal negro y ropa desaliñada, se abrió paso por el mismo lugar por el que había venido la mujer.

Hombre: ¡Nada de eso importa ahora! Vamos, cariño, ¡tenemos que encontrar al conductor de carruaje idiota que perdió su carga y exigir una compensación por no haber asegurado su producto!

Mujer: ¡Oh, pero algo de esto podría salvarse!

Hombre: ¡No tenemos tiempo! ¡Rápidamente! ¡Debemos encontrarlo!

Y con eso, los dos partieron hacia la concurrida avenida de bullicioso tráfico de carruajes.

TN: ¿No... no se dan cuenta de que soy yo quien se estrelló aquí? Es como si ni siquiera reconocieran que esto es un automóvil o algo así—

Espera un momento TN pensó. Dragones terrestres? Dragones?

TN abrió su puerta y salió, y observó el daño. Afortunadamente, el daño parecía ser el automóvil que empujaba las mercancías y que se volcaran las había roto más de lo que lo hizo el impacto real, ya que su automóvil solo quedó con algunos rasguños.