Besos sabor a café | YoonSeok

doce.

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Claro que Hoseok por un momento se sentía inseguro y los malos pensamientos llegaron a su mente de golpe, y más cuando miró a esa chica muy segura al decir dicha infidelidad. Yoongi no se encontraba tranquilo menos ver a su chico llorar amargamente, caminando despacio hacia la habitación de su pequeño observándolo silenciosamente como cargaba entre sus brazos a su bebé, su voz con la que lo arrullaba sonaba quebrada, Jungkook se había ido minutos después de la pelea para no causar incomodidad.

Regresó a la habitación sentado en la orilla de la cama con las manos puestas en la cabeza tratando de formular bien sus palabras, tenía que explicarle bien porque llegaba tarde los fines de semana y no eran porque se acostaba con aquella mujer. Hoseok entró horas después ignorándolo, hizo su mayor esfuerzo para que lo dejase explicar la situación, cuando lo logró soltó su llanto retenido arrodillándose ante él pidiéndole que le creyera, lográndolo porque creía ciegamente en Yoongi, porque sabía que no sería capaz de hacerlo. Esa noche fue el mejor consuelo. Yoongi era solamente suyo.

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—Vamos, come algo, bebé— exclamó Yoongi acercándole la mini cucharita al bebé, este le hacía un gesto negando con la cabeza—. Tae, por favor, papá necesita ir a la empresa.

—Ño, feo— hizo un gesto de disgusto.

—Ni siquiera lo haz probado.

Yoongi sintió tanta curiosidad el saber que sabía aquella papilla, que en el frasco decía puré de frutas, así que no se quedó con las ganas de probarlo llevando un poco a su boca, abrió en grande los ojos al notar el delicioso saber de la papilla.

—. No solo tomas la leche de Hoseok sino también comes esta delicia, comienzo a envidiarte— el bebé soltó una risa escandalosa al mirar el gesto gracioso que soltó su papá—. Pruébalo, mira, rico.

—Dico— imitó Taehyung.

Hizo figurar que la cuchara era un avión que estaba a punto de aterrizar en la pequeña boca del bebé, quien lo recibió con mucho gusto y sonrió al ver a su padre nuevamente llevándose la cuchara a su boca para comer junto a él.

Dos porciones para él una para Taehyung, cuatro porciones para él una para Taehyung, otras cuatro porciones para él y una para Taehyung.

—Papi, papi, dico comida— exclamó el pequeño cuando noto la presencia de Hoseok.

Yoongi se quedó quieto con la cuchara del bebé en su boca algo asustado.

—¿Por qué te estás comiendo eso, Yoongi?— pregunta Hoseok.

—¿Yo? no— negó aún con la cuchara en su boca, cuando se dio cuenta que la tenía se la quitó y sonrió avergonzado con las mejillas coloradas.

Hoseok sonrió acercándose a ellos dejando un beso a cada uno.

Taehyung había cumplido dos añitos y poco a poco había estado formulando bien las palabras, Yoongi y Hoseok estaban tan felices al ver a su bebé crecer cada vez más. Sobre su empresa iba en marcha cada vez mejor, Yoongi pudo regresar a la música y cada vez subía más de lo que esperaba, claro estaba que algunas personas dirían cosas hirientes y mucha más gente que lo amaba y lo apoyaba en absolutamente todo.

Lo mejor de todo es que pudo mostrar a su familia abiertamente sin miedo a nada, la mejor parte es cuando las mismas fans mandaban regalos y en una de ellas incluía un pequeño conjunto de dinosaurio para Taehyung, cada vez que lo usaba se miraba muy tierno verlo correr en por los pasillos de la empresa con una colita grande arrastrándose por el traje.

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—¿Está todo bien, amor?— Hoseok reposa su libro sobre sus piernas y mira fijamente a su esposo.

Este sigue mirando sobre la ventana con una mirada perdida. La primera razón por la cual estaba en la ventana observando afuera era su preocupación de padre, Jimin estaba muy cerca cada vez más de Taehyung y cuando podía tenía la oportunidad de darle varios besitos en las mejillas y decirle que era tan bonito, claramente Yoongi aún no quería que su pequeño osito no tuviera novio a tan temprana edad, pero después sus pensamientos se fueron más allá de aquel problema.

El campo se veía tan precioso cuando el sol se iba ocultando en el horizonte, el sonido de las ramas de los árboles balanceándose lentamente gracias al viento. Era una gran idea haber venido a pasar algunas vacaciones en la casa de campo, recordaba en un sueño haber venido aquí justo con Hoseok pero eso ahora no era su siguiente tema para poder pensar más a fondo, sino era su ex novia quien seguía rondando por su cabeza no porque siguiera enamorado de ella, estaba siendo un dolor de cabeza y una piedra en su camino. Se arrepentía en el alma haberse fijado en ella y haberle dado su corazón. Estaba más que dispuesto a tener que demandarla para que dejara de molestar a su familia y de hacer acusaciones falsas.

Escuchando la melodiosa voz de Hoseok giro su cabeza para mirarlo, deshizo cualquier mal pensamiento.

—. ¿En que piensas?— volvió a preguntar. Yoongi se acerca a él recostándose a su lado, este deja un beso sobre su hombro y suspira.

—Jimin ha estado muy cariñosito con Taehyung y Namjoon no le ha llamado la atención— hizo un gesto de desagrado que hizo reír a Hoseok—. ¿Por qué te ríes?

—Son solo niños.

—¿Solo niños? Jimin le da besos en las mejillas cada vez que está cerca de mi hijo, soy muy joven para ser suegro— negó—. Me lo quiere robar.

—¿Eso es lo que tanto te preocupa?

—Lo único que quiero que deje de babear el rostro de Taehyung, también que no lo abrace y estaré bien.

Hoseok deja el libro sobre la mesa de noche y se recuesta mirando a Yoongi muy de cerca, lo contempla por un largo momento y después deja un beso sobre la punta de su nariz. Esta feliz, demasiado feliz. La mano del castaño acaricia suavemente la mejilla del contrario despacio haciendo que cierre sus ojos y suelte un suspiro.

—Te amo, te amo muchísimo— susurra Hoseok.

Unió sus labios con los suyos disfrutando del beso, tan dulce, cálido y delicado. Esta tan enamorando de él que su pecho está a punto de explotar, su cuerpo está temblando sobre los brazos de Yoongi, necesita urgentemente sus besos sobre su piel.

—. Hazme el amor, por favor— Yoongi mira esos ojos brillantes y los contempla.

No le negaría nada a su amado, él le dará todo lo que él le pida. Yoongi está a la orden de Hoseok por el resto de su vida.