Paso 1: Procesarlo...

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Izuku hacía mucho tiempo había empezado a sentir náuseas, mareos y algunos antojos los cuales le parecían un poco extraños.

Para quitarse dudas y saber que se encontraba en la mejor salud posible fue al médico.

Allí escuchó con sus ojos bien abiertos y su boca entreabierta sin dejar salir ni una palabra como el médico frente a él leía en voz alta en su tableta un claro y fuerte "Felicidades, se encuentra en cinta."

Izuku solo pudo sorprenderse y agradecer a los médicos para luego hacerse todo análisis que demostrará que ese pequeño y aún inexistente cachorro se encontraba en perfectas condiciones.

Si, se encontraba en shock pero era obvio que eso podría pasar. Él y su Alfa hacía dos semanas habían tenido relaciones y sin protección, había posibilidades de embarazo y lo tenía bien claro ahora que si estaba embarazado.

- Puede encontrarse tranquilo joven Midoriya, su cachorro se encuentra en perfectas condiciones. -el peliverde asintió emocionado para luego seguir escuchando atento al médico.- Tiene exactamente dos semanas, le debo dar las indicaciones adecuadas para que ese cachorro esté saludable durante su embarazo. Así que debe venir una vez al mes, cuando se cumpla el primer mes venga a revisarse será lo mejor.

El médico le felicitó nuevamente mientras veía al joven retirarse de su consultorio.

El chico peliverde sabía que debía de venir cada mes, no le sorprendió. Su madre una vez le había contado de cómo era el embarazo y como lo paso ella sin su Alfa a su lado. El Alfa de su madre había fallecido en un accidente de avión cuando  regresaba de su trabajo. Una desgracia terrible para su madre, fue tan grande el hecho de perderlo que si hubiera estado marcada por él ella hubiera muerto junto a su hijo.

_____

El Omega se encontraba tan emocionado que no podía evitar pensar en tantas cosas, de un segundo a otro olvidó completamente que ya se encontraba enfrente de su esposo.

El rubio Alfa vio a su esposo tan feliz y concentrado en sus pensamientos que decidió verle un poco más antes de poder hablar. Izuku se adelantó y le dijo rápidamente al rubio que estaría en su pequeña oficina, donde tenía libros y un escritorio.

El Alfa asintió, sintió cada una de las emociones de su pareja y algunas de ellas eran nervios y cierta emoción . El cenizo no supo qué pensar ya que solo vio irse a la oficina a su Omega.

Esa oficina tenía varios pósters en su pared, varios eran de moda donde aparecían algunos de sus amigos que eran modelos. Katsuki, su Alfa, aparecía en uno en el cual estaba con una sonrisa cínica y llena de orgullo.

El escritorio estaba debajo de la ventana, la biblioteca era una pared completa de libros. Había de ciencia ficción hasta de literatura, un poco de todo.

Una alfombra yacía en el suelo de madera, en esta se encontraba parado el Omega. Esa alfombra era suave para los pies descalzos del peliverde.

Izuku miraba a la nada, sus pensamientos estaban llenos de preguntas casi sin respuestas.

¿Será que Katsuki quiera a este cachorro?

Luego paró en seco su caminata de un lado al otro al recordar algo, ¿Porque Kacchan no ha querido hacerlo más?....

Su mente se llenó de pensamientos de que posiblemente el Alfa podría ya no quererlo o incluso que ya no quisiera estar a su lado.

Todos los pensamientos desaparecieron cuando de la nada la puerta de su oficina se abrió y vio entrar en ella a su esposo, un Alfa de cabellos rubio cenizo con unos ojos carmesí que hacían que Izuku quisiera estar todo el tiempo viéndolos.  

¿Cómo decirle a tu Alfa que estás embarazado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora