Una Parte de mi Corazón 1ra Temporada (Hanahaki) Luckity~

2 Nuestro nuevo hogar

Lana ya coloqué mis cosas en el cuarto, dejé todo en orden ¿Te ayudo con algo?

Podrías ayudarme a bajar esta maleta al sótano, ahí tendremos nuestro nuevo taller.

Oh, me gustaría verlo. Voy~

Quackity tomó la maleta y notó que pesaba bastante, utilizó un hechizo sencillo para moverlo con cuidado, al llegar abajo Lana lo golpeó con una revista en la cabeza.

No deberías usar magia para cosas tan sencillas. Cuida tu salud.

Quackity hizo un puchero volteando la cara, la verdad la cantidad de magia que poseía era muy limitada, por ello la debía usar solo cuando era realmente necesario.

A todo esto ¿Qué tiene esa maleta? Pesa como 30kilos.

Ah, pues todo el otro taller, mira.

Lana usó su varita para abrir la mochila y de esta comenzaron a salir pociones, libros, estantes, herramientas y algunas cosas extrañas que tenían en el taller anterior, ahora el pelinegro entendía porqué pesaba tanto, literalmente había empacado todo el taller de magia que tenían en el otro pueblo, quizá era un hechizo espacioso, de esos que te permiten almacenar todo lo que necesitas en un lugar pequeño. Las cosas danzaban mientras volaban para ubicarse en su lugar. 

¡Listo! De esta manera es mucho más fácil la mudanza. Prepararé la cena ¿Deseas algo en especial? 

¿Podemos salir a cenar?

Vaya Quackity, no me esparaba eso, claro. Alístate que iremos a comer fuera. 

El joven no era fan de salir de casa, sin embargo le encantaba la atmósfera tan tranquila que notaba en el pueblo. Cuando fue a la salida pudo ver a Lana con un vestido crema que dejaba sus hombros al descubierto y el cabello recogido a la mitad, llevaba el broche de patito que le regaló hace años cuando aprendía a manejar el hierro. Una sonrisa nostálgica se formó en su rostro. Se colocó su blazer y fue a tomarla del brazo para caminar hacia el pueblo. La relación entre ambos era una tan fuerte como la sanguínea. Eran familia elegida.

Decidieron ingresar a un restaurante de pastas. Pidieron un vino para acompañar. Hace mucho no cenaban tranquilamente y tan arreglados. Quackity se perdió en sus pensamientos al ver su copa de vino, el aroma le traía a la mente recuerdos dolorosos. "Un amor enloquecido por el alcohol". Desde ese momento decidió no volver a embriagarse. Lana pudo notar aquello ya se su expresión era de terror, colocó su mano sobre él brindándole un suave roce que le decía que todo estaría bien.

Eran ciertas ocasiones donde tenía esos episodios, definitivamente un día lo superaría, por ello estaban en Karmaland, el psicólogo lo ayudaría.

La cena terminó de manera muy amena, de regreso a casa vieron la calidez del pueblo, la gente sonreía mientras trabajaba, conversaban, pasaban el rato, amaba esa sensación.

El amanecer llegó y Quackity despertaba debido a los rayos del sol entrando por su ventana. Bostezando fue hacia el comedor viendo a Lana desayunando ya lista para trabajar.

Oh es verdad, hoy comienzas en la escuela.

Sip, te dejé el desayuno en el microondas. Si sales de casa las llaves están detrás de la puerta.

Sí, quedé con Rubius a las 9am, seguro ya viene a recogerme.

Bien, son las 8am, no demores mucho, ve con cuidado ¡Hasta mas tarde!