La relación entre Heeseung y Jungwon fue intensa desde el inicio. No había momento en el que ambos no se sintieran extasiados por la forma particular que tenían de demostrarse lo mucho que se amaban. Era una palabra fuerte, así que nunca se lo habían dicho en voz alta, y no era necesario, podían sentirlo a través de las caricias y los besos que compartían.
Jungwon se sentía vivo cada vez que Heeseung lo tocaba de la forma en que le gustaba, como si siempre hubiese sabido cuáles eran sus puntos débiles y conociera su cuerpo a la perfección. Lo hacía sentirse bien consigo mismo, recibiendo las palabras de adoración como un baño de burbujas después de un día duro. Heeseung estaba obsesionado con cada parte del omega, y Jungwon lo disfrutaba.
El alfa sabía cómo hacerlo rogar por más y es por eso que su relación había durado dos años y medio, provocando que el omega no quisiera mirar a nadie más cuando tenía todo lo que quería frente a él. Su amor crecía con el paso del tiempo, Jungwon pensó muchas veces en hacerlo público, aunque estaba bien con la privacidad, entendía la naturaleza del alfa y el querer demostrar que Jungwon le pertenecía, sin embargo, había algo que frenaba el darle lo que Heeseung anhelaba tanto.
Heeseung se mostró respetuoso en todo momento, incluso después de tener relaciones, su trato hacia él siempre había sido con delicadeza, como si fuera una frágil flor. No tenía ganas de admitirlo en voz alta, pero aquello le gustaba. Jungwon era un omega independente, por ello, era difícil llegar a él usando frases sacadas de películas estadounidenses. Con él no funcionaba ser un chico rudo para impresionarlo.
Rechazó a Sunghoon cuando sus propuestas empezaron a ser tontas y superficiales. Sabía que había herido el ego del alfa cuando hablaron con seriedad y le dijo que no podía corresponder sus sentimientos porque no sentía nada. Y cuando los rumores entre ellos crecieron en masa, se sintió tan confundido por lo que quería. Estaba seguro de lo que sentía por Heeseung, pero a veces no evitaba pensar que sería mejor si el alfa se comportaba un poco más como Sunghoon.
Era estúpido, ¿por qué compararlos cuando Heeseung tenía todo lo que le gustaba? En consecuencia a esto, sus arranques de molestia e irritabilidad fueron dirigidos a su persona favorita.
A veces se preguntaba qué tan enamorado tenía que estar Heeseung para permitir cada una de sus rabietas infantiles. Aunque cualquiera se habría cansado y lo habría abandonado, Heeseung seguía ahí con él, demostrándole que no importaba lo cruel e injusto que pudiera ser, seguiría eligiéndolo.
Quizás por eso todavía no entendía qué había sucedido para que rechazara su tacto ese día. Por supuesto que no iba a salir con Sunghoon, solamente le había dado una respuesta para que dejara de molestarlo de una vez por todas, podría decir que la cita fue pésima y así los estudiantes dejarían de verlos como una pareja de película. Esa era la manera en que arreglaba las cosas, sin tener que darle explicaciones a nadie.
¿Entonces por qué Heeseung actuaba de esa forma?
Le molestaba. Jungwon no necesitaba de un alfa que lo rescatara, podía cuidarse solo. Se había dado cuenta de que su amor por él solamente lo debilitaba, tal vez por eso también había empezado a tratarlo mal. No comprendía del todo la angustia en su interior cuando aceptaba sus sentimientos, es como si su mecanismo de defensa le exigiera volver a cerrar su corazón. Ya se había divertido con el alfa por bastante tiempo, ya iba siendo hora de buscar a alguien más.
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A TUS PIES ©
FanfictionHeeseung es un alfa fuera de lo común, razón suficiente para que se le dificulte existir en una sociedad rodeada de etiquetas y en un mundo que no lo comprende. Su amor platónico, Yang Jungwon, el omega más codiciado de la universidad, lo mantiene e...