Besos sabor a café | YoonSeok

quince.

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No estaba entendiendo absolutamente nada y menos por la insistencia de Namjoon de regresar a Seul lo más rápido posible. El celular tanto de Yoongi como Hoseok estaban apagados y la señal en el campo era muy mala por ese motivo no sabían lo que estaba sucediendo en las redes sociales, estando en el auto en la carretera de regreso a la ciudad Hoseok estaba muy confundido y triste a la vez, no pudo disfrutar de su mes en el campo además estaba algo inquieto por el comportamiento de Taehyung, no había parado de llorar desde que comenzaron a empacar, tal vez era porque no quería regresar, no sabía con exactitud.

Dejando sus cosas en su apartamento y Yoongi cargando su celular al ser encendido nuevamente recibió una llamada de parte de Namjoon, tuvo que decirle a Hoseok iría a las oficinas de su empresa porque surgió un problema, el castaño pidió ir con él pero no lo dejo porque el viaje fue bastante pesado por lo que tenía que descansar junto a Taehyung que después de varias horas se durmió. Hoseok sintió una pesadez sobre pecho y algo no estaba bien de eso estaba muy seguro.

Llegando al edificio y adentrarse a su oficina Yoongi miró MiSuk sorprendido por su presencia, la chica estaba con una sonrisa en su rostro sentada en su escritorio. Esa seguridad y confianza en sí misma hacia que la piel del pelinaranja se erizara, estaba tan confundido porque al principio escucho la voz paranoica de Namjoon pidiéndole casi rogándole que pasara a las oficinas para poder tratar de algo, según él, delicado pero a la única persona que encuentra sentada en esa silla de cuero es a la chica que alguna vez fue parte de dolor.

—¿Dónde está Namjoon?— pregunta acercándose nuevamente a la puerta, ella se acomoda el pelo y junta las manos entrelazándose.

—Tranquilo, no voy a comerte— ríe—. Solo quiero hablar un momento contigo, después de eso me iré y podrás hablar con Namjoon.

Yoongi frunce el ceño.

—¿De qué podríamos hablar tú y yo? solo quiero que dejes en paz a mi familia y a mí. Si te lo recuerdo hace muchísimo tiempo lo nuestro acabo.

—Eso no me dirás después de que te enseñe esto— saco de una carpeta unas hojas que estaban sobre el escritorio—. Mira, Yoongi, entiendo que cometí un grandísimo error y juro que aprendí muy bien mi lección, sin embargo, no sería capaz de hacerte un embrujo.

El pálido ahora está mucho más confundido, ¿qué jodidos estaba hablando ahora?

—No quiero escuchar más tus malditas mentiras, será mejor que te vayas.

—Sabía bien que no me ibas a creer si te lo decía, pero tengo pruebas de que Hoseok hizo un embrujo para poder casarse contigo y quedar preñado para tener dinero— extiende los papeles—. Puedes verlo por ti mismo, también puedes darte cuenta que él antes de trabajar contigo era un don nadie que lo había despedido de su anterior trabajo por inservible.

Yoongi sin decir nada toma aquellos papeles, dudoso y sabiendo que todo es mentira los comienza a leerle pero leyendo cada párrafo un dejavú llego a su mente. Todo lo que estaba escrito en esas hojas era exactamente lo mismo que alguna vez él soñó, sintió un terrible escalofrío al notar como Hoseok redactaba todo aquello y al final de la hoja se encontraba un dichoso conjuro.

"Lo aclamo, lo agradezco y hecho esta."

No podía creer todo lo que estaba leyendo tampoco que Hoseok haya hecho todo eso para conseguir el dinero de él, reviso las demás hojas dándose cuenta que tenía un expediente de su anterior trabajo donde efectivamente lo habían despedido pero no siguió leyendo más, él no se enteró del porqué lo habían despedido. MiSuk tenía razón, se sentía enfermo, asustado, ya no conocía a la persona con la que se había casado, también comenzó a dudar si realmente lo que sentía por Hoseok era amor o era parte de esa magia que hizo sobre de él.