El viejo conejo tiembla ligeramente mientras extiende la mano. Otra, visiblemente más grande y fuerte, la estrecha con confianza. Confianza que no se refleja en el rostro del señor Haley que aún no puede creérselo.
- Es un placer señor.- Saluda formal el lobo tratando de no reír.
La situación es demasiado cómica. La madre de su Willow casi se esconde detrás de su marido y le mira con desconfianza. El padre, que trata de hacerse el valiente, en realidad parece a punto de llorar. Y su conejita tiene la sonrisa más forzada que ha visto nunca. Moviendo su peso de un lado a otro por lo nervios de la presentación.
- En... Encantado
Se recoloca sus redondas gafas con las manos sudorosas y mira de arriba a abajo al supuesto novio de su hija. Es tan grande y desprende un aroma tan a Alpha que da miedo. Sus fracciones son serias e intimidantes. Tenerlo como yerno es terrorífico, pero supongo que tenerlo como pareja le ofrecerá a Willow protección. O eso piensa él.
- Hija, ¿Puedo hablar contigo?- Interrumpe su madre hablando por primera vez en toda la velada.
Willow, aún más nerviosa lanza una última mirada a su lobo que solo le sonríe, seguro de quedarse a solas con su padre. Al final acaba dirigiendo a su madre hacia la cocina donde espera a la señora Haley que reflexiona sobre como decirlo.
- Orión Ottoman.
La conejita se retuerce las manos nerviosa cuando eso es todo lo que dice, para volver a pensar.
- Un día creo que es un asesino en serie y luego todo el país se revoluciona por el horror de un político corrupto. Y cual es mi sorpresa que me entero que tu estas en medio de todo esto.
Willow trata de justificarse pero solo abre y cierra la boca como un pez sin encontrar las palabras.
- Creí haberte dicho que te mantuvieras lejos del peligro ¿Qué significa esto hija?
- Yo...
La castaña mira a los ojos a su madre, que con el ceño fruncido espera una explicación. Y comprende que no debe de decir más que la verdad. Que no tienen nada de lo que avergonzarse por el rumbo que tomaron sus vidas cuando encontraron a su otra mitad.
- Significa que he encontrado a mi pareja destinada. Que es un hombre increíble y que voy a quedarme con él, ayudando a hacer crecer esta manada.
El gesto de la mayor se enternece a medida que su hija da una explicación apresurada. A medida que ve el brillo ilusionado y sincero de su mirada.
- Significa felicidad mamá. Y no voy a renunciar a ella por miedo.
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- No ha ido tan mal, ¿verdad?
La coneja se desploma sobre la enorme cama de matrimonio mientras el lobo se quita la camiseta. Aunque finje cansancio, suspirando, por el rabillo del ojo no se pierde ninguno de los movimientos del lobo.
- Ha sido un desastre. Mis padres han dicho que nos visitarán seguido, pero es en Sherfield donde se sienten seguros.
- Iremos nosotros entonces.- Sonríe resolutivo Orión, acercandose peligrosamente a su mujer.
Gustosa Willow acepta esos brazos que la arropan como una segunda piel. Puede sentir el pecho fuerte de su pareja y escuchar los latidos calmados de su corazón.
No. No ha ido tan mal. La vida parece sonreírles por primera vez. Retiraron todos los cargos de Orión, incluído el asesinato de Lion, puesto que fue en defensa propia de su pareja. Eso, según sus leyes, está más que justificado.
Al volver a la manada todo el mundo se mostró muy contento por su regreso. Sobre todo cierta amiga que se tiró a los brazos de Willow y no quiso soltarla en horas. Kara obligó a la coneja a contarle con pelos y señales todo lo ocurrido en aquel horrible lugar.
Sus heridas tardaron en sanar, sobre todo las psicológicas que aún tardarían más. Pero por fin todo parece cosa del pasado. Ahí abrazados, con la piel erizada por el aliento y contacto el otro.
- Siento mucho lo que dije aquel día conejita. Me dio... Me dio tanto miedo perderte, que perdí el norte.
- Ya me lo has dicho cien veces, lobito. Ya hace dos semanas que me secuestraron hay que dejarlo ir.- Trata de tranquilizarlo Willow cuando siente el agarre más fuerte en su cintura.
Un pequeño beso que pretendía ser inocente, es tomado por el lobo como una invitación clara de profundizarlo. De llevarlo mucho más allá.
- Y hace dos semanas que no estoy dentro de ti.- Gruñe contra su cuello una vez que dejan de besarse mandando escalofríos a Willow por medio de la marca. - Habrá que cambiar eso, ¿no crees?
Con una risa que suena como una dulce melodía, Orión coge a la coneja por las caderas y, posandola debajo de él, contra la cama, comienza una tortuosa danza que calla de golpe a la chica.
Lo había hechado mucho de menos. Como él a ella. La magia que crean sus dedos sobre su piel. Como, con cada recorrido, Willow suspira contra su cuello. Como ese olor picante llena toda la habitación.
La ropa sobra en seguida y Orión comienza a dejar besos humedos sobre sus pechos que llevan a la coneja al mismísimo paraíso. Ella tira de su oscuro pelo, queriendo profundizarlo, sin tener suficiente de ese hombre.
- Orión.- Gime contra su oído llevando al lobo al límite.- Den... Dentro.
Y el lobo hace caso sin dudarlo, porque siente que su existencia es para eso, para mimar a su conejita que se retuerce gustosa bajo él.
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Un lobo para la coneja
Werewolf¿Acaso hay algo más fuerte que los instintos? ¿Qué es aquello que puede hacer esconder los colmillos a un violento lobo? ¿Qué es aquello que evita hacer huir a una pequeña conejita? En el mundo de los cambia formas se han visto muchos tipos de parej...