The Wood - 04

1.3K 184 30
                                    

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

— Eso no lo detendrá por mucho — comentó la coyote al ver que su hermano amarraba al hibrido aún inconsciente con unas cadenas viejas.

— Lo se — respondió con un gruñido el azabache — ¿Que más tenemos? —

Elena llenaba una cuerda de matalobos y verbena.

— Rick, ten esto — hablo terminas si su acción.

Damon sin mirar a la jumaba intentó tomar la cuerda, su piel ardió al sentir la verbena.

— ¡Auch! — grito volteando a mirar mal a la humana.

— ¡Dije Rick! — se defendió alzando las manos.

Alaric tomó las cuerdas y empezó a amarrarlo con fuerza.

— Ya no tenemos más verbena — comentó el adulto — Ya no podemos detenerlo — finalizó el amarre con un jalón fuerte — No llegaremos al risco antes de la luna llena —

Allison se acercó al hibrido con precaución.

— Si logramos que hable no va a hacer falta — informó mirando al tipo inconsciente.

De la nada el chico despertó con un fuerte quejido, miró a todos y soltó un fuerte grito de dolor, sus huesos comenzaron a romperse e intentar re acomodarse, estaba iniciando su transformación.

— ¿Se está transformado? — pregunto confundida la humana.

Allison tomó al chico de los hombros para retenerle.

— Imposible, aun no es luna llena — comentó mientras esquivaba las mordidas del licántropo.

— Díselo a él — agregó el profesor.

El licántropo empezó a lanzarle mordidas, logró morderle el antebrazo dejándole una dolorosa marca de mordida, Allison le rugió haciendo brillar sus ojos, esto calmo un poco al rubio parando sus mordidas.

— Eso es un don — murmuró el azabache al ver más calmado al chico.

Pero el silencio se vio interrumpido cuando los gritos del licántropo volvieron a comenzar, esta vez de dolor y sin parar de sentir como su cuerpo se reacomodaba.

— Suficiente — espetó la morena — Allison, ya es suficiente, vámonos —

La coyote se iba a alejar pero el licántropo la miró a los ojos con súplica, cosa que atrapó a la mayor.

— Por favor, ayúdame — murmuro entre jadeos de dolor.

A la coyote se le hizo un nudo de dolor en el pecho, quería quedarse a ayudarlo.

The Ex Of My Brothers - Katherine PierceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora