Besos sabor a café | YoonSeok

cuatro.

Advertencia: continente +18

☕️

El corazón se le salía del pecho al notar al pelinaranja entrar primero a la habitación aun con la ropa húmeda, había sido tan necio al negarse en cambiársela porque era urgente llegar al hotel. Este se detuvo en medio del lugar y le hizo una seña de que entrará, con vergüenza entró sin un poco de nervios, pero no era por la presencia de Yoongi, porque si hablamos de eso Yoongi no provocaba ansiedad en Hoseok sino todo lo contrario, se sentía tan cómodo y con mucha paz cada vez que estaban junto a él y por eso amaba tanto estar junto a Yoongi aunque estuviesen solos, pero en esta ocasión lo sentía diferente, tan distinto que se ponía nervioso con tan solo mirarlo.

Hoseok se queda estático en un solo lugar apretando la agenda con fuerza, en cambio Yoongi se quita la camisa húmeda y la tira en un rincón de la habitación como sin nada. Él está mirándolo con el rabillo del ojo y le encanta provocar nerviosismo en Hoseok por primera vez. No va a negar más que gusta de Hoseok, ha pasado cinco meses de que Hoseok se volvió su asistente personal y su amigo también, y al conocerlo lo estuvo endulzando con su preciosa forma de ser y las manías que hacía. Hoseok era todo lo contrario a él y eso le encantaba. Y no solo le gustaba por su personalidad sino también por su físico, tan lindo, delicado y sensual; esas piernas, sus clavículas y su mandíbula se estaban convirtiendo en su debilidad. Sus labios en forma de corazón lo estaba volviendo loco, porque ha estado fantaseando en besarlos. Y esta vez no se iba a quedar con esas ganas. Con el consentimiento del muchacho, eso estaba muy claro.

—Relájate, Ho, puedes dejar esa agenda en la cama— el castañito asintió y lo dejo donde le indico sentándose sobre la cama, Hoseok seguía mirando la espalda del pálido con mucha atención, estaba fantaseando otra vez.

Yoongi se deja de buscar en su maleta para llevar su atención al muchacho, relamió los labios con una sonrisa—. ¿Sucede algo?

Hoseok dio un brinco.

—Na-nada— se aclaró la garganta—, ¿que es lo que tenemos que organizar?

Mierda, mierda, la erección volvió. Yoongi baja su mirada en ese punto, Hoseok se da cuenta y se tapa con rapidez con vergüenza y trata de dar una explicación rápida pero sus palabras salen torpes.

—Lo lamento, y-yo...

—¿Yo te pongo así?— El menor se ruboriza por lo directo que es, el corazón le bombea más rápido y le llega a las mejillas.

—¿Qué?

Yoongi se acerca lentamente haciendo que Hoseok haga su cuerpo hacia atrás casi recostándose en la cama, se sostiene con los codos mientras el pelinaranja se sostiene de las manos estando muy cerca del rostro del castañito. Hoseok baja la mirada a los labios entre abiertos del contrario y está en una lucha de si besarlo o no. Él lo hace, no aguanta más y es el primero en besarlo. Se da cuenta de lo que hace y se aleja de inmediato. Yoongi pone un dedo sobre sus labios para hacer que no diga nada.

—No pidas disculpas, no des ninguna explicación, no te arrepientas. Bésame.

No hizo falta que lo dijera dos veces para que Hoseok acatara la orden, besándolo con desesperación dejándose llevar por el deseo que también estaba sintiendo por él. Yoongi saboreó su lengua y los labios que tanto estaba deseando besarlo. Pasaba lentamente la lengua por el labio inferior del menor atrayéndolo a él y mordiéndolo suavemente, Hoseok soltó un jadeo lo que hizo provocando que Yoongi se excitara aún más. Recostándolo en la cama bajo sus besos hacia su barbilla chupando de ella, haciendo un camino hacia su mandíbula y besando con lentitud, las manos de Hoseok recorría su espalda de abajo hacia arriba, la dura erección del pálido ya golpeaba en el vientre del contrario.

—Quiero follarte— susurra cerca de su oído rosando la nariz contra su mejilla—. Déjame hacerlo. Quiero entrar en ti, quiero que seas solamente mío.

—Quiero ser tuyo siempre, Yoongi.

Desnudándose ambos por completo de pies a cabeza, Yoongi rozando con las yemas de sus dedos cada trazo de la piel de Hoseok, estaba encantado, fascinado, enamorado de la piel suave del chico. En una sola ocasión había soñado con haber tenido sexo con aquel chico, que curiosamente se parecía muchísimo a él, ahora estaba ahí besando y lamiendo el vientre de Hoseok como si de eso lo mantuviera vivo. Sus gemidos lo excitaban muchísimo y hacía que su lengua fuera más juguetona y curiosa, mientras que con una de sus manos lo estaba masturbando. Esto definitivamente era muchísimo mejor que aquel experimento, Hoseok estaba volando entre las nubes con lo maravilloso que era Yoongi con sus dedos dentro de su agujero. Claro que era tan irreal todo esto, pero por el momento no estaba procesando absolutamente nada por la excitación, abrió más las piernas elevando un poco las caderas con ayuda de sus pies para que Yoongi tuviese mayor facilidad en penetrarlo con sus dedos. Besa y lame la parte de su cuello con necesidad y regresa a su boca volviendo a besarlo y mordiendo su labio inferior, entran tres dedos tratando de encontrar aquel punto pero Hoseok no quiere eso, Hoseok quiere el miembro de Yoongi dentro de él ahora. Yoongi sabe lo que quiere y saca sus dedos dejándolo vacío, busca de inmediato en la maleta un preservativo y así regreso de prisa para colocárselo, Hoseok está algo sorprendido de cómo es que llevaba eso en la maleta, sin embargo, no le tomó importancia. Yoongi estando listo se acomoda frente al chico tomando su miembro para alinearlo a su entrada necesitada, cierra los ojos y siente lo bien que va llenándolo con su enorme miembro. Gime en alto y Yoongi se va moviendo lento.

—Estás tan estrecho, se siente tan delicioso, Ho— dice con la voz ronca, lo mira con deseo y algo más pero Hoseok no logra descifrar.

Tomando sus piernas moviéndose un poco más y estando un par de minutos en esa posición, decide cambiarla, ahora está él sentado en el colchón tomando de la cintura a Hoseok mientras esté está montándolo, su miembro está nuevamente dentro de su culo. Los brazos de Hoseok están rodeando el cuello de Yoongi mientras lo besa y se penetra solo, este acaricia lentamente su espalda haciendo que sus manos memoricen todo. Deja de besarlo y suelta gemidos mientras pega su frente junta la de él.

—Yoongi... Yoongi— repetía una y otra vez.

—Eres mío, solamente mío— Beso su cuello—. Mierda, síguete moviendo, cariño.

No dejo de dar brinquitos hasta que sintió la punta del miembro de Yoongi golpear con su punto sensible, aumentando la velocidad y hundiéndose más, toda la habitación estaba llena de gemidos por parte de ambos. Hoseok clavó sus uñas en la parte de la espalda del pálido cuando el orgasmo los golpeó, gritando y haciendo su cabeza hacia atrás mientras que Yoongi dejó caer la suya en el hombro del chico.

No podía expresar lo bien que se sintió estar dentro de Hoseok, tanto que lo volverá hacer.