Cap 11: Día de práctica.

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Evan está en el patio comandando la práctica de infantería. -¡Atención! ¡Carguen!

Y todos los estudiantes levantan sus armas para meter las balas de salva. El objetivo es el muñeco que está en medio del patio.

Evan:- ¡Fuego!

Y todos disparan hacia el muñeco(Aunque la gran mayoría falla en apuntar en el centro del pecho que es el objetivo). Algunos dan en los hombros, en la cara, otros ni siquiera tocan el muñeco sino se van perdiendo en el aire.

El ruido de los balazos hace que Yerwin grite:- ¡Me siento como en casa!

Evan:- ¡Alto! - Y todos se detienen. Él se da cuenta que después de tres horas de práctica, a muchos se les dificulta apuntar y disparar bien. Y decide darles un descanso para dirigirse a la oficina donde habla con Carmen.

Evan:- Vicerrectora, ya llevan demasiado tiempo en la práctica y no a todos se les da la artillería.

Pero no le responde de inmediato por ayudar a Evinson quién está allí ayudándola con unas cartas ya que no puede participar en la práctica por su brazo enyesado:- Evinson, no te es tan dificil envolver y cerrar la punta de la carta y sellarlo con la calcomanía con un sólo brazo.

Évinson:- Debe tenerme paciencia.

Carmen:- ¡No ponga excusa y termine!

Évinson:- Entendido, Vicerrectora.- Y trata de apresurarse en sellar una carta.

Carmen:- Ah, lamento no haberle atendido. ¿Qué pasa con los estudiantes?

Evan:- Hay muchos que no están capacitados.

Carmen:- Entonces use nada más a los delegados.

Evan:- Entre delegados también hay dificultad.

Carmen:- ¡O tú no estás siendo rudo! ¡Ellos no tienen opción! Si están aquí, deben hacer todo lo que ordenemos.

Evan:- ¡Entiendo! Dejaré ir entonces a los que no son delegados. ¡Los haré alcanzar el siguiente nivel!

Carmen:- Sí; déjele todo el trabajo entonces a los delegados.

Mientras sigue la hora de descanso, los estudiantes conversan un rato.

Yerwin comienza a interactuar con Diana quien se le sienta al lado suyo:- ¿Para qué me buscas ahora?

Diana:- Te vi muy contento con esto. ¡Como si ya tuvieras experiencia!

Yerwin le sonríe:- ¿Y qué quieres decir con eso?

Diana:- Creo que tú eres Arioch.

Y Yerwin le sigue sonriendo:- Yo soy real; yo no necesito andar con una máscara.

Diana:- ¿No quieres conversar conmigo?

Yerwin:- Dale, conversemos un poquito.- Y ambos notan que Dubraska los observa de lejos.

Diana:- ¿Tienes una relación oficial con ella?

Yerwin:- Tú no la conoces a ella, ni creo que la entiendas. ¡Ella no es una cualquiera!

Diana:- ¿No te has acostado con ella?

Yerwin:- Ella es una inalcanzable. ¡Me he acostado con tantas mujeres cuanto se pueda! Y yo sé que esto es curioso pero después del momento sólo vivía un infierno.

Diana:- ¿Y como no has podido tener nada con ella crees que habrá seriedad?

Yerwin:- Yo no creo en el amor.

Diana:- ¿Tienes problemas de confianza?

Yerwin:- Habla sin rodeos y dime de una vez que te enamoraste de mí.

La chica del peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora