Capítulo 27

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No pude contener la emoción al ver a Shinobu-san después de tanto tiempo y le di un abrazo luego de que ella se acercara a mí.

—Me alegro mucho de verte —le dije y ella sonrió de manera amable, pero en el fondo se notaba que había algo que no le alegraba del todo.

¿Sería por lo de la última vez?

—Ven, vamos con Rengoku-san —me tomó de la mano inesperadamente para guiarme a un verde prado adornado de flores blancas y rojas. La seguí sin comprender por qué quería llevarme a ver a alguien que no conocía. ¿Acaso también era algún conocido de Uzui-san?

...

A lo lejos había un joven de cabello rubio con tonalidades rojas y una larga capa que se ondeaba con el viento. Al mirarlo mejor me di cuenta que él usaba el mismo uniforme que Shinobu-san, salvo a que cada uno tenía algo distinto en su vestuario.

—Rengoku-san, ella es T/n —me presentó la pilar del insecto en cuanto llegamos a él.

El rubio se dio la vuelta y me dedicó una sonrisa bastante encantadora y me rodeó en un cálido abrazo.

—¡Encantado de conocerte T/n! —dijo en voz alta —Espero llevarme muy bien contigo. Estoy seguro de que no nos aburriremos estando aquí los tres juntos —expresó y mi sonrisa se esfumó enseguida rompiendo aquel abrazo casi de inmediato.

—Dis-disculpa... No entiendo, ¿a qué te refieres con que la pasaremos bien los tres aquí? ¿Qué acaso no hay nadie más? —le pregunté asombrada y ellos miraron en direcciones opuestas como no queriendo observar la creciente preocupación en mi rostro.

—¿Aún no lo entiendes verdad? —me preguntó Shinobu-san con notable tristeza.

Negué inmediatamente y Rengoku-san suspiró pesadamente.

—Estamos en el punto de no retorno, por así decirlo —expresó con suavidad.

—Dime que estás hablando sobre el cambio climático, ¿verdad? —lo cuestioné, aunque claramente los miré a ambos esperando una respuesta concisa.

—No —respondieron al unísono.

—Bien, no hay problema entonces —dije aliviada aunque ellos seguían algo desanimados, parecía como si hubiera algo que no quisieran decirme —¿Podrían llevarme con Uzui-san? Hace tanto tiempo que no lo veo. Estoy preocupada por él, seguramente me estuvo buscando y...

—No podemos llevarte con él —espetó Shinobu-san interrumpiendo lo que decía.

—¿Por qué no?

—Porque él no está aquí —me contestó Rengoku-san.

—¿Cómo así? ¿A dónde fue? ¿Se cambió de casa? —les pregunté a ambos y sólo el rubio me contestó.

—No... Simplemente él... Aún no llega —murmuró.

—Y no debería llegar pronto. Espero que se demore mucho tiempo —agregó la chica dándome la espalda, contemplando el cielo.

—No entiendo nada de lo que dicen —apreté los puños y casi al borde de las lágrimas los afronté sin más —¿Entonces que hago aquí? Yo necesito estar con Uzui-san, necesito estar cerca de... —mi voz se quebró y las lágrimas fueron inevitables.

—T/n sólo acepta la realidad —Shinobu-san me miró con seriedad borrando así todos los atisbos de esperanza que tenía.

—Yo también pasé por la misma incertidumbre que tú —expresó Rengoku-san —No podía aceptar que estaba muerto y mírame, ya no duele nada. Me siento bien y sé que mi familia estará bien sin mí. Ellos se volverán fuertes con el tiempo al igual que Uzui-san con tu partida.

—¿Mi partida? —pregunté horrorizada y Shinobu-san miró el suelo.

—Así es, T/n. Llegaste aquí porque moriste.

Mis piernas se volvieron de gelatina y caí de rodillas al suelo.

—No puede ser cierto, yo no... Se supone que si moría en mi época podría venir aquí definitivamente —mis manos se aferraron a la hierba con fuerza mientras ambos pilares me envolvían en un abrazo reconfortante.

—Lo siento, creo que no resultó como esperabas —dijo Shinobu-san en un susurro.

—¡Alto! Esto no debe ser así, ella aún puede lograrlo —dijeron unas voces femeninas a lo lejos.

—¡Ella debe seguir con Tengen-sama!

—¡Ella debe cumplir con nuestro sueño!

—Suma-san, Makio-san y Hinatsuru-san —escuché decir a Shinobu-san.

—Oye T/n, mantén una sonrisa siempre. No te rindas ahora —me decía Rengoku-san mientras arrastraba mi cuerpo cuidadosamente por todo el prado.

¿De qué hablan? ¿No habían dicho que no había esperanza para mí?

—Dale mis saludos a Uzui-san y a Tomioka-san de mi parte —me dijo la pilar del insecto antes de empujarme por un acantilado.

Mientras caía podía ver a aquellas tres mujeres que me habían alentado a seguir con Uzui-san. No cabía duda, ellas eran sus anteriores esposas. Todos agitaron sus manos al viento despidiéndose de mí, mientras mi cuerpo caía y caía en un abismo sin fin.

Vidas Pasadas (Uzui Tengen x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora