Habían pasado 2 días desde el incidente. Rubius aún no despertaba, la operación lo mantenía en reposo hasta que se acostumbre al nuevo corazón. Quackity fue a visitarlo luego de reponerse en casa de SapoPeta. Abrió la puerta con nerviosismo encontrándose con Vegetta recostado en la mano del oso, su rostro se notaba apagado, tenía ojeras y los ojos hinchados, quizá estuvo llorando estos días, al parecer tampoco durmió bien. La escena lo entristeció, sabía que no era culpa de Vegetta, no era mala persona. El hanahaki es una enfermedad muy cruel...
Vegetta... deberías ir a descansar, él está a salvo...
Quackity muchacho... ¿Te sientes mejor?
S-sí... no me pasó nad-
Casi te mueres consiguiendo el corazón... lo escuché de SapoPeta, fuiste a buscar a un donador, si te pusiste mal significa que fue el que te causó el hanahaki hace años...
No puedo negar que eres muy inteligente Vegetta, es cierto, fui a matar a mi ex. No te preocupes, iba a morir en la cárcel de todas maneras, al menos su corazón salvó a un inocente...
Lo siento mucho... manchaste tus manos por mi culp-
Basta.
Vegetta vio a los ojos de Quackity, este tenía una mirada firme, no parecía ser el mismo chico risueño que conoció hace un tiempo. Recordó que iba a terapia, quizá no era lo mejor sacar esos temas a flote. No supo que más decir, desvió la mirada cabizbajo.
No soy tan inocente como piensas Vegetta. Mis manos se mancharon de sangre hace muchos años a causa de la guerra. Sin embargo no disfruto asesinando si es lo que te preocupa, solo pensé en Rubius en ese momento, nadie merece morir por una enfermedad tan estúpida como lo es el hanahaki. Si piensas que te culpo también estás equivocado. No eres una mala persona, lo sabría de inmediato con solo verte.
Vegetta se puso de pie y abrazó al menor aferrándose con fuerza, era un abrazo dolorosamente cálido, algo que reconfortaba su corazón, el de ambos. Se sentía libre de culpa al escucharlo.
Quackity... no me di cuenta de que tienes alas. ¿Cómo las conseguiste chaval?
Oh eso. Fue un regalo de los dioses, creo que me dan otra oportunidad. -Dijo sonriendo feliz-
Son muy bonitas, deberías decirle a Fargan que te enseñe trucos para volar.
Lo haré, por ahora descansa. Me quedaré a cuidar de Rubius, puedes ir a la habitación del otro piso si deseas.
No gracias, debo ir a ver a mis gatos, deben estar preocupados. Me ducharé y regresaré en la noche.
Bien, hasta mas tarde entonces.
Quackity se sentó al lado de Rubius quedando solo ellos 2 en la habitación. Sonreía mirando a su amigo, sabía que solo debía descansar para que despierte. Operar a un híbrido no es nada fácil. Lo mismo aplica para la recuperación, si bien tienen resistencia, tanto su lado humano como animal deben llegar a estar en armonía con el órgano desconocido.
Te dije que todo estaría bien Rubia. -Dijo acomodándole el cabello- Como me gustaría que vieras a Vegetta ahora mismo, lo traes loco. Cuando despiertes tú y yo iremos de aventura, podríamos ver una película también. Te prepararé lo que me pidas.
El rostro de Rubius permanecía neutral, su blanquecina piel resaltaba sus mejillas rosadas, sus orejas de osito permanecían quietas. Parecía un muñeco.
La noche llegó y Vegetta hizo su aparición en la habitación. Traía consigo su mochila de expedición, tenía cosas que consideraba necesarias para quedarse un tiempo con Rubius. Quackity comenzó a reir por lo organizado que se veía el ojivioleta.
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Una Parte de mi Corazón 1ra Temporada (Hanahaki) Luckity~
FanfictionQuackity es un joven aprendiz de magia de 25 años que decide escapar de su pueblo junto con su maestra Lana, pues llevaría terapia en Karmaland con un Psicólogo muy reconocido. Lo ocurrido en su vida comenzaba a matarlo lentamente de manera literal...