En la comisaría se encontraba: Greco, Ivanov, Leónidas y Gustabo, ¿y cómo no? Horacio.
-Ostras, mira que mono es.-Dijo el barbudo.
El pequeño Horacio se encontraba en el portabebés que su padre había comprado el mismo día que había llegado.
El hombre más gruñón de la ciudad entraba por la puerta de la comisaría.
-¿Qué coño hacéis cacareando en mitad de la puta comisaría?-
-Zupeh' no se lo va a creé'-Después de que Leónidas dijera eso, Gustabo dio una vuelta sobre sus talones con una sonrisa incómoda y mirando hacía arriba, ya que su superior era más alto que el.
-Conway, yo se lo puedo explicar-Dijo Gustabo.
-¿Qué cos...-
El superintendente bajo la mirada, encontrándose con un bebé con su puño en la boca mientras babeaba.
Horacio subió la mirada lentamente para mirar al curioso hombre de traje que se encontraba al frente del, al ver a este comenzó a reír.
-¿Por qué cojones hay un bebé en mi comisaría?-
-Es qu..-
-García, a mi despacho.-
Los compis de Gustabo lo único que pudieron aportar fue el típico "Uhhh".
-Callaos de una puta vez.-
El rubio y el superintendente subieron al despacho de el mismo, al llegar a este, el moreno se sentó en su silla de cuero y el de ojos azules en uno de los que se encontraba al frente del escritorio.
En todo esto, Horacio estaba callado.
-¿Me vas a expl...-El super no pudo terminar de hablar ya que una pequeña risa se escuchó en todo el despacho; sí, era del bebé.
El mayor de todos solto un suspiro y siguió hablando.
-¿Por qué coñ...- Otra risa.
Otro suspiro enojado por parte del abuelo.
-¿Por qué mi...- Otra.
-¡YA! ¡JODER!-El superintendente dio un golpe en su mesa haciendo que el rubio presente se sobresaltara y el bebé se quedará en silencio.
-Como decía, ¿por q...?- Se escuchó un llanto en todo el lugar
Horacio se había puesto a llorar por culpa del feo viejo.
-Shhh, shh- El padre de este niño se levantó con el en el porta bebés e intento calmarlo.
Se sacó el portabebés y tomó a Horacio en brazos, para después mirarlo a los ojos.
-¿El viejo feo y malo te asustó? ¿A qué si?- Le decía Gustabo a su hijito.
-Joder.- Lo único que dijo el superintendente.
El viejo se levantó de su cómoda silla y se acercó a Gustabo.
-Gustabo...- Hablo en susurro en la oreja del otro, un escalofrío recorrió toda la espalda del rubiales, pero hizo caso omiso a las palabras del mayor.
-Deja al viejo atrás, Horacio, solo es un gruñón más, ¿A qué sí?- Hablaba el pequeño joven con su amado hijito, y como si Horacio entendiera las palabras, comenzó a reír.
No hay que mentir, a Conway se le escapó una pequeña sonrisa.
Conway toma en brazos al pequeño niño mientras lo mira a los ojos, sus dos ojos eran de diferente color.
-Conwa...- El ruso abrió la puerta del despacho y se encontró con la escena de un Conway con un bebé en brazos y Gustabo a su lado mirando con una pequeña sonrisa.
El Rusky cerró la puerta y ahora sí tocó la puerta.
-Adelante.-
-Conway, ¿por qué carajos tiene un bebé?-
-¿Y eso a ti que te importa?-
El ruso se hacerco al bebé y lo quedó mirando, su gigante mano se acercó a la cabecita del bebé, antes de que el más alto puediera acariciar la cabeza de Horacio el pequeño comenzó a reír.
-baaa daaa buaa- Era lo único que el bebé podía decir.
-Ah, Conway, le quería decir que Greco e Ivanov se volvieron locos, están con una radio poniendo canciones mientras bailan.- Dijo el ruso sin más.
-Oleee, ¡fiesta!- Gritó Gustabo para salir del despacho y bajar las escaleras.
Lo que pasaba en la comisaría es que Greco quería celebrar la llegada del bebé poniendo música y bailar con los civiles que llegaban.
La música paro por unos segundos paro, para después escucharse otra melodía.
"Something flavored...
Aventura...
—Hello?
—Shh, solo escucha"
"Son las en la mañana y yo no he dormido nada
Pensando en tu belleza en loco voy a parar"
Gustabo y Greco se miraron, Greco se acercó a Gustabo y lo tomo de la cintura para comenzar a bailar al ritmo de la música.
"El insomnio es mi castigo Tu amor será mi alivio Y hasta que no seas mía no viviré en paz"
El superintendente bajo las escaleras y miro a Greco y a Gustabo bailar.
Greco tenía su mano en la cintura de Gustabo.
El moreno se acercó a donde estaba el teléfono que tenía la música y la apagó, después, se acercó a donde estaba Greco y lo separó de Gustabo.
-¡ANORMALES! ¡ES QUE SOIS GILIPOLLAS!- Le gritaba a sus agentes.
-Pero zupeh' no se enoje que estamos celebrando la llegada del nuevo superintendente- Dijo Leónidas mientras se reía.
-¿Cómo que nuevo superintendente, ¿de qué coño habláis?-
-Aqui esta el nuevo superintendente- Dijo Ivanov acercándose a Volkov para arrebatarle al bebé de los brazos.
-Es que sois subnormales.- Dijo Conway mientras se pasaba la mano por la cara y Gustabo a su lado reía.
Cuando Jack había separado a Gustabo de Greco no se dio cuenta que lo tenía tomado de la cintura.
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"My two daddies"
FanfictionSolamente una historia con Horacio bebé e intenabo de padres