Nijiro Murakami, alguien bastante reconoido por su participación en la serie «Alice in bonderland».
¿Cómo haría su relación pública teniendo a tantas fans tras el?
El y su novia deciden mantener su relación completamente secreta y privada, teniendo...
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– ¡Wow, esta casa es súper espaciosa! – Dije viendo el interior de la casa.
– Si, y solo somos nosotros dos.
– Solos nosotros dos por una semana. – sonreí.
Nijiro y yo decidimos venir a pasar unas vacaciones a la casa de la playa de una de mis tías, ya que ella no le da mucho uso y le pesa tener que estarle dando mantenimiento. Hablé con ella un buen tiempo hasta que accedió a dejarnos quedar unos días. Tiene cuatro habitaciones y seis baños, un garaje para dos carros, una cocina, un minibar y claro quee no pueden faltar la piscina y el jacuzzi.
– Ya quiero entrar a la piscina.
– Deberíamos ir a la playa un rato.
– No importa a donde vayamos primero, tenemos toda una semana para hacer de todo. – tiré mis mochilas en una esquina.
– ¿De todo? – preguntó acorralandomé contra la pared.
– Si, tontito. – le pegué suavemente en la frente y pase por debajo de sus brazos.
Corrí hacia el baño de la habitación.
– ¿Vamos a la playa?
– Si. – respondí sonriendo.
Me quite el suéter quedando en el top del bikini y mi falda blanca.
Nijiro y yo no tardamos en salir de la casa por el patio ya que la playa estaba a pocos pasos de la casa, está playa era super tranquila y nunca ha Ia marea alta así que me encontraba muy tranquila; la arena es clara al igual que el agua. Corrí hasta la orilla del mar, Nijiro se sentó a unos pocos metros de mi, me acerqué a él y le dejé mi celular.
– Ten y cuidalo, seguro conmigo se ahoga.
– ¿Para que lo trajiste?
– Para tomarle fotos al mar.– me reí.
Corrí nuevamente hasta el mar y sumergí mi pies en este, avancé un poco hasta que el agua me llegaba a las rodillas, no me quería mojar por completo ya que luego iría a la piscina y no quería estar llena de arena.
Escuché un pequeño grito por parte de Nijiro y me di la vuelta rápidamente, lo pude ver de pie sacudiendo mi celular por todas partes; corrí hacia él y me percate de que mi celular se había mojado.
– ¡Nijiro, te dije que lo cuidarás! – lo regañe.
– No, amor, no me llames por mi nombre. – tomo mis manos. – Perdoname, no pasará de nuevo. – beso mi mano.
Hice un puchero y me solté de su agarre para tomar mi celular.
– Bueno, no importa, me puedo comprar otro. – me encogí de hombros.
– Si, pero ya no me llames por mi nombre. – me suplicó
– Ya, está bien.
...
Después de haber estado un buen rato en la playa Nijiro y yo regresamos y cenamos, era muy temprano y queríamos disfrutar la noche en la piscina. Me puse mi bikini negro y me metí a la piscina de clavado, Nijiro estaba terminando de ponerse un bañador para entrar conmigo, mientras yo nada de un lado a otro lo más rápido que podía como si estuviera en una competencia.
– ¡Llegó el único amor de tu vida!
– Ven aquí, amorcito. – abrí mis brazos y el entro rápido y vino nadando hasta mi.
Me tomo por la cintura y me alzó, yo enrolle mis piernas alrededor de su cadera, el me sostuvo por los muslos, su cara tenía una pequeña sonrisa. Tome su cabeza entre mis manos acercándolo a mí, el hizo un puchero y cerró los ojos esperando a que lo besara, me reí por un momento pero no tarde en besarlo.
El beso era lento y apasionado, parecía que el agua comenzaba a hervir. Antes de que todo se subiera de tono e separé de el con una sonrisa y pose mi cabeza en su hombro como si fuera una bebé durmiendo.
