War is not Over (Partypooper)

Nivel 4 - Oficina Abandonada

Lo observó extrañada porque es un extraño y además es la primera vez que me habla, pero al mismo tiempo feliz, ya no estaré sola, bueno, al menos por un rato y que termine de conocerlo. Tomé su mano y me incorporé, mis ojos intentaron adaptarse a la luz, además de buscar si estábamos solos. Solté su mano mientras me sonrojaba, me hizo una señal que continuaríamos avanzando.

-¿Puedo decirte algo? - susurro con temor, no sé si estamos completamente seguros. Confío en que él pueda saberlo. Espero una respuesta, él asiente mientras todavía agarra el pedazo de silla en su mano.

-La verdad quiero preguntarte muchas cosas, pero sé que no es el lugar. Hay que buscar refugio o algún lugar donde descansar, pero quería agradecerte por salvarme, eres el primer humano amistoso que encuentro -hablo, dudando que si me escuchó porque las palabras apenas salían de mis labios. Me voltea a ver y me dice que no con el dedo índice moviendolo de un lado para otro, ¿eso significa que no acepta mi agradecimiento? No comprendo muy bien su acto, pero continúo siguiéndolo sin opinar algo más.

-Hay que estar muy silenciosos - me dice después de cómo una hora caminando, sus palabras no suenan naturales, suena más como si fuera un robot o tal vez estoy juzgandolo mal y nada más sea que su primer idioma no sea el español. Asiento en respuesta. Entiendo porque lo dice casi al instante, ya que se escucha el sonido tan característico de esos moustros.

-Partygoers

¿Party qué? Lo observo extrañada, pero me imagino que es como se llama ese tipo de creatura, lo cual tiene bastante sentido, muchísimo, la verdad, todas las cosas de fiesta, ellos llevan globos e inclusive en algunas ocasiones he llegado a ver pasteles de cumpleaños por aquí. Considero que le pusieron un nombre muy preciso, pero me parece increíble, nunca había pensando que todo tienen un nombre, inclusive en este mundo extraño...

Iba tan perdida en mis pensamientos que no me doy cuenta que había un rastro de una sustancia misteriosa color verde que apenas puse un pie encima me caí, intentando tomar algo para no caerme boté el pedazo de silla de la mano de mi compañero de viaje, el sonido que produjo al caer en la cerámica del piso de estos pasillos creó un estruendo gigante. Siento como se me eriza la espalda, vuelvo a verlo asustada, él ya me esta viendo de vuelta, alterado lo más posible, igual que yo. Los escuchamos llegar. Mierda, procedemos a correr nuevamente, en un momento logro visualizar unas escaleras que suben y señalan que las oficinas principales están arriba. Podemos ir y encerrarnos en donde aparecí en este nivel hasta que se calmen las cosas nuevamente, este nivel no me gusta, pero no está ni cerca de mi top tres de peores que he estado. Corro sin pensarlo escaleras arriba.

-¡No! - escucho un grito, pero lo dejo atrás. No puedo creerlo, me reuso, me reuso, volteo hacia atrás y ya no hay escaleras existentes. Eso solo significa una cosa, estoy encerrada en otro nivel. Sola. La tristeza invade mi alma, cuando al fin consigo un amigo (o algo parecido a eso), decido cagarla, con toda la palabra.

Observo a mi alrededor, este nivel es completamente diferente al anterior, pero hay algo que me maravilla ¡Hay ventanas! Tengo mucho tiempo sin poder ver el mundo exterior, corro hacia la primera que veo y observo, esta lloviznando afuera, uno que otro pequeño rayo se hace presente por momentos, esto no fue como lo imaginaba, no me imparta que este lloviendo, pero al menos poder ver algún panorama, era como ver la nada, como si todo el edificio fuera lo único que existiera, exacto, lo único que existiera, inclusive cuando intento ver para abajo es como si el edificio fuera gigante y no se puede detallar abajo, ni a la distancia.

Mi consuelo es ver el cielo, nunca en mi vida había visto un cielo tan bonito, sin darme cuenta las lágrimas comienzan a descender de mis mejillas, esta imagen crea una cierta nostalgia. Un rayo de luz cubierto con nubes blancas y espumosas son rodeadas por colores como violeta, rosado y naranja pastel, más allá de esas las nubes comienzan a ser más oscuras, pero justo en ese punto, inclusibe un pequeño arcoiris se forma por culpa de las gotas. Es algo sumamente increíble... Pero de un pronto a otro, el cielo comienza a emitir muchos sonidos. Es como ver un espectáculo, el cielo comienza a tomar un tono más naranja, morado muy oscuro, gris y un toque de negro, no era tan de fantasía como el anterior, pero este transmitía más paz y tranquilidad, pero sí sentía la diferencia de temperatura, parecía como si fuera otoño.

Me doy vuelta y observo que el lugar es un como un edificio abandonado, no hay muebles, inclusive se ve sucio. La luz dentro del edificio es demasiado tenue, lo que hace que se aclare más es el magnífico cielo de afuera. Intento buscar algún lugar para dormir, camino entre cuartos, en este lugar no hay muchos pasillos, encuentro un pedazo de alfombra, bueno, lo que solía ser porque se encontraba todavía media pegada al suelo de concreto.

Encontré el lugar perfecto para descansar un rato, la construcción parecía un pequeño almacenamiento de artículos de limpieza, que son pequeños, la única diferencia es que no tiene nada dentro, solo concreto y suciedad, pero me basta. Me acuesto adentro y me cobijo con el pedazo de alfombra que encontré, estaba dura, pero de algo debía de funcionarme.

-¡Esta es la mejor época del año! - gritó una voz femenina despertandome, todavía me encontraba en ese lugar abandonado, opté por meterme un poco más en el fondo para no ser vista y cerré mis ojos con fuerza, escuchaba sus pasos acercarse cada vez más. Tenía miedo, no sabía quienes eran, ni como me tratarían al encontrarme, dada mis experiencias pasadas no quería volverlas a pasar.

-Esperen, creo que aquí hay alguien.