Agua De Almendras

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- ¿Quieres que te la ponga? Va en el cuello - pregunto señalando donde esta el cuello, él asiente mientras se retira el gorro del abrigo. Quedo anonadada, no había visto esa parte de su cuerpo jamás, su piel es negra, nunca había visto algo igual, su cabello es corto, lacio y castaño oscuro. Logro ver sus orejas, las cuales son pequeñas y se asoma un poco de su mandíbula, ya con esto me queda claro que no es humano, es muy parecido físicamente, pero no lo es al final. Con manos temblorosas tomo nuevamente el objeto, me pongo detrás de él para colocarle la cadena. Cuando se la coloco todo su piel y se siente bastante caliente, siento que mucho más que la de un humano.

-Me gusta tu cabello - Sonrío, noto como se mueve su rostro debajo de la máscara.

-¿Qué eres?

Escucho como suspira.

-Partypooper.

-Sé que no eres una persona que habla mucho, pero explicame más por favor.

-¿Te acuerdas de esos amigos amarillos antes de quedar atrapados en estos niveles.

Asiento obedientemente mientras le prestó atención lo que tiene que decir.

-Nosotros somos prácticamente lo contrario - se señala su rostro, hasta en ese momento relaciono que los otros tenían una cara feliz y Jacob una cara triste. - Tenemos una historia complicada con ellos, pero sí, sé que te lo preguntas, pero no soy humano. Igual podría cambiar un poco para serlo.

-¿Cambiar?

Noto como su piel cambia de color, a un color Moreno oscuro, simulando a  una persona normal, pero me rehuso.

-No quiero que seas algo que no eres - le digo mientras coloco mi mano en su hombro dando confort. Me imagino que él no quiere ser señalado como las otras entidades, pero aunque nos ea humano, eso no significa que sea malo, o sea, me siguió hasta aquí solo para asegurarse que estaba bien. Solo me quedé en silencio junto a él, no era nada incómodo, simplemente sentía que ya no debía preguntarle más cosas, no era lo más correcto, mientras tanto yo veía como Jacob agarraba trigo y lo enredadaba/trenzaba como haciendo una especie de ¿cobija?

-Ahora de descansar - me dice mientras se dirige adentro de la cabaña, yo lo sigo. Coloca esa colcha encima de la estructura de la cama.

-Acuéstate, mañana intento hacer más para que no sea tan dura - me dice mientras me señala su obra maestra. Me siento agradecida y noto como se va del cuarto, lo sigo.

-¿Podrías dormir conmigo? - pregunto tímidamente, la verdad me aterra que algo pase mientras estoy sola. Él asiente, se acuesta él en el suelo de madera de la habitación. Frunzo el seño. Quisiera decirle que no tengo problema con que se acueste a mi lado, que podríamos darnos la espalda para que no sea incómodo, pero considero que aún no tengo la confianza para decirlo, muero de pena. Tan solo me limito a acostarme en lo que él me ha preparado para descansar. No transcurre mucho tiempo antes de caer rendida en el mundo de los sueños.

Toquecitos en mi frente hacen que me  despierte, al abrir mis ojos lo veo frente a mí intentando que despierte, al parecer ya se le está haciendo costumbre despertarme de esa manera, pero no lo vean como algo malo, de hecho lo encuentro una manera muy sutil de hacerlo.

- ¿Cuantas horas dormí? - pregunto mientras me rasco los ojos, siento como si hubiera pasado mucho tiempo, pero como el tiempo es demasiado relativo en los backrooms, entonces siempre pregunto al menos estimando.

-Cómo 10 horas - me dice mientras me hace señas, es lo más que he llegado a dormir estando aquí encerrada, pero aún así siento como mi cuerpo todavía necesita más. Él me hace señales que lo siga, así que me levanto de la cama y camino a la parte de la cocina de la casa, que tiene una puerta hacia afuera porque parece ser más cocina a la leña que otra cosa. Lo volteo a ver y noto que desde ayer no se ha vuelto a poner el gorro, su color de piel es el normal. Sonrío para mis adentros. Noto como hoy esta alegre, considero que él era un ser muy plano, en donde no tenía sentimientos, no hablaba, pero poco a poco se ha abierto más y mientras sus emociones.

Se va un momento y luego vuelve con lo que parece una barra de pan. Quedo asombrada ¿pan? ¿De dónde sacó pan?

-No creo que sea el mejor por la escasez de todo, pero fue la mejor versión que logré hacer - me dice, colocándolo en una pequeña mesa que había en el centro de la casa, se va a la cocina, al volver trae consigo miel y mantequilla.

-Wow, muchas gracias - tomo el pan, le coloco un poco de mantequilla y miel, nunca he sido gran fanática de la miel, pero tengo tanto tiempo sin consumir alimentos sólidos que me sabe a gloria, continúo comiendo. - Esta mantequilla esta buenísima, que bien te quedó.

-No, esas no las hice yo. Las encontré en los estantes de la cocina, mas probé un poco, espero que no sean tóxicas.

Me quedo helada mientras caigo en cuenta que esta en la tercera rebanada que me como. Me lleno de terror, pero no puedo hacer mucho, si son tóxicas ya no puedo evitarlo. Después de comer, noté como Jacob colocaba otras cuatro de esas cobijas como de trigo a mi cama y una que parecía una simulación de almohada. Me siento agradecida por todo, pero cuando duerme este muchacho.

Salimos de la cabaña, noto como Jacob con un pequeño vaso de madera intenta llenar un barril de madera con agua de un charco. Se me hace desagradable pensar que con eso hizo el pan, pero es la única fuente de agua que veo, aunque si logró escuchar un río cerca.

-¿No hay ríos cerca?

-Sí hay algunos - lo veo mientras el observa el charco, es super pequeño, la verdad si él deseara llenar el barril va a tener que esperse días en lograrlo. Cada diez minutos el charco volvía a llenarse de un poco de agua. Él siguió en eso por un par de horas, entonces me decidí a buscar alguna fuente de agua más grande, quería agradecerle todo lo que había hecho por mí, además, se escuchaba que estaba cerca. Tomo un barril pequeño de la cabaña e intentó seguir el sonido.

War is not Over (Partypooper) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora