Brownie

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Pov: Auradon, Hyunjin.

A decir verdad, nunca fui gran admirador de los deportes.

Me guiaba más por el camino del arte, simplemente la danza, la pintura, escribir letras diversas de canciones, etcétera. Era mi mayor pasión.

Cuando estaba en la isla, no había muchas oportunidades para nosotros para poder trabajar o practicar algo relacionado con el arte o el deporte. No había acuarelas, pinturas, mucho menos academias de danza o clubs de pintura.

Desde niño me encantaba ir al parque, yo solito, sin mis amigos, y poder sostener con mi pequeñas manitos un pedazo de tiza que haya en el suelo y poder dibujar aquellos dibujos locos ahí en aquel piso de aquel descuidado parque, que siempre estarán dentro de mis recuerdos más preciados de mi niñez.

Mi madre "su arte" era liquidar perritos callejeros indefensos y hacer trajes con la piel de aquellos animales indefensos.

Claro todo esto cambió cuando fui elegido para vivir en Auradon.

Acá había de todo tipo de tipos de clubs en los que quisieras ingresar y poder simplemente desbordar tu talento.

Claro yo elegí mi pasión y algo que siempre amare durante el resto de mi vida.

El arte.

Había mejorado muchos mis técnicas de pintar al cabo de 2 semanas de haber comenzado esta nueva etapa en mi vida.

Hacia artes hermosos que eran alabados por el príncipe Minho, que siempre estaba ahí para admirar mi arte y siempre estar felicitando por El progreso que llevaba en aquello.

Estaba bien, hasta un día como otro, me encontraba como de costumbre desbordando mi talento para el arte, me encontraba pintando delicadamente una hermosa pintura bien y cuidadosamente hecha. Hasta que empecé a sentir como una sensación molesta en mis piernas, como algo peludo, incluso me estaba empezando a fastidiar, así que sin preámbulos mire abajo para ver qué se trataba.

Cuando vi aquel animal que mi madre siempre me decía que huyera, que eran animales creados por el demonio y que eran muy malos.

Empecé a correr como demente, lo que provocó que mis acuarelas cayeran al suelo bruscamente.

Aquel animal pegó un brinco de la sorpresa y comenzó a corretearme.

Me subí a un banco y empecé a gritar.

-ALEJATE DE MI CRIATURA DEL INFIERNO, VAS A MORDERME EL CUELLO HASTA MORIR.

Aquel bola peluda no decía nada, solo le observaba con ojitos brillosos, mientras que su cola se movía de un lado a otro.

- Hyunjin, ¿estas bien? Qué pasa- exclamo una voz ajena entrando a la habitación.

Era Minho.

- Majestad lee por favor desasté de esa cosa peluda, quiere matarme.

Minho frunció el ceño, algo confundido y este solo se hecho a reír después de un rato.

-Hyunjin, ¿nunca te has preguntado como es un perro en realidad sin las palabras de tú madre?- dijo Minho algo preocupado.

-Me temo que no.

-Hyunjin te presento a kkami, kkami el es Hyunjin.

Fui bajando lentamente, no lo voy a negar todavía seguía un poco asustado, pero después de ver aquellos ojitos brillantes, su lengua afuera y esa colita moverse de un lado a otro, me dio confianza en cierto sentido.

Me acerque lentamente y lo mire, el animal solo me observaba alegremente.

-Creo que ya no te ves como un animal salvaje que me morderá hasta matarme.

Decendents - minsung 🍎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora