Vidas Pasadas (Uzui Tengen x Lectora)

Capítulo 3

Pasaron unos eternos minutos de silencio después de que Uzui-san me advirtiera sobre la presencia de algo que se nos aproximaba que incluso yo ya estaba temblado detrás de él, aferrada a su cuerpo, sosteniendo con fuerza su ropa.

En cuanto escuché que se trataba de una mujer, me sentí un poco relajada. ¿Acaso se habría equivocado y pensó que ella era un demonio?

—Vaya, vaya. Nos volvemos a encontrar Uzui Tengen —dijo una voz femenina delante de nosotros.

—Daki... —murmuró el peli blanco, tal parecía que ya se conocían.

—¡Qué sorpresa! No has olvidado mi nombre —rio aquella persona.

—Jamás lo haría —respondió severo.

—Oh vamos, se un poco más agradecido —su voz se escuchó un poco infantil y burlona. Me moría de ganas por saber cómo era esa persona. Entonces decidí echar un vistazo y quedé sorprendida al instante al ver a una hermosa mujer de ropa diminuta y muy llamativa, ¿sería una prostituta? Era probable —Oye, ¿quién es ella? ¿Tu nueva esposa? —preguntó en cuanto esta me miró.

—¿Nueva esposa? —repetí eso último que ella había dicho.

—¿Acaso no lo sabías ? —sonrió la chica, sonando nuevamente infantil y devolví la mirada a Tengen quien parecía estar hecho una furia.

—¿De qué está hablando ella? —le pregunté a él, pero no hubo respuesta de su parte. En cambio, solo pude ver rabia contenida en sus puños.

—Eres una... —solo lo escuché decir.

—Lo siento, eras demasiado para esas tres tontas, por eso me deshice de ellas —rió la chica —Y por lo visto tendré que deshacerme de otra más —el tono de su voz cambió a uno serio y molesto. En verdad parecía que mi presencia era le un estorbo. ¿Acaso estaría enamorada de él?

—Deja en paz a mi mujer. Si quieres pelear, aquí estoy yo —dijo Uzui-san, y esta solo pegó una risotada.

—¡Que cruel eres conmigo, Tengen! No seas tan rudo con una mujer.

—Tú no eres mujer, eres solo un asqueroso demonio —contestó, lo cual hizo enfurecerla demasiado.

—¡Bastardo infeliz! —la demonio se abalanzó a él sin vacilar y este me empujó de inmediato hacia a un lado.

—¡T/n, ve a un lugar seguro, pero no tan lejos de mí! —dijo el hombre con voz ronca, mientras detenía uno de los ataques de ella con las espadas de mi bisabuelo.

<<¿En qué momento me las quitó de la espalda?>> pensé asombrada corriendo directamente hacia un árbol. Quizá no era buena idea trepar, pero no tenía elección.
Al menos así podría ver desde lo alto todo lo que pasara.

Escogí un árbol al azar y me las arreglé para subir por las numerosas ramas de éste. Fue difícil al principio, puesto que ya tenía años sin trepar uno. Incluso, me di cuenta de que ahora me daban miedo las alturas, cosa que no pasaba cuando era niña.

Desde lo alto de aquel sitio apenas podía ver la batalla que Uzui-san estaba teniendo contra aquella mujer demonio. Los ataques que ella le lanzaba parecían demasiado fuera de lo normal, pues de su cuerpo salían largas tiras de tela de un mismo patrón de estampado con las que atacaba una y otra vez a Uzui-san.

Para ser honesta, aquello no se comparaba en nada a las películas de acción. Éstas se quedan cortas con todos los elementos que yo estaba observando en ese instante. Todo sucedía tan rápido, que incluso me era difícil explicar qué era lo que en verdad estaba ocurriendo.

Todo se miraba tan irreal, que llegué a pensar que estaba soñando, pero aunque eso quisiera creer, la verdad era otra: yo estaba despierta y a escasos metros de aquella feroz contienda.