Sal de mi cabeza

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⚠️ATENCIÓN. Este capítulo contiene escenas sexuales explícitas 🔞. Si hay algún menor leyendo esto (espero que no) evita leerlo y espera a la siguiente actualización⚠️




Llevaba varios días sintiéndose mucho más caliente de lo normal, lo atribuía a no tener un buen culo en casa para follarse. Aunque aquello parecía una jodida broma, porque en su casa había un culo casi perfecto, virgen y seguro delicioso, pero no había podido cogerselo a su gusto.

–Jodido omega… Jodido y sexy omega… –murmuró bajo estando sentado en el comedor mientras divagaba en sus pensamientos– Jodido, sexy y exasperante omega… –gruñó molesto levantándose y saliendo de la casa, no sin antes cerrar la puerta con llave–.

Estaba completamente decidido a cogerselo de eso no había duda alguna, lo haría sin importar nada, pero su lobo interno no estaba del todo de acuerdo con esa idea. Detestaba tener discusiones internas con su jodido alfa -que desde que el omega había llegado a la casa, pasaba muy seguido- por lo que decidió ir a su taberna favorita con el objetivo de quitarse las ganas de cogerse un buen culo de buena forma.

–Dulzura… –sonrió de lado mirando de pies a cabeza a aquella omega frente a él, la conocía perfectamente y a decir verdad le sorprendía el hecho que llevara tanto tiempo sin follarsela– ¿Dónde está tu amiguita? –preguntó contra su oreja de forma caliente, su boca bajó hasta su cuello dejando pequeños besos húmedos que calentaron a la omega. Además su mano se mantenía contra su espalda bajo apegándola a él– Estabas perdida, preciosa ¿Te habías olvidado de mi? –.

–Ohh Lord... –murmuró la pelinegra soltando un pequeño gemido apegándose a su cuerpo de forma cuidadosa, lo miró fijamente a los ojos ladeando su cabeza al sus ojos llenos de deseos– Ella... No lo sé... ¿Importa? Quizás esta noche no quiera compartirte –su mano tomó su quijada apretándola con delicadeza– Jamás lo olvidaría, solo usted sabe lo necesario para volver loca a una omega –.

–¿Solo yo, lindura? –su mano bajó suavemente hasta su trasero robándole un pequeño gemido, esta luego subió hasta su nuca dónde tomó sus cabellos acercando su rostro al suyo– Ve jodidamente a buscar a la puta de tu amiga, tienen cinco minutos para venir si quieren pasar la noche conmigo– su boca tomó la suya en un caliente beso, la soltó cuando la sintió temblar ligeramente–.

Las conocía, no demorarían ni 2 minutos en estar a su lado de nuevo, por lo que tomó de golpe el contenido de su tarro de cerveza dándose media vuelta para esperarlas.
Podía sentir a su alfa removerse inconforme con lo que estaba por hacer pero poco le importaba ya a ese punto.

–Lord –pudo ver a la omega pelinegra aparecer con su amiga, una omega rubia algo bajita. Que si la miraba a detalle le recordaba a alguien, apenas lo tuvo cerca se dirigió a su regazo sentándose sobre él– ¿Nos extrañó, mi lord? –.

–¿Tú qué dices, hermosa? A decir verdad extrañaba comerme sus coños- su mano se posó directamente sobre su muslo interno apretando allí– Quiero que subamos ya a la jodida habitación –gruñó impaciente acercando a la pelinegra dejando que su rostro quede justo sobre su pecho a lo que la miró fijamente– Arriba, ya –.

–S-sí Lord –la pelinegra fue la que pudo formular la pequeña oración primero, a lo que ambas comenzaron a caminar hacia las escaleras seguidas del mayor– Maldita sea... –gimió entrecortado apenas sintió como la tiraba sin mucho cuidado a la cama. Rápidamente quitó su pequeño vestido algo celosa de ver a la rubia siendo comida por el mayor–.

–L-lord... L-lo extrañaba –murmuró cómo había podido, la boca del mayor había bajado de sus labios hasta directamente sus pechos, los cuales libero de su vestido comenzando a pasar a su lengua por ellos– A-ah mierda… –.

𝐌𝐲 𝐬𝐭𝐫𝐞𝐧𝐠𝐭𝐡 𝐢𝐬 𝐲𝐨𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora