Heeseung nunca había experimentado el amor. Cuando asistía a preescolar, creía que conocer a su persona predestinada sería como los cuentos de hada que la maestra Lim le contaba en secreto en los pequeños descansos, así nadie se daría cuenta de que, en realidad, le gustaban demasiado las historias de romance y amor, todas las que se suponen eran para omegas. Aún así, añorar a su amor verdadero lo tenía en las nubes, aunque no lo dijera en voz alta.
Qué ironía, un niño que había crecido en una familia a la que no le importaban esas cosas, no estaba para cuentos de fantasía porque era imposible que alguien pudiera encontrar a su otra mitad y querer pasar el resto de su vida con ella. Su padre se lo dijo, hallar a su destinada no sería razón suficiente para permanecer con ella hasta la muerte. Pero aquello no le impidió que siguiera soñando con encontrarla.
A pesar de que, entre más crecía, las cosas empezaban a tener sentido para él, entre ellas, que sus padres no estaban juntos por amor y parecían detestarse aún más con el paso de los días, él todavía pensaba que el amor existía.
Fue así cuando la conoció. Tenía dieciséis años y era un alfa recién presentado, su padre era el más orgulloso y la presión de mantener el apellido de la familia en lo alto, aumentaba cada vez más. Seungmin pensaba que, finalmente presentado como un pura sangre, su hijo empezaría a actuar como el alfa que siempre quiso que fuera, en cambio, su decepción volvió cuando Heeseung comenzó a tener actitudes ridículas.
Llegaba a casa con una sonrisa, le era imposible ocultar su intenso aroma a felicidad, pero lo que más le extrañó fue encontrar en su olor algo más.
Heeseung olía a omega.
No le molestaba, estaba en la perfecta edad para relacionarse con omegas, de hecho, Seungmin pensaba que aquello jamás pasaría. Heeseung era tan cerrado y desinteresado, que por un momento creyó que tendría que forzarlo a relacionarse con las omegas. No obstante, cuando indagó acerca de la chica con la que se estaba viendo, el disgusto no tardó en aparecer.
No sabía por qué su hijo se empeñaba en hacer cosas que le molestaban. Cuando pensaba que finalmente había entendido lo que quería para él, la realidad lo golpeaba.
Su segundo celo fue torpe. Heeseung se negó a pasarlo con alguna omega que su padre se había esforzado en buscar. Decía que podía solo, pero Seungmin sabía que era algo más. Lo que realmente pasaba era que, Heeseung quería pasar su celo con la omega que le gustaba, y había aceptado esperarla hasta que ambos fueran mayores de edad.
Su hijo estaba tan enamorado de esa chica, y eso era un problema para él. La omega no era de casta pura y provenía de una familia pobre. No tenía nada que pudiera servirle a Heeseung, él sí tenía mucho que ofrecer y Seungmin no estaba dispuesto a que el trabajo que años le había costado a su padre y a su abuelo, se fueran a la basura por algo tan banal como lo era un romance de niños.
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A TUS PIES ©
FanfictionHeeseung es un alfa fuera de lo común, razón suficiente para que se le dificulte existir en una sociedad rodeada de etiquetas y en un mundo que no lo comprende. Su amor platónico, Yang Jungwon, el omega más codiciado de la universidad, lo mantiene e...