La chica del peligro

Cap7: El castigo

La tensión en la universidad en la mañana es abrumadora; todos caminan en filas como en el primer día, para despedir a Mario Lozada.

Dubraska:- ¡Mi amiga Kárelyn era la que se merecía este tipo de funeral!

Yander:-En verdad lo lamento mucho.

Dubraska se da cuenta que Evan la observa a ella, sin derramar una lágrima por su padrastro.- No hay tiempo para lamentaciones.

Yander:- ¿Qué piensas hacer?

Dubraska recuerda aquel día en el bosque, luego de ese momento de paranoia cuando creía que alguien los espiaba, y comenzó a gritar desesperadamente. Un ataque de pánico tras expulsar todo lo que venía arrastrando por sus emociones fuertes. Roddyan y Roswell despertaron corriendo hacia ella. Pero Roswell tras llegar, recibe un duro golpe de Dubraska a la cara.

Roddyan:- ¿Qué haces?

Dubraska:- ¡Estoy harta! ¡Me quiero ir!

Roswell:- Aléjate, Roddyan.

Dubraska:- ¡No me importa que me maten! ¡Si el gobierno me toma, les arranco los ojos!

Yander le vuelve a hablar a Dubraska:- Yo sé que te sientes mal por todo lo que has pasado, pero no es el momento de meterse en problemas.

Dubraska le dice:- No sirve de nada que me digas qué tengo que hacer.

Después de tres horas estando de pie en la formación, una mujer comienza a cantar en el podium.

Évinson aprovecha y le susurra a Sarahy:- Canta como si fuera un perro con gripe.

Sarahy se ríe en silencio y después dice:- ¿Pero qué cosas dices?

Luego que la mujer termina de cantar, dice:- ¿Otra?, ¿Quieren otra?

Una tortura para aquellos que llevan horas de pie.

Y se oyen algunos gemidos de queja.

Danilo hace un chillido con los labios cerrados mientras se le oye un: "Nooo, noooo".

Los pies duelen demasiado de tanto estar de pie, Pero los estudiantes no se atreven a decir nada por muy cansados que estén.

Tras llegar el atardecer, termina el funeral con todos agotados y esperando llegar a sus habitaciones para irse a dormir. Dubraska se queda mirando a Ramón desde lejos, pensando qué tanto pueda estar involucrado con Arioch o Matthew Turner.

Erick sorprende a Dubraska diciendole:- ¡No!

Dubraska del susto lo golpea a la cara. Y después le dice:- Ay, lo siento.

Erick se pone la mano en la cara:- Trataré de no llegar así.

Dubraska:- ¿Me estabas observando?

Erick:- Sólo te quería decir que no te enfoques en Ramón porque él no sabe nada.

Dubraska:- ¿Todavía quieres seguir tipo investigador?

Erick:- ¿No me tomas en serio? ¿Y cómo sé que te acusan de asesina?

Dubraska se sorprende al escuchar eso:- ¿Qué tanto sabes de eso?

Erick:- Es lo que dice tu carpeta en el casillero.

Dubraska:- ¿Cómo hiciste eso? Cuando yo lo intenté, A... - Y luego permanece en silencio para no confesar el encuentro que tuvo con Arioch.

Erick:- ¿A...? ¿Fuiste a ver tu carpeta así porque sí? Eso no funciona. ¡Al menos que sea la noche de la fiesta!

Dubraska:- ¿La noche que murió Mario Lozada?

Erick:- Sí, como fue una noche desordenada revisé la oficina del director. Y al haber leído lo que leí, comencé a creer que tú eras Arioch.

Dubraska:- Pero claro que sabes de Arioch.

Erick:- Aunque hasta donde sé, este Arioch no le arranca los ojos a la gente.

Dubraska:- Erick, por favor, necesito hablar contigo de muchas cosas.

Erick:- Hablaremos cuando estemos menos cansados.

Leandro en la habitación, recuerda otro momento en la terapia de adoctrinamiento, donde Mario mandaba a Leandro a quitarse la ropa, y estando de espaldas le inyectaron en la médula espinal. Y recuerda muy bien que después de eso, dejó de sentir dolor y las emociones comenzaron a menguar.

Y tras comenzar la mañana, todos los militares se meten a las habitaciones a sacar a los estudiantes a formarse bien temprano. Entre golpes y maltratos, los jóvenes se cambian y salen al patio. Todos amargados y mal descansados por el acto fúnebre del día anterior. Solo Yerwin y Henryel son los que están riéndose como relajados y con los ojos rojos. Y luego de que Evan comanda toda la formación, procede a castigarlos con penitencias, ejercicios y estar de pie toda la mañana bajo el sol, sin importar que pierdan las horas de clase. Sólo Évinson se salva por estar enyesado, aunque igual lo tienen bajo el sol, de pie, y sin derecho a sentarse. Entre tantos estudiantes desmayándose, Dubraska piensa que debería hacer algo porque sinó continuarán sin que nada los detenga.

Yander no evita decir:- ¿Pero por qué pensé que esto era bueno?

Evan se da cuenta de que Yerwin y Henryel no paran de reírse, y se agarra de eso para continuar las penitencias. Solo Leandro es el único que no se queja, sin embargo él está conciente que él no siente nada por lo que le hicieron en la terapia.

Dubraska, tras sentir un ataque de pánico, se levanta del suelo para ir a golpear a Evan. Pero apenas se aproxima hacia Evan, él saca una pistola eléctrica para detenerla electrocutándola. Mientras se le acerca al oído izquierdo a Dubraska y le dice:- ¿Creíste que podrías hacer lo mismo otra vez?- Y la deja tirada en el suelo inmóvil.