Cuando Heeseung pensaba en una forma tranquila de entablar una conversación con su padre sin tener que lidiar con sus comentarios hirientes y narcicistas, terminaba en la misma conclusión; él no estaba dispuesto a ceder porque, como alfa, jamás se dejaría doblegar ante otro. Mucho menos si se trataba de su hijo.
Aquello le provocaba jaqueca. Mientras miraba al omega delante suyo reír por algo que su amigo había dicho, sentía que debía encontrar otra manera de solucionar la situación. Pero el tiempo se estaba agotando, y él realmente no quería atrasar más las cosas. Riki había sido claro el día anterior cuando le recordó que ambos debían regresar a la mansión Lee a rendir cuentas con Seungmin, y que ninguno iba a salvarse. Se contaría la verdad y solo la Diosa Luna sabe qué pasaría después.
Si era honesto todavía le costaba procesar todo lo que había pasado en un año. Había comenzado el ciclo escolar completamente seguro de cómo hacer las cosas para finalmente dedicarse a su amado, y ahora todo lo que tenía era un cúmulo de emociones mezcladas en su mente, pero en su corazón permanecía la seguridad.
El ciclo escolar terminó y el periodo de vacaciones había empezado antes de que pudiera darse cuenta, por lo que, los alumnos que vivían en la residencia de la Universidad debían tomar sus lindas pertenencias y regresar a casa. Esto era opcional, pero los ellos siempre solían irse, y era completamente normal, todos necesitaban un respiro. De este modo, Riki llegó a su departamento una noche, con sus maletas en las manos y una cara que expresaba todo menos dicha por regresar.
Heeseung sabía lo que significaba y lo confirmó cuando le explicó que debía acompañarlo para que pudiera darle detalles de todo lo que había sucedido. No podría mentir, Seungmin era bueno descubriendo mentiras.
A pesar de que estaba consciente de que tarde o temprano tendría que volver a la mansión, no esperaba que fuera tan rápido. Mucho menos acompañado.
—Nos iremos en unas horas. ¿Todavía no le has dicho? —Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar la voz de Riki. Parpadeó y giró su cabeza para mirarlo unos segundos antes de volver su vista hacia el frente.
—Sabe que regresaré a casa como cualquier alumno que no ha visto a su familia en todo el periodo escolar.
—Entonces él no sabe cómo es Seungmin —Riki declaró, notando la tensión en el cuerpo del mayor—. Me sorprende que no te haya preguntado, apestas a preocupación.
Él lo sabía. Había considerado fumarse un cigarrillo para cubrir su aroma, últimamente estaba más intenso de lo normal y no le gustaba andar por ahí llamando la atención. ¿Qué podía hacer? Tenía un plan, se lo había explicado a la única persona en la que confiaba para lograrlo, y ahora estaba a pocas horas de ejecutarlo.
No se consideraba a sí mismo alguien que temiera, pero dadas las circunstancias, ya no tenía idea de qué pensar o cómo sentirse.
—¿Pensaste en lo que te dije? —Preguntó en cambio, ignorando lo que el menor había dicho.
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A TUS PIES ©
FanfictionHeeseung es un alfa fuera de lo común, razón suficiente para que se le dificulte existir en una sociedad rodeada de etiquetas y en un mundo que no lo comprende. Su amor platónico, Yang Jungwon, el omega más codiciado de la universidad, lo mantiene e...