Évinson se sienta al lado de Sarahy, y se pone a hablar con ella. - Hola. - Y la ve de frente con una sonrisa.
Sarahy le sonríe y mueve la mano derecha en señal de saludo mientras le dice:- ¡Holaaa!- Y sigue moviendo la mano.
Évinson:- Te quedaste pegada.
Y Sarahy se detiene:- ¡Qué lindo yeso!- Y la conversación comienza a fluir.
Évinson:- Tú también eres linda.- Y le sigue sonriendo.
Sarahy se sonroja:- ¿De veras?
Évinson:- Tienes una sonrisa hermosa.
Sarahy:- Ay gracias. Y tú tienes... Un brazo enyesado.- Y los dos se ríen.- ¿Me dejas rayarlo?
Évinson:- Claro, no pasa nada.
Poco a poco se van empezando a sentir muy cómodos y seguros del uno y del otro.
Sarahy:- ¿No se enojará tu madre?
Évinson cambia de repente su semblante, y se pone más serio.
Sarahy se extraña por esa expresión:- ¿Y qué pasa?
Évinson:- Mi madre está muerta.
Sarahy se sorprende al escuchar eso:- Dios mío, perdón por hablar así tan atrevidamente.
Evinson:- Mi madre falleció hace un tiempo.
Sarahy:- Lo lamento mucho.
Y lo abraza para consolarlo.
Henryel observa de lejos y no le agrada la idea de que Sarahy esté hablando con ese sujeto.
Adolfo permanece en su escritorio cerrando un cuaderno y sellándolo con un mini candado, cuando de repente comienza a escuchar unos zumbidos de abeja.
¡¿Quién está ahí?!
Y de pronto escucha que lanzan un objeto y se esparce un gas lacrimógeno por toda la oficina, y Adolfo cae al suelo ahogándose con el humo.
Carmen le cacheteea el rostro haciendo que Adolfo recapacite, y le pregunta:- ¿Qué le pasó esta vez?
Adolfo se levanta y se da cuenta que nunca hubo gases lacrimógenos, ni abejas sonando. - ¡Esta vez fue más real!
Carmen:- Recuerde no tener pensamientos negativos. ¡Eso lo pone peor!
Adolfo:- Todos tenemos pensamientos negativos. ¡Y no todos se deterioran como yo!
Carmen:- Todos estamos amenazados con morir quemados.
Julia Varela hace un llamado a todos los delegados para que vayan al salón de conferecias, y todos proceden a ir, pero se da cuenta que Dubraska no está en ningún lugar.
Sale del salón y la encuentra sola entre las mesas.
Julia:- ¿Por qué no entra al salón si estoy convocando a todos los estudiantes?
Dubraska le responde en seco:- ¡Púdrete!
Julia se sorprende al escuchar eso:- ¿Cómo le hablas así a una profesora?
Dubraska le escupe a la cara.
Julia le da una fuerte cachetada.
Dubraska toma su cabeza y la golpea contra la mesa, y Julia queda turuleca de pie, pero aparece Amelia quien se lleva a Julia al médico, asustada por lo que acaba de ver lo que hizo Dubraska.
En el camino, Amelia escucha a Julia decirle:- ¡Esa chica deberían matarla; es peligrosa!
Amelia:- Julia, cálmate.
Julia:- No debieron traerla aquí; todos estamos bajo amenaza.
Amelia:- Los profesores no tenemos voz ni voto en este lugar. ¡Si los estudiantes nos quieran matar...!
Julia:- Sólo uno nos va a matar.
Dubraska recapacita y se pregunta:- ¿Pero qué me pasa? ¿Por qué no me controlo?
Y recuerda ese pasado cuando sus padres trajeron a Xander a su casa.
Axel:- Siéntete cómodo, Xander.
Y Xander deja su bolso en el mueble.
Dubraska de repente empieza a sentir celos, y le baja el bolso al suelo.- Vas a ensuciar los muebles.
Axel se sorprende y le exclama:- ¡Dubraska, sé más cortés con el invitado!
Cuando Dubraska observa que Xander tiene una mirada a como si estuviera desorientado, se compadece y dice:- Perdón, no sé que me pasó.
Axel:- Aprende a controlar tus emociones. Sinó, la gente te verá como un peligro.- Y luego se va un rato al sótano.
Dubraska y Xander se vuelven a mirar a los ojos, y sienten una conexión. Ella se atreve a decirle:- ¿Conoces el videojuego de Merce Stars?
Xander expresa entusiasmo:- Nunca lo he podido jugar.
Dubraska se acerca al televisor y le dice:- Podemos jugarlo y te enseño.
Mientras Dubraska recuerda ese momento, se da cuenta que siempre ha tenido desde pequeña esos malos sentimientos, sin ninguna justificación. Pero en su mente dice:- Tengo que pedirle perdón a la profesora.
Amelia entra al salón a donde estaban los delegados, donde hay mucho ruido, y todo debido a que Yerwin tiene a Ramón agarrado y simulando a como si lo estuviese violando.
Yerwin se detiene luego de ver a la profesora en la puerta, y todos permanecen en silencio.
Amelia:- Jóvenes, la reunión se cancela. ¡La profesora Julia no puede estar disponible en estos momentos!
Nadie hace ningún tipo de ruido, y salen del salón calmadamente.
Sólo Abraham se atreve a decirle a Danilo:- ¿Te has dado cuenta que ya no hay penitencias?
Henryel se le acerca a Évinson:- Hola, ¿eres amigo de Sarahy?
Évinson:- Apenas nos estamos empezando a conocer.
Henryel se acomoda las gafas y le dice:- Mantén la distancia con ella; no creo que quieras otro brazo roto.
Évinson expresa el miedo en su rostro y le dice:- Con ella no pasa nada; no te alarmes.
Henryel:- Si pasa algo; sólo que no lo quieres admitir.
Al final él se va, dejando a Évinson sin palabras.
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La chica del peligro
Mystery / ThrillerTras un largo tiempo perdida en el bosque, encuentran a Dubraska para luego ser reclutada en la U.P.E.T con la finalidad de adoctrinarla junto con los demás estudiantes; pero no será nada fácil adoctrinarla, inclusive se convierte en una mortificaci...