Godparents

502 46 4
                                    

7:17a

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

7:17a.m.

El timbre del departamento resonaba por todas partes interrumpiendo mi sueño. Me removí entre las sábanas frías de la cama, con dificultad abrí los ojos y miré a mi lado, estaba Nijiro dormido en todo su esplendor.

Bufé y con gran pereza me levanté de la cama, pues las ganas de dormir me sobraban.

Camine con lentitud y molestia hasta la puerta, espero que sea algo muy importante o en serio mataré a alguien.

Mire por ese hueco de la puerta que te permite ver quién está afuera.

Al parecer nadie morirá.

Cuando me fijé en quién tocaba tan temprano mi timbre, logré ver a una muy vieja y buena amiga a la que le tengo un amor muy gran, traía en sus manos a su hijo, del cual soy madrina.

¿Pero qué hace aquí TAN temprano?

Abrí la puerta mientras tallaba mis ojos.

– Mamá Yuri, dile hola a bebé Nani. – dijo mientras se adentraba al departamento.

Su tono de voz se escuchaba algo mal.

– Hola, Kalani. – cerré la puerta atrás mío – ¿A qué se debe tu temprana visita?

Kalani se veía muy mal, enseguida mi expresión fue de angustia.

– Perdón por venir sin avisar, y por venir tan temprano, pero no sabía a quien acudir. – lágrimas comenzaron a salir de sus ojos – Me llamaron hace un momento, a mi madre le dio un infarto y mi papá no aparece...

– Kalani... Tranquila, siemore te he recordado que puedes contar conmigo en cualquier momento. – le di una pequeña sonrisa.

– Sé que es mucho pedir, pero necesito que te quedes con Nanabi hasta que consiga a alguien que se quede con ella hasta que todo se solucione.

– Si, lo haré con gusto, después de todo soy su madrina.

– Yuri, en serio no sé qué va a pasar. – dijo con preocupación.

– Todo estará bien, ¿si? Puedes llamarme a mí o Nijiro si necesitas algo más, yo cuidare de Nani el tiempo que sea necesario.

Ella asintió y me pasó a la bebé.

– Aquí está, no pude empacar mucho, salí demasiado apurada, si necesitas algo más cómpralo y yo luego te la pago. – dejo sobre la mesa la pañalera de la bebé.

– No hace falta, puedes estar tranquila, céntrate en tus padres, Nani está en buenas manos.

– Muchas gracias, Yuri, no sé qué haría sin ti. – me dio una sonrisa – Me voy... Cuidala mucho, te amo bebé.

– Adiós, Kalani.

Salió del departamento y yo solo camine hasta mi sillón y me senté, todo paso muy rápido y ni siquiera pude analizar el hecho de que tendré a mi cuidado a un bebé.

Relación SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora