La chica del peligro

Capítulo 16: Julia.

Julia se queda viendo a Dubraska en la mesa del comedor, fijamente, con una mirada de odio y sin parpadear. Dubraska siente esa sensación familiar, de cuando estaba en quinto año, y José Ángel la observaba debajo de un árbol. Cuando mira de lejos a su lado izquierdo, está Julia observándola.

Una voz le susurra al oído:- ¿Qué le pasa?

Y del susto golpea a Erick a la cara con el codo, tumbándolo al suelo.

Dubraska:- Ay, perdón.- Y se levanta de la silla para recogerlo.- No te has quitado la venda de la cabeza.

Erick:- Sí, pero ya me estoy recuperando.

Dubraska vuelve a voltear hacia donde estaba Julia, pero ya no está.

Yander y Yexandrirelis están visualizando el lugar a donde apuntarían, pero usando las manos como simulando que tienen el arma y estando de francotiradores.

Pero en cuanto salen de allí, se cruzan en el camino con Yerwin tomando de la mano a Diana.

Yander y Yerwin se miran cara a cara como desafiandose.

Yander:- Caray, pero mira quién viene por aquí. ¡Se nos hizo pequeño el mundo!

Yerwin:- Como si fuera tu territorio.

Ambos acercan su cara sintiendo el aliento el uno del otro.

Yander:- Yo sé que no es mi territorio; pero el tuyo tampoco lo es.

Yerwin:- Igual sé que viniste a practicar la puntería; o al menos a analizar el lugar para ver cómo apuntarías.

Yander:- Tranquilo; yo ya hice mi parte.

Yerwin:- Y yo vengo a hacer la mía.

Yander:- Hazlo; no pasa nada. Pero recuerda que tú no puedes hacer acá lo que tú quieras.

Yerwin le sonríe mientras le cae a Yander su aliento a salsa de ajo.- Yo sé que tú no quieres demonios que te atormenten y te persigan en la noche. O peor, que te maten y dejen su marca.

Y Yander le suelta su aliento mientras le responde:- No estés invocando cosas con las que después no puedes lidiar; porque no es lo mismo llamar al diablo que verlo venir.

Yander toma la mano de Yexandrirelis y siguen su camino, pero ninguno de los dos se deja de mirar las caras mientras Yander se retira.

Yerwin se acerca al patio todo enojado y estresado mientras refunfuña luego de ese encontronazo.

Diana:- Pero no te enfades. ¡No tienes por qué estarlo!

Yerwin:- Uno llega todo feliz y relajado y me encuentro con ese bobo en el camino. - Y forma en sus brazos como un arma, y con sus dedos índices simula apuntar hacia donde salió Yander para luego simular que le dispara. - ¡PUSH!

Diana:- No descargues tu rabia así.

Yerwin:- Pero si esta es la mejor manera de hacerlo.

Diana le sonríe y le dice:- Yo tengo una mejor.- y se va quitando la franela del uniforme.

Yerwin:- Diana, ¿Estás loca? ¿Y si nos encuentran aquí? Además... Esa rabia la quiero usar para practicar. Después me termino de desahogar contigo.

Pero Diana se quita el sostén y dice:- No tienes un arma real; sólo ibas a jugar con tus manos y simular que estás disparando.- Y se acerca para quitarle a él la franela del uniforme.

Nota del autor: Si quieren escenas de sexo, lo siento. Eso no será conmigo. Jajajajaja. No puedo hacerlo; tengo menores de edad leyendo esta historia.

Anocheciendo, Dubraska observa de lejos como Yander y Yexandrirelys se están despidiendo para irse a sus respectivas habitaciones.

Amelia le pide a Dubraska que la acompañe, aunque no puede contener el miedo que le tiene Dubraska ya que su voz se le quiebra.

Y mientras la acompaña al salón a donde está Evan, con una bolsa transparente sacada de una enorme caja de cartón, le muestra el uniforme negro que está envuelto en la bolsa.

Más atrás llega Julia escoltando a Mefir, y Julia le vuelve a poner la mirada fulminante a Dubraska.

Evan:- Retírense, profesoras.

Y Julia y Amelia se van.

Evan:- El gobierno ha donado estos uniformes para la guardia.

Dubraska:- ¿Nos toca otra vez a nosotros?

Evan:- Eso es elección mía. ¡Quiero que refuercen su trabajo que hicieron la última noche! Ahora... portando el nuevo uniforme.

Mefir:- No tengo ningún problema; puedo aguantar otra noche de trasnocho.

Evan:- Vayan a bañarse, y se prueban los uniformes.

Para la noche, Dubraska se observa frente al espejo con el uniforme puesto. Y recuerda su antigua forma de vestir, lo que la hace ver como Dubraska: La chica del peligro.

Sólo me falta mi tan emblemático cubrebocas y ya volvería a ser yo.

Esa noche, Ramón sale como loco de entre los pasillos gritando por ahí diciendo que está escuchando sonidos de abeja. ¿Abejas? y eso le trae recuerdos a Dubraska en el bosque.

De pronto entre la oscuridad le rocían en la cara un spray que la debilita y la hace caer al suelo. Dubraska intenta sacar su walky taky para llamar a Mefir quien está muy lejos, pero le patean el walky taky y se la pisan con sus tacones.

Dubraska logra ver que se trata de Julia. - ¿Por qué?

Julia:- Tienes que morir; todas las desgracias que estamos pasando es por tí.

Dubraska siente ardor en los ojos mientras se aturde con los gritos de Ramón, Pero puede ver cuando Arioch aparece detrás de ella, y la apuñala por la espalda salpicando sangre alrededor por los apuñalamientos seguidos.

Julia cae al suelo muerta, y Arioch deja su marca en la muñeca derecha del cadaver.

Arioch se acerca a Ramón y lo levanta del suelo mientras grita, y lo abraza mientras le dice:- No creas lo que oyes, ni lo que vez. ¡Nada de esto es real! Tú puedes combatir tus pensamientos negativos. Todo va a estar bien. - Y Ramón se calma, y suelta a Ramón, dejándolo manchado de la sangre de Julia.

Arioch levanta a Dubraska, pero del mareo lo ve todo borroso. Nuevamente Dubraska se vuelve a sentir inútil al no saber cómo detener a una simple profesora, luego de haber detenido a un militar. - Sólo quería pedirle perdón; y ella me quiso matar. ¡Y casi me dejé matar de la manera más estúpida!

Arioch le acaricia la cara manchando su rostro de sangre:- Cuando tú falles, este demonio estará ahí.

Todo está oscuro, y Arioch aprovecha para quitarse la máscara y darle un apasionado beso haciendo que se le pasen los efectos del gas. Y luego de que Arioch se pone la máscara, se va, y nota que ese aliento a empanada ya lo había percibido de alguien; y es cuando se susurra a sí misma: "Yerwin".