Nijiro Murakami, alguien bastante reconoido por su participación en la serie «Alice in bonderland».
¿Cómo haría su relación pública teniendo a tantas fans tras el?
El y su novia deciden mantener su relación completamente secreta y privada, teniendo...
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- ¿Llevamos esta leche de fresa? - pregunto Nijiro.
- Sabes que si, amo la leche de fresa.
Puso el yogurt en el carrito y continuamos buscando las cosas de la lista. Salimos a hacer compras ya que en el departamento nos quedamos sin comida y me estresa no tener que comer cuando me da hambre, por más que abro el refrigerador no aparece comida.
Claro que salimos con nuestra vestimenta de costumbre, sin falta de el gorro y la mascarilla.
- Ya, es todo. Ve a pagar, espero en el carro. - dije.
- Bien, no me tardó.
Camino con el carrito hasta la caja y pago las cosas, yo espere en el estacionamiento, en el camino vi a unos pocos paparazzis fuera del supermercado.
Mientras llegaba al carro un paparazzi se acerco a mí y me tomo un par de fotos.
- ¿Con quien viniste? ¿Viniste con tu pareja.
No respondí.
- Se te ve muy bien la falda, tienes hermosas piernas.
Rodeé los ojos e hice una mueca de asco.
- Por favor, apartesé. - habló Nijiro.
- ¿Vinieron juntos? - el paparazzi comenzó a tomar fotos desesperadamente.
Nijiro abrió la puerta dejándome entrar, le puse seguro a la puerta y no tardo en entrar por el otro lado.
- Es un imbécil. - resople.
-Hay muchos así.
- Tu no eres así. - sonreí.
Me devolvió la sonrisa y puso en marcha el carro.
– Ya me imagino los artículos; "Nijiro Murakami visto con la modelo Sayuri Yamada, ¿Serán pareja o solo pasarán el rato? – dije fingiendo una voz.
– Somo futuros esposos. – hablo sereno.
– Exacto... Espera, ¿qué?
El soltó una pequeña carcajada.
En el camino cantamos un poco, más el porque amo escuchar su voz. También hablamos un poco del futuro y de posibles viajes. Últimamente estamos muy libres y eso nos facilita el poder pasar tiempo juntos. Queremos ir a un lugar alejado donde no nos conozca mucha gente, a veces quiero decirle a todo el mundo que estamos juntos para poder salir a las calles libremente.
– Llegamos. – dijo y bajamos del carro.
Tome una de las bolsas mientras él llevaba otras dos, entramos al ascensor y picamos el número de nuestro piso.
– Desde que haces ejercicio te ves muy bien. – pase mi dedo por su pecho mientras su mirada estaba fija en mí.
– ¿Me estás seduciendo? – pregunto divertido.
Me reí y dejé un suave beso sobre sus labios, lo abracé y pegué mi cabeza su pecho logrando escuchar su corazón latir de una manera acelerada.
– ¿Te esta por dar un infarto? – cuestioné sin separarme.
– Mi corazón late así siempre que estás cerca. – me rodeo con sus brazos pegándome más a él.
El ascensor se detuvo y nos separamos para salir de el, caminamos tomados de la mano hasta la puerta del departamento, el metió la llave y entramos. Fuimos a la cocina y acomodamos las cosas que compramos.
– Estoy exhausta. – sequé el sudor de mi frente.
– Tomemos aire en el balcón. – aló de mi brazo y abrió la puerta del balcón.
– Creo que la yo del pasado cuando te conoció, nunca se imaginó que llegaría a vivir contigo.
– Mi yo del pasado desde que te vio supo que sería mía y que estaríamos juntos.
– Nunca dejaste de intentar conquistarme, siempre me dabas pequeños detalles y me llevabas hasta mi casa.
– Tanto intento valió la pena, míranos, ahora somos una pareja llena de amor. – paso su brazo por mi hombro y beso mi mejilla.
– ¡Así es! – me di la vuelta y lo abracé, junte nuestros labios en un cálido y lento beso. Sus manos fueron hasta mi nuca empujándome más hacia él.
– Yo... Te amo. – dijo cuando se separó de mi.
Me quedé atónita a sus palabras. Después de tantos años juntos nunca nos dijimos "Te amo", siempre era indirectamente pero nunca lo decíamos directamente.
